CICLOCROSS

Las horas previas de Kevin Suárez ante su cita más especial, desde dentro

Relevo vive la preparación del ciclista español antes de competir en Benidorm, la única cita de la Copa del Mundo que se celebra en España.

Kevin Suárez, en las horas previas a competir en la Copa del Mundo de Benidorm./RELEVO/SALVADOR FENOLL
Kevin Suárez, en las horas previas a competir en la Copa del Mundo de Benidorm. RELEVO/SALVADOR FENOLL
José M. Amorós
Salvador Fenoll

José M. Amorós y Salvador Fenoll

El ciclista del Nesta-MMR Kevin Suárez lleva varios años en la élite del ciclocross mundial. Habitual de la Copa del Mundo, ha convivido en su generación con los grandes dominadores de la disciplina como el campeón del mundo neerlandés Mathieu Van der Poel y el belga Wout Van Aert. Desde edad junior, el cántabro comenzó a competir a nivel mundial y hoy sigue como uno de los referentes que han logrado el respeto que se merecen los corredores españoles en un mundo dominado por los centroeuropeos. A sus 29 años, abre las puertas a Relevo para vivir cómo es la preparación y las horas previas de la prueba más especial de su calendario, desde la desconexión junto a su hermano hasta el último repaso técnico a sus ruedas ya en el circuito.

Así se prepara Kevin Suárez para disputar una prueba de Copa del Mundo.RELEVO/SALVADOR FENOLL

En unas imágenes poco habituales en unos momentos de tensión y concentración a los que no suelen tener acceso las cámaras, Suárez nos explica cada detalle de su puesta a punto. Para él, es fundamental la compañía de su hermano con quien comparte habitación: Partidas a la Play, charlas y paseos nocturnos antes de dormir son sus métodos de relajación y tranquilidad antes de afrontar los nervios de la competición.

En la jornada previa, la de los últimos entrenamientos e inspección al circuito, intenta no entrar en acción lo más tarde posible porque cada gramo de fuerza cuenta en la carrera. Antes de trasladarnos al circuito donde el acceso de los profesionales tiene su horario fijado entre las 14 y las 16 horas, Suárez realiza su última comida: "Un poco de pescado, un poco de pasta y poco más". De ahí, al circuito donde ya le esperan cientos de personas a pesar de que aún falta un día para el pistoletazo de salida.

Al ser la carrera de casa, la atención se multiplica y las peticiones de fotos y autógrafos son lo primero con los que se encuentra al bajar de la furgoneta del equipo que él mismo ha conducido. Con la indumentario puesta, llega el primer momento clave del fin de semana: "Me gusta dar un par de vueltas rápido para activar el cuerpo y poder analizar las técnicas del circuito un poco apretado", señala a Relevo mientras se dirige a la línea de meta situada junto a los coches de equipo. Justo antes, ya ha tenido la charla con su mecánico para ver qué ruedas poner en cada una de las bicis, que en ciclocross se cambian durante la prueba ante averías o problemas con el barro.

Después de una hora y media en las instalaciones y atender a los medios de comunicación, ducha en la misma autocaravana del equipo y pronto al hotel a descansar. Todavía saldrá una vez más de las cuatro paredes de su habitación para su última costumbre: un paseo nocturno de 10-15 minutos justo después de cenar y antes de dormir. "Hay que apurar las horas de descanso", nos cuenta. El domingo es el gran día y con la gran cita de la temporada por delante, la única Copa del Mundo que se celebra en España, hay que dar el máximo.