Katie Taylor y la difícil pugna por ser la número uno

La exhibición de Claressa Shields sobre Savannah Marshall todavía está en la retina de los aficionados. También lo está el combatazo que ofrecieron Katie Taylor y Amanda Serrano el pasado abril. La pugna por ser la mejor de la historia está al rojo vivo. Tras la manera en la que Shields ganó en Inglaterra hace dos semanas, la opinión de muchos sobre la estadounidense ha cambiado. Taylor siempre ha tenido un mejor marketing y su múltiples éxitos han lucido más. Fue oro olímpico en Londres 2012 (la eligieron como abanderada de Irlanda), es campeona en dos divisiones (ligero y superligero) y ha unificado el peso ligero. Casi nada, pero Shields parece ahora por delante. En el ring hay que seguir peleando por el número uno histórico y ahí va Taylor.

La irlandesa, de 36 años, tiene una pelea este sábado, a priori, sencilla. Lo lógico tras su combate contra Serrano, que fue muy igualado, hubiese sido una revancha directa. Se habló incluso, que a principios de septiembre se podría hacer en Irlanda en un estadio al aire libre… pero todo se desvaneció. ¿Veremos esa secuela? De momento parece complicado, ya que Jake Paul, promotor de Serrano, acusó a Eddie Hearn, manejador de Taylor, de comprar árbitros en el combate en el Garden. Hearn esperó disculpas del Youtuber y boxeador. No llegaron y ahora el tema está en la vía judicial. Además, la de Puerto Rico tiene entre ceja y ceja unificar el peso pluma, la categoría en la que realmente está cómoda. En el corto plazo, parece difícil, aunque las dos lo necesitan: Serrano para igualar la balanza y Taylor para esa dura pugna con Shields.

En esa cuenta imaginaria, Karen Carabajal (19-0, 2 KO) no suma demasiado, pero la irlandesa no puede quedarse parada. Necesita actividad. En Londres estelarizará el evento (los españoles Kiko Martínez y Mari Romero estarán en el undercard), seguirá sumando victorias, defensas del campeonato unificado (será la séptima) y continuará acrecentando su leyenda hasta que salgan los grandes combates. En la lucha por ser la mejor de la historia no hay tiempo que perder.

Carabajal es una desconocida para el gran público. La argentina, de 32 años, ha sido elegida, principalmente, por tres motivos: está invicta, sube de peso para el pleito (es superpluma) y no goza de una gran pegada. Siempre ha boxeado en su país y nunca ha pasado del nivel continental (es campeona de Sudamérica). Su nivel está lejano, al menos sobre el papel, de Taylor, pero nunca te puedes fiar de alguien que tiene un pasado tan duro como ella. Empezó a boxear con 16 años y siempre lo ha compaginado con estudios o trabajo. Es graduada en psicología, tiene un master en ayuda a drogodependientes y trabaja para el gobierno argentino tutelando a jóvenes con adicciones. Esa vocación le llegó por su adolescencia, en la que tuvo que convivir con su padre, alcohólico, después de que su madre se marchase a otra ciudad. Su resiliencia la llevado a ser este sábado retadora a una de las mejores púgiles de la historia. La llamada reconoció en Clarín que le "llegó sin esperarlo", pero para ella es su pasaporte para historia. No quiere dejarlo escapar.