CICLISMO

Benjamín Noval cría en casa a la nueva joya del ciclismo español: "Como padre, da un poco de vértigo que pueda destacar tan joven"

Su padre, quien fuera el gregario personal de Alberto Contador y corredor del US Postal de Lance Armstrong, analiza virtudes, defectos y sueños de la nueva sensación del ciclismo nacional.

Benjamin Noval, durante la Copa del Mundo de ciclocross en Benidorm./SPRINT CYCLING/BENIDORM CX
Benjamin Noval, durante la Copa del Mundo de ciclocross en Benidorm. SPRINT CYCLING/BENIDORM CX
José M. Amorós

José M. Amorós

Benidorm-. "Ahora no tiene ganas, va al rodillo y vuelve", nos informa Benjamín Noval, quien fuera el gregario de confianza de Alberto Contador y miembro del US Postal de Lance Armstrong, a menos de un palmo de su hijo Benja mientras le acompaña en la salida de la sala antidopaje situada en los vestuarios del pabellón Raúl Mesa de Benidorm. Se refiere a que, por cuestiones de la tensión y la adrenalina de la carrera, no ha podido completar la cantidad mínima del vasito del control y se marcha, acompañado de un vigilante, a rebajar los nervios que aún hay en su cuerpo.

Acaba de ser cuarto en la prueba junior de la Copa del Mundo de ciclocross en la capital turística de la Costa Blanca y sale serio, muy serio, porque no ha podido subir al podio. En el cuerpo, la rabia del niño al que solo le vale subir al cajón cada vez que se pone en la salida porque se ha acostumbra a estar arriba, como en el pasado campeonato nacional en el que arrasó a su generación. En su cabeza, y así se lo transmite a los miembros de su equipo, la MMR Academy, repasa los errores y cómo el miedo a las peligrosas salidas en estas pruebas le hizo ser conservador para no arruinar sus opciones por culpa de una caída, lo que a la vez le provocó tener que recuperar metros a lo largo de la prueba.

Este chaval de 16 años y ojos claros que empieza a acaparar los focos, de periodistas y de aficionados que pasean por la zona de autobuses, es la última sensación de un ciclismo español que empieza a encontrar ilusión renovada para el futuro en nombres como Pablo Torres, Héctor Álvarez o Paula Ostíz. A ellos ya se suma el hijo del 'Toro de Mieres', como se conocía a su padre en su época como ciclista, sumando éxitos en las categorías inferiores y explotando en lo mediático con el ciclocross, logrando subir a su primer podio junior de Copa del Mundo y el cuarto puesto en el Europeo siendo aún juvenil de primer año.

Noval, el hoy orgulloso papá, todavía está en la memoria popular ciclista y parece que su hijo, nacido en 2008 cuando vestía los colores de Astaná, tenía que hacer carrera en la bici y le bendijo hasta con su nombre. "Bueno, tampoco fue con esa intención", responde entre sonrisas antes de desvelar que casi se le 'descarrila' a pesar de estar rodeado de pedales: "No te creas... ¡al principio le dio por el fútbol! Luego también hizo algo de atletismo... y hubo que esperar, hasta el segundo año de infantil, para que se centrara en la bici, o al menos, a querer ir a correr carreras y a entrenar con la escuela. Era un crío y no tenía tampoco una idea de qué deporte quería, pero eso sí, siempre iba haciendo ciclismo a la vez que los otros deportes porque, como yo fui ciclista, la bici siempre ha estado muy presente en casa". Viajando unos años atrás, recuerda que "Benja empezó a andar en bici con tres años o incluso, con dos y pico".

Benjamín Noval, junto a su hijo.
Benjamín Noval, junto a su hijo.

Criado entre coches de equipo y ya con una soltura como pocas con el manillar, ahora la aventura que se presenta es la de encauzar bien las emociones y la euforia en un ciclismo que, aunque el maillot blanco de mejor joven sigue fijado hasta los 25 años, parece obligar a hacerse mayor demasiado pronto. "Yo vengo de otro ciclismo, entre comillas, y podríamos tener un largo debate sobre la incursión de la juventud en el ciclismo y de la precocidad", comienza una interesante reflexión que recorre los corrillos ciclistas en los últimos tiempos: "Llevo ya muchos años con la academia, he visto muchos corredores que han pasado por nuestra estructura y otros, que no han pasado por ella pero que he visto formarse, como son los casos de Carlos Rodríguez o Juan Ayuso, que los he visto correr a todos de junior. Y te da un poco de vértigo, como padre, el hecho de que tan joven pueda destacar y sobre todo, pediría un poco de prudencia. A él se lo digo también: 'Prudencia, pies en el suelo'. Hay que saber que hoy puedes estar arriba, pero mañana puedes estar abajo. El ciclismo es un deporte que es una montaña rusa. No siempre todo te va a salir. Esto no es me cuido, me preparo y seguro que voy a 'andar'. Muchas veces haces eso y no te salen los resultados".

Para calmar las ansias de ir más rápido de lo que debe, su padre ya no se separa de él en cada carrera y viaje: "Le apoyo mucho en el apartado psicológico, intento hablar con él e intentar que esté tranquilo, centrado y que no piense demasiado. Muchas veces, ¿sabes qué pasa? Que estos críos son chavales jóvenes, aún en categoría junior, y los referentes de ellos ahora mismo son los que han pasado de junior a profesional directos. Como Carlos, Ayuso, y Torres, o muchos que pasan a equipos continentales. Eso puede crearles ilusiones muy altas, expectativas muy altas y lógicamente, si no se ven cumpliendo los objetivos que ellos realmente quieren cumplir puede ser duro. Como puede ser el caso de Benja. [Que dice:] 'Es que tengo que ser pro en edad juvenil'. Y yo le digo: Oye, tranquilidad, tú eres de primer año, te queda el segundo y a ver cómo evolucionas, si hay salud y todo va como tiene que ir".

"Da un poco de vértigo, como padre, que tan joven pueda destacar"

Benjamín Noval

Cualidades no le faltan y lo está demostrando, pero a veces es necesario mucho más y afronta ahora una de esos momentos clave en el salto a ser profesional: "Todo apunta que tiene potencial para poder serlo, pero después ahí ya tenemos que meternos en el factor mental. No todos estos chavales están preparados para dar el paso al World Tour, irse de casa con 19 años, estar fuera del entorno de sus padres y de todo. Yo siempre le digo que puede estar preparado físicamente, pero no mentalmente. En mi caso vengo del mundillo y por eso tengo mucha prudencia, pero veo que esto le puede pasar a otros padres y otros críos que a lo mejor son muy buenos y que se puede llegar a perder un poco el norte viendo cómo está el ciclismo actual".

Un físico más ciclista que el de su padre... y hasta se cuida de más

Si el ciclocross ha sido su trampolín 'a la fama', en las próximas semanas afrontará su primera temporada junior en carretera después buenos resultados en edad cadete."No va a ser como el ciclocross, donde ya parece que tiene que ganar siempre. En la carretera, él es consciente de que le va a costar más porque la categoría junior en España es muy buena, a un nivel muy alto y con corredores muy buenos. Pienso que sí que lo va a hacer bien, intentará alguna victoria, probablemente pueda conseguirla, pero va a ser más difícil, está claro. Siempre le he dicho que hay que ser consciente que, cada salto de categoría que haces, es más difícil ganar. Y además, en carretera es muy diferente al ciclocross. Hay muchos más equipos, hay mucho más factor táctico, escapadas de tus compañeros, de otros equipos... Puedes centrar el tiro en algunas carreras y puedes hacer buenos resultados, pero yo creo que también es consciente de que es mucho más complicado ganar y dominar. Él es consciente de ello y yo se lo digo. También teníamos la incertidumbre de cómo podía adaptarse al campo junior, pero se ha visto que, por lo menos en el ciclocross, tiene el nivel para estar ahí con los mejores del mundo y veremos en carretera cómo va".

Para crecer y creer, también cuenta con buena fisionomía para completar el estándar de un buen ciclista. "La verdad que físicamente es fuerte. Él es muy diferente a mí, quizás tiene mejor físico del que yo tenía porque a mí me costaba mucho bajar peso, era un tío más grande...", analiza sin quitarle la vista de encima a las piernas apretando el rodillo. "Pero el tiempo dirá porque también a estas edades, tiene 16 años para 17, todavía puede cambiar, no sabes bien si puede llegar a ser un corredor más fuerte o menos, el físico le va a cambiar".

Y lo ajeno, muchas veces lo más difícil del día a día, también lo cuida por encima de lo normal a su 16 años. "Es muy metódico a la hora de cuidarse, de la alimentación... e incluso, a veces hay que frenarle en ese aspecto. ¿Por qué? En cuanto a que esté tranquilo, todavía es junior y no tiene que tomarse muchas cosas tan en serio. Sí en serio, pero no de una manera muy profesional". Quizás, el chascarrillo