París-Roubaix: sueños y pesadillas en el Infierno del Norte
La clásica nos dejó un nuevo episodio de la bellísima rivalidad entre Mathieu Van der Poel y Wout van Aert, saldado con exhibición del neerlandés y pinchazo del belga.
Los franceses la llaman 'la Reina de las Clásicas', pero ése no es un nombre que capture el total del aura que la envuelve. Le atribuye una elegancia que no tiene y se queda muy corto a la hora de definir su brutalidad. El otro sobrenombre, 'Infierno del Norte', es mucho más explícito y adecuado para caracterizar a la París-Roubaix. Cuando llueve, como ha ocurrido sólo en una de las veinte ediciones, porque convierte los adoquines en una carnicería de barro. Cuando hace sol, como casi siempre ahora que abril es primavera también en Francia, porque los ciclistas caen sobre un terreno duro que tritura cuerpos y emociones.
"Ha sido un sueño", ha dicho Jasper Philipsen para describir la París-Roubaix de Alpecin-Deceuninck. Un sabio dijo que este equipo, gestionado por los hermanos Roodhooft y encabezado por Mathieu Van der Poel, está destinado a reemplazar al Quick Step ahora que su alma máter Patrick Lefevere se encamina hacia la retirada. Hoy ha conseguido el 'doblete' en el Velódromo André Petrieux con su jefe de filas y su mejor adlátere; los cuatro anteriores fueron firmados por el Domo-Farm Frites y el Mapei… de Patrick Lefevere. Hoy, el mejor hombre de Soudal-Quick Step ha terminado 23º; su líder Kasper Asgreen ha abandonado; y su lugarteniente Florian Sénéchal se ha quejado en televisión del material del equipo.
"Ha sido una pesadilla", ha dicho Wout van Aert para describir su sensación cuando ha pinchado a 16 kilómetros de meta. 'Woutje' y su Jumbo-Visma plantearon una estrategia ofensiva: fueron ellos quienes reventaron la carrera en el tramo de pavé entre Haveluy y Wallers, a más de 100 kilómetros de meta. Sin embargo, la tónica cambió completamente cuando el galo Christophe Laporte, gregario de lujo de Van Aert, pinchó a la salida del legendario Bosque de Arenberg. A partir de ahí, el belga se centró en "seguir la rueda de Van der Poel" porque "me ha atacado desde atrás muchísimas veces en esta campaña de clásicas". Acomplejado y en inferioridad numérica, Van Aert no tomó la alternativa hasta que vio una ocasión única de atacar en el accidente que, mediado el definitivo Carrefour de l'Arbre, descolocó a Van der Poel y destrozó a John Degenkolb. Luego, movidas del 'karma', un pinchazo le eliminó de la carrera dejando a su eterno rival vía libre para ganar.
Het #parijsroubaix van @johndegenkolb eindigde voor m’n voeten. Vriend @bvis87 probeerde de boel nog te redden... #au #parijsroubaix pic.twitter.com/poRDtZIRVf
— Joram Kaat (@JoramKaat) April 9, 2023
El 'karma', tan voluntarioso hoy para castigar a Van Aert por su especulación y recompensar a Van der Poel por su valentía, le debe una a Degenkolb. El ciclista alemán no ha sido el mismo desde aquel traumático accidente en una concentración de pretemporada de Giant-Alpecin (el actual Team DSM en el que está enrolado), cuando un coche invadió en dirección contraria el carril por el que entrenaba medio equipo y arrolló a seis corredores entre los que estaba el propio Degenkolb. El año antes había sido el 13º del mundo en CQ Ranking; desde entonces, su mejor posición al final de una campaña ha sido 41º.
😈Roubaix takes a massive toll on everyone.
— Paris-Roubaix (@parisroubaix) April 9, 2023
Congratulations @johndegenkolb, you're a hero to many today 🫡
😈Parce que Roubaix n'accorde aucun répit.
Félicitations @johndegenkolb, la performance était héroïque aujourd'hui🫡#ParisRoubaix pic.twitter.com/X5q0HDol7u
La de hoy estaba siendo su mejor actuación desde que, en 2018 y compitiendo para Trek-Segafredo, ganó la etapa de pavé del Tour de Francia; precisamente, con meta en Roubaix, allá donde consiguió su mejor victoria de siempre en la edición 2015 el 'Infierno del Norte'. Degenkolb navegaba los adoquines con solvencia y elegía sus movimientos con astucia hasta que Van der Poel, Philipsen y él tuvieron la misma idea en el mismo momento en pleno Carrefour de l'Arbre. Los tres quisieron apearse a la vez de las piedras para aprovechar la polvorienta cuneta, y le toco a él dar con sus huesos en el suelo. En la misma posición fetal de la caída se tumbó el velódromo a llorar su desgracia.
🏁 The feelings you got when you defeat 𝐭𝐡𝐞𝐡𝐞𝐥𝐥𝐨𝐟𝐭𝐡𝐞𝐍𝐨𝐫𝐭𝐡!
— Paris-Roubaix (@parisroubaix) April 9, 2023
😈 L'émotion à l'arrivée lorsqu'on remporte 𝐥'𝐞𝐧𝐟𝐞𝐫𝐝𝐮𝐍𝐨𝐫𝐝 !#ParisRoubaix pic.twitter.com/gpBabAsDcS
Es en el contraste de las emociones de un Degenkolb desolado con un Van der Poel eufórico que radica la belleza de París-Roubaix. Para el 'crack' neerlandés éste es un triunfo brillante: su tercer Monumento, tras la Milán-San Remo que ganó en marzo y los Tours de Flandes que se anotó en 2020 y 2022. Sumémosle Strade Bianche, Amstel Gold Race, un inolvidable maillot amarillo en el Tour de Francia y sus infinitos éxitos en el ciclocross y el 'mountain bike' para concluir que su palmarés es ya de leyenda. Hoy ha conseguido infligir otra derrota más a Van Aert, que por segunda vez ha subido sin victoria al podio del André Petrieux. Así, entre sueños y pesadillas, se escribe la historia.