CICLISMO

Enric Mas ataca a Tadej Pogačar a 140 kilómetros de meta… y la carrera se suspende por la lluvia

La semiclásica italiana Tre Valle Varesine no pudo concluir por las hostilidades meteorológicas: "Era imposible ver nada en los descensos".

Enric Mas, durante su ofensiva en Tre Valle Varesine. /MOVISTAR TEAM / @GETTYSPORT
Enric Mas, durante su ofensiva en Tre Valle Varesine. MOVISTAR TEAM / @GETTYSPORT
Fran Reyes

Fran Reyes

En Varese se presagiaba una edición histórica de la Tre Valle Varesine, semiclásica con más de un siglo de andadura que había logrado reunir en su línea de salida nada menos que a los campeones de mundo de línea, Tadej Pogačar, y contrarreloj, Remco Evenepoel. También a otras estrellas del calado de Matteo Jorgenson, Romain Bardet, Tom Pidcock o Romain Bardet. Por desgracia, hubo un invitado no deseado: las lluvias torrenciales que azotan ahora mismo el norte de Italia.

Las previsiones ya indicaban que podría haber problemas. De hecho, en vísperas de la prueba los equipos habían sido informados de que, en la misma mañana del martes en que se disputaba la carrera, se convocaría una reunión para evaluar la situación. Los pronósticos se cumplieron y la SC Alfredo Binda, organizadora de la prueba, decidió acortar el recorrido tanto de la versión femenina como de la masculina. Las chicas partieron a las 9:00, y consiguieron completarlo con Cédrine Kerbaol (Ceratizit-WNT) como ganadora, la 'Movistar' Liane Lippert en el podio y la española Mavi García muy activa en las fugas.

"Puede ser una carrera caótica por todo el agua que hay en la carretera", anticipaba Pogačar ya en la línea de salida. Profecía autocumplida: nada más arrancar la prueba, reducida a 165 kilómetros de los 200 originales, se lanzaron al ataque varios de los nombres más rutilantes del pelotón. Entre ellos, el balear Enric Mas, que fraguó una fuga junto a Bardet o el ex campeón del mundo de contrarreloj Tobias Foss. Cuatro minutos acumulaban de ventaja respecto a un pelotón muy diezmado cuando éste echó pie a tierra.

"Hemos intentado competir, y de hecho la carrera ha sido bonita mientras ha durado", expresó Tadej Pogačar, erigido en portavoz de la carrera. "Pero es que ya en el recorrido neutralizado ha habido siete pinchazos y un sinfín de problemas mecánicos. Y, en los descensos, era imposible ver por dónde íbamos". Los testigos presenciales hablan de tramos de calzada completamente inundados y de tapas de alcantarilla llevadas por la corriente. "Todos queríamos parar, porque era cuestión de tiempo que alguien sufriera una caída grave. No nos podíamos jugar una conmoción cerebral así como así".

La gran víctima de esta suspensión no es otro que el organizador de Tre Valle Varesine, que ve frustrados los esfuerzos de todo un año para poder celebrar la carrera. "Les entendemos y es por ellos que nos da pena no haber podido llevar a término la carrera, pero creemos que lo mejor era anularla", aseveró Pogačar. "Es una auténtica lástima, pero debemos priorizar la seguridad de los corredores", dijo el máximo responsable de la SC Alfredo Binda, Renzo Oldani. "Lo que me da fuerza es que algunos ciclistas han venido a abrazarme y a decirme que volverán el año que viene". El cariño es el mejor bálsamo para la amargura.