La sorpresa de salir a rodar con la grupeta y encontrarte con Jonas Vingegaard: "Tuvimos que correr a casi 400 vatios para alcanzarlo"
Tres jóvenes aficionados sorprendieron al ciclista durante un reconocimiento de los puertos de montaña de los Pirineos y entrenaron con él durante cuatro horas.

Paul Capelle sólo tiene 19 años y ya ha vivido una de las experiencias deportivas de su vida... sin llegar a ser profesional. Junto a dos de sus amigos subía las laderas del Col du Soulor en los Pirineos cuando, de repente, un coche de Visma-Lease a Bike les adelantó. Dentro estaba Grischa Niermann y, a tan solo dos minutos de ellos, subido en su bici, Jonas Vingegaard.
Los tres amigos no dudaron en intentar dar caza al ciclista danés, dos veces ganador del Tour de Francia, que se encontraba realizando una rueda de reconocimiento de cara a la próxima gran cita francesa.
"Tuvimos que correr a casi a 400 vatios para alcanzarlo. Nos acercamos y le dije que era increíble verlo. Le pregunté si no le importaba que le acompañáramos. Aceptó y lo acompañamos en casi todo el reconocimiento", contó Capelle a la televisión danesa TV2.
Vingegaard afronta el Tour de Francia con ganas de revancha tras la edición del año pasado, en la que no pudo defender el título conquistado en 2022 y 2023 por culpa de una dura caída en la Vuelta al País Vasco. Tadej Pogacar se llevó el maillot amarillo por delante de él.
Sorprendido por el grupo de ciclistas amateurs, el danés no dudó en acceder a entrenar con ellos hacia Hautacam, dibujando el recorrido de la etapa 12 del próximo Tour. Un vídeo en las redes sociales de Niermann deja constancia del fortuito encuentro: "Ahí está él. Y estos chicos tuvieron el día de su vida", escribió el director del equipo de Países Bajos.
Capelle, de origen francés, aseguró a la televisión danesa que el ciclista de Visma había sido muy accesible. Contó que les habló de su preparación para la gran vuelta francesa e incluso les dio consejos sobre nutrición. "También se interesó por mí. Me preguntó qué hacía en el deporte y si participaba en carreras. Fue increíblemente amable. No se comportó como una superestrella, sino como una persona normal".
Aquel trayecto de cuatro horas de duración sirvió al danés para recuperar sensaciones tras la caída que sufrió en la París-Niza (volverá a competir en el Critérium du Dauphiné). Y también le valió para sumar un seguidor más, pues Capelle reconoció que hasta ese día su ciclista favorito había sido Pogacar: ahora lo es Vingegaard.
"Fue un pequeño entrenamiento para él, no iba rápido, pero aun así tuvimos que luchar por mantener sus ruedas", explicó el aficionado.