Así funciona el engranaje 'made in Francia' del Tour que cuesta una millonada
La organización de la prueba traslada consigo cientos de empleados franceses, lo que dispara el gasto de la competición.

El día más señalado en el calendario del aficionado al ciclismo ha llegado. Comienza el Tour de Francia y lo hace desde Bilbao. Por fin despierta una bestia mediática que mueve cerca de 4.500 personas, y nadie como Amaury Sport Organisation, más conocida como (ASO), para llevar la batuta del evento ciclista por excelencia. La empresa parisina ha creado un engranaje carísimo que luce la denominación 'made in Francia' y que tratar de abaratar con unas pinceladas vascas.
"El Tour funciona a la francesa". Es una máxima que repiten todos los expertos en ciclismo consultados por Relevo. Una afirmación que se vuelve más lógica cuando uno se adentra en la gestión interna de la competición. ASO, organizadora principal del Tour, solo trabaja con empleados de su confianza y es por eso que el núcleo duro lo conforman empleados franceses.
"Si algo funciona, no lo cambies", reza el dicho y desde el Tour se toman muy en serio el refranero. Da igual donde se dispute la competición que los empleados son siempre los mismos, sobre todo los que tratan diariamente con los periodistas. En la Oficina Permanente, donde se dan las acreditaciones y ruedas de prensa, o en el parking se escucha el 'bonjour' de los trabajadores. Hasta la seguridad la traen de Francia, e incluso trasladan los perros adiestrados desde el país galo.
Mover un grupo tan elevado de personas cuesta una millonada a la organización, pero ASO prefiere asumir el gran desembolso y asegurarse así la calidad de sus empleados de confianza. Eso sí, el Tour ha descubierto maneras para ahorrarse algo de dinero. Para empleos que tengan que ver con logística o trato con los fans, el procedimiento es muy claro: subcontratar.
Pinceladas vascas
En las tres primeras etapas de esta edición, todas desarrolladas dentro del País Vasco, el Tour ha optado por contratar Empresas de Trabajo Temporal (ETT) para cubrir cientos de puestos de trabajo. Operarios de grúa, trabajadores que ponen cientos de vayas al día o camareros para el Fan Park son algunos de los puestos ofertados.
Estas ocupaciones son consideradas de menor importancia por parte de la organización y por eso los 'ceden' a personas no habituales dentro de la caravana del Tour. Varios trabajadores temporales han confirmado a Relevo que las jornadas rozan las diez horas y son principalmente desarrolladas de madrugada.
Estos puestos, menos atractivos, tendrán el 'toque vasco', pero solo hasta la tercera etapa. En cuanto la caravana de la competición pise suelo francés, la organización contratará a sus empleados habituales. Esos por los que no han hecho un esfuerzo económico y que esperan al otro lado de la frontera para volver a poner la etiqueta de 'un Tour made in Francia'.