Wilder no pierde pegada: fulmina a Helenius en el primer asalto

Deontay Wilder nació en Tuscaloosa (Alabama), pero Brooklyn es su segunda casa. El estadounidense, de 36 años, ha logrado en ese barrio de Nueva York algunos de sus mejores momentos y tiene un buen recuerdo. Además, la gente lo adora. Su boxeo no es el mas técnico del mundo, pero tiene una pegada descomunal que encandila a todo aquel que lo ve en directo. Este sábado ese aliciente se volvió a repetir. El Barclays Center se llenó y Wilder arrasó. Tardó menos de un asalto en noquear a Robert Helenius. El "Bombsquad" está de regreso.

El "Bombardero de Bronce" regresaba al ring un año después de su última derrota contra Tyson Fury. Entre medias, Wilder necesitó un retiro espiritual con bebidas alucinógenas para decidir seguir en activo. Menos mal, porque todavía le quedan grandes combates por dar. El de este sábado era un rodaje, pero para Deontay no existe esa palabra. El estadounidense salió con su estilo, un poco deslavazado, y dejó el peso del combate a Helenius. El finlandés no rehuyó ese papel y fue buscando a su oponente. Así, a falta de 13 segundos, el europeo encerró a Wilder contra la esquina y el de Alabama sacó una derecha que hizo caer a Helenius completamente inerte. No había más opción. Otro KO espectacular para su colección.

Este triunfo vuelve a colocar a Wilder en la primera línea. El pleito era una eliminatoria WBC. Al ganar debe enfrentarse a Andy Ruiz, que viene de ganar a Luis Ortiz en septiembre. El vencedor de ese futuro combate será el retador oficial al Mundial WBC. El negocio parece fácil de hacer, pero habrá que esperar a que sea el WBC quien ordene ese combate. De momento, el "Bombardero de Bronce" mandó un mensaje claro a sus rivales: "Estoy dispuesto a lo que sea: Usyk o Andy Ruiz. Estoy de vuelta. Ellos necesitan ser perfectos 12 asaltos para ganarme, pero la cantidad de tiempo que yo necesito son dos segundos". No se pudo autodefinir mejor, ante Helenius solo necesitó tres golpes conectados para noquear.