El maillot del ganador de la Vuelta a España

El ciclismo es un deporte con más de 100 años de historia, lo que implica una gran variedad de liturgias y tradiciones. Probablemente, ninguna esté tan arraigada en el imaginario colectivo como el hábito de distinguir a los mejores con un maillot especial. Se trata de un honor, pero también de una costumbre muy práctica. Esencialmente, porque permite distinguir a simple vista a los mejores dentro de la serpiente multicolor del pelotón.

Como casi todo lo que tiene que ver con las carreras de bicicletas, su origen está en el Tour de Francia. Aunque en este caso se trata de unos inicios algo confusos. De hecho, no está muy claro cuándo se comenzó a utilizar un jersey especial para distinguir al líder de la Grande Boucle. Testimonios como el del ciclista Philippe Thys aseguran que ya en 1913 Henri Desgrange, creador de la carrera, le sugirió utilizar un maillot coloreado para distinguirle del resto. Sin embargo, él se negó ya que a su juicio era como pintarse una diana en la espalda para el resto de competidores.

La historia oficial recoge que el maillot amarillo se utilizó por primera vez en 1919. El color fue elegido tenía que ver con el periódico L'Auto, predecesor de lo que actualmente es L'Equipe y cuyas páginas eran de color amarillo. La idea se extendió rápidamente y la Vuelta a España, desde su primera edición en 1935, tuvo un jersey de campeón. Claro que no siempre fue como el actual.

En la actualidad, el maillot de líder de la Vuelta a España es de color rojo. Sin embargo, la elección del carmesí para distinguir al primero de la clasificación general es algo relativamente moderno. Tanto que todavía no se ha instalado en la memoria colectiva de todos los aficionados al deporte. Concretamente, la carrera española adaptó el rojo como su color en 2010. ¿El motivo? Principalmente, diferenciarse de las otras grandes vueltas del calendario ciclista: Tour (amarillo) y Giro (rosa).

La elección del rojo para el color del maillot para el líder de la Vuelta está inspirado en los éxitos de las diferentes selecciones españolas. Hay que tener en cuenta que 2010 es el año en el que España se corona campeona del mundo de fútbol por primera vez. Algo que sumado a los éxitos de otras selecciones como las de baloncesto, balonmano o hockey hacen que al deporte español, internacionalmente, se le asocie con el color rojo.

El primero en enfundarse el rojo como líder de la carrera fue Mark Cavendish tras la victoria de su equipo, el HTC-Columbia, en la contrarreloj por equipos que servía de prólogo en aquella edición de La Vuelta. Por su parte, el primero en llevárselo a casa fue Vincenzo Nibali, mientras que el ciclista que más jerséis rojos posee es Primoz Roglic, que ha ganado tres (2019, 2020 y 2021).

Como hemos visto, la adopción del color rojo como identificativo de la Vuelta a España es algo reciente. Sin embargo, se llevan utilizando maillots especiales para distinguir al líder desde los inicios de la carrera. A lo largo de la historia, varios son los colores que han destacado al primero de la General. Comenzando con el naranja, que fue utilizado en 1935 y 1936. En 1941, cuando se recuperó la prueba tras la Guerra Civil, el jersey de líder pasó a ser de color blanco, aunque en 1942 se regresó al naranja inicial.

La cosa continuó fluctuando y en 1945 se vistió por primera vez un maillot rojo para diferenciar al primero de La Vuelta. No duró mucho, eso sí, ya que al año que siguiente se optó por un diseño innovador que incluía una franja roja horizontal sobre fondo blanco. Finalmente, en 1955 se optó por el amarillo similar al Tour de Francia, el color que más ha perdurado en el tiempo. Quitando una pequeña incursión del naranja en 1977, la ronda española se ha identificado con el amarillo de manera constante desde 1955 a 1999, cuando se cambió a lo que se llamó jersey oro en un intento por diferenciarse de la Grande Boucle.