LA VUELTA FEMENINA

Gaia Realini, los 40 kilos de escaladora pura que desafían a Van Vleuten

La ganadora de la sexta etapa de La Vuelta Femenina es uno de los talentos más crudos e ilusionantes del ciclismo actual.

Gaia Realini, durante una ascensión de La Vuelta Femenina by Carrefour.es. /UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING
Gaia Realini, durante una ascensión de La Vuelta Femenina by Carrefour.es. UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING
Fran Reyes

Fran Reyes

"No bad vibes", dice Gaia Realini en las tramoyas del podio de Laredo abrazando a Annemiek van Vleuten. Ha habido una controversia por la victoria de la sexta etapa de La Vuelta Femenina by Carrefour.es, que la 'foto finish' acabó por otorgar a la italiana. Su metro y medio la obliga a ponerse de puntillas para transmitir las "buenas vibras" a la campeona del mundo. ¿Cómo de importante era para ella que esta victoria acabara en su palmarés, inaugurando el capítulo de triunfos de primera división? "No, nada, sólo era cuestión de justicia". Se nota en el brillo de sus ojos que le importaba mucho más que eso, y lo muestra en la repregunta. "El tercer día me llevé una gran desilusión al quedarme cortada en los abanicos". Allí perdió sus opciones para la general. "Sin embargo, mi equipo y yo no bajamos los brazos. Hemos venido a esta Vuelta para pelear. Esta victoria es la recompensa a todo nuestro esfuerzo".

La primera vez que Gaia Realini (2001, Pescara) se puso un dorsal fue con siete años, y no acabó la carrera. "Corríamos en un circuito, no recuerdo sobre cuántas vueltas", cuenta a Relevo en un hotel de Maastricht, dos días después de subirse al podio de Flecha Valona en su enésima actuación sorprendente de esta temporada. "Yo salí a tope desde la primera. Cuando faltaban dos para el final iba con las mejores, pero vi a mi padre a lo lejos y me paré a su lado. Y vomité". Enterneció a la ganadora, que le regaló el trofeo. "Pero no lo coloqué en mi habitación, sino en otra. No lo había ganado yo; ¡no era mío! Y sin embargo, cada vez que lo veo, actúa como un estímulo que me da fuerza".

A Realini el gusanillo de la bici le viene de su padre, técnico de mantenimiento de gasolineras y aficionado a pedalear. Apasionada del ciclismo y del fútbol, dejó la pelota siendo cadete para centrarse en las dos ruedas. También abandonó los estudios tan pronto como se graduó del bachillerato "estudiando el mínimo indispensable". Fue fuerte, y también afortunada: tras curtirse en 'mountain bike' y ciclocross pudo dar el salto a la carretera siendo juvenil y entrar en la Isolmant - Premac – Vittoria de Giovanni Fidanza, que le dio la oportunidad de correr un Giro d'Italia femenino en el que alucinó a los presentes por sus prestaciones cuesta arriba. Allí llamó la atención de Trek – Segafredo, que respetó su voluntad de seguir un año más junto a Fidanza para "madurar un punto más" antes de dar el salto al UCI WorldTour esta temporada.

De la ciclista italiana llaman la atención tres cosas. La primera su talla: 1,50 metros y 40 kilos. "En mi familia somos todos muy bajitos, ¡yo no podía ser una gigante!", ríe aludiendo a la genética. "Y de pequeña se metían conmigo en la escuela, sí, pero ahora me viene bien para el ciclismo". La segunda, consecuencia de la primera: su talento escalador. "Siempre me han gustado las subidas; cuanto más largas y empinadas, mejor". La tercera, el entusiasmo: "Soy una apasionada de la bici". Con esas tres cualidades, Realini ha conquistado a todos los observadores de la élite del ciclismo femenino en apenas tres meses de competición.

"Estamos todos súper orgullosos de Gaia, de cómo corre y de cómo mejora en cada carrera". Lo dice la veterana Amanda Spratt, otro peso pluma del pelotón, una de sus líderes en Trek, después de la última etapa de la Setmana Valenciana. En ella, Realini ha hecho y deshecho la carrera cuesta arriba… para acabar perdiendo sus opciones de victoria cuesta abajo, cuando sus dos compañeras de fuga la dejaron atrás en el descenso final. "Jugó en mi contra la física", recuerda la italiana riendo. "Me faltaron kilos, y también me sobró el miedo bajando. Digamos que debo ganar técnica para pegarme bien a rueda".

Gaia Realini, ganadora de la sexta etapa de La Vuelta Femenina by Carrefour.es.  UNIPUBLIC / CXCLING
Gaia Realini, ganadora de la sexta etapa de La Vuelta Femenina by Carrefour.es. UNIPUBLIC / CXCLING

"Todas hemos estado en su situación alguna vez", resta Spratt. "Ella ahora mismo es vulnerable en ciertos momentos; necesita crecer y mejorar. Pero es que es joven, y da un paso adelante en cada carrera. Está encarando un año donde todo es nuevo para ella, y sin embargo logra extraer una lección de cada día de competición, y además es una excelente compañera". La australiana está enamorada del talento de su pupila. "Me ilusiona pensar en lo que puede llegar a hacer en los próximos años".

Que Realini ha aprendido a estar a rueda ha quedado muy patente en la travesía cántabra de La Vuelta Femenina by Carrefour.es. "He cogido la rueda de Van Vleuten y no me he separado de ella ni un metro", comenta orgullosa. La neerlandesa no estaba tan feliz al respecto: "De cara a la etapa de los Lagos de Covadonga estará fresca, porque hoy ha llegado a meta 'de gorra'". Sin pasar un solo relevo.

Y es que Realini es la gran favorita para los Lagos, una subida de 12,5 kilómetros al 7%, con rampas del 20% y kilómetros enteros al 12%. Su aval no es tanto el haber ahorrado energías en la víspera como sus tremendas prestaciones de este año: el doblete en el UAE Tour con su referente Elisa Longo Borghini, su victoria en el Trofeo Oro in Euro de la mano de Spratt, su podio en la Flecha Valona. Los abanicos dejan fuera de su alcance la general, en la que está a más de tres minutos de la líder Van Vleuten. No obstante, sabiendo del entusiasmo de esta joven de 21 años, ¿quién dice que esta noche no ha soñado con el maillot rojo?