BALONMANO

Javi Díaz, el 'abuelo' de la Asobal que vive rodeado de universitarios

El portero del Cangas, a sus 47 años, comparte equipo con estudiantes que nacieron una década más tarde de su debut en la liga.

Javi Díaz en un partido con el BM Cangas. /CEDIDA
Javi Díaz en un partido con el BM Cangas. CEDIDA
Óscar Méndez

Óscar Méndez

"Me levanto muy temprano, desayuno con mi hijo, lo llevo al colegio, entreno con mi equipo y luego me encargo de la casa. Acto seguido voy a recoger al pequeño y por la tarde vuelvo a entrenar junto a mis compañeros. En realidad no paro en todo el día". Así describe Javi Díaz, portero del Balonmano Cangas, una jornada cualquiera en su día a día. El paso de los años no le ha hecho perder la ilusión por un deporte que le ha dado todo en su vida. Y a sus 47 años sigue entregado a la profesión que le ha acompañado las últimas tres décadas.

Nacho Salgado compagina deporte y estudios. A sus 19 años tiene claro que necesita seguir formándose por si el balonmano no le da de comer muchos años pese a que tiene el ejemplo a escasos metros. "Normalmente entrenamos por la mañana y por la tarde. En mi caso, voy al gimnasio muy temprano, luego pongo rumbo a la Universidad, como allí, vuelvo corriendo a entrenar por la tarde y ya por último me voy a casa a estudiar… Es duro porque llegas cansado y con pocas ganas de dedicarle más horas, pero es lo que toca", asegura. Javi y Nacho son compañeros de equipo pese a tener vidas completamente distintas.

Como tantos otros, Díaz comenzó jugando al fútbol y no fue hasta la adolescencia cuando optó por el balonmano impulsado porque allí era donde estaban todos sus amigos. Y la decisión no pudo ser más acertada. Debutó en Asobal con 17 años y 30 años después sigue en el mismo lugar. Chapela, Teucro, BM Cantabria, Academia Octavio, Villa de Aranda, Atlético Valladolid y Balonmano Cangas han sido sus equipos. Este último desde 2018, aunque no estaba previsto que se alargase tanto.

"Dejaba Valladolid hace un lustro con la idea de retirarme. Al día siguiente me llamó el Cangas y me convenció del proyecto, aunque yo venía con la idea de estar solo un año", reconoce el portero, que no tiene claro cuando será su último partido. "Ahora ya no me planteo nada. Al acabar la temporada me doy 15 días para valorar todo: partidos, concentraciones, viajes… Si veo que sigo aportando, que no soy una comparsa, pues me planteo seguir", añade.

Referente de los jóvenes

Salgado, sin embargo, está empezando su carrera. Internacional juvenil con España, le ha tocado vivir la cara amarga del deporte, la de las lesiones. "Tuve que pasar por el quirófano porque sufrí tres luxaciones en el hombro y una tendinopatía en el tendón rotuliano. Ahora por fin empiezo a ver la luz al final del túnel. Ha sido duro, sobre todo a nivel psicológico", asegura el jugador del Cangas, que ve en Javi Díaz un referente en el que fijarse. "Es un ejemplo dentro y fuera de la pista. Es el primero en llegar por la mañana y a nosotros nos trata muy bien, nos aconseja mucho… Es como un padre, pero también es un amigo", señala Nacho.

Y es que el veterano portero se ha ganado el cariño de todos. "Su mentalidad no es la de un señor de 47 años, sino que es uno más del grupo. Cuando nos tiene que poner firmes nos lo deja claro, pero siempre con intención constructiva y para que mejoremos. Nosotros somos jóvenes y no siempre estamos completamente centrados y él nos dice las cosas cómo son", explica Salgado.

Díaz, por su parte, también está encantado con el grupo de compañeros que tiene. "Cuando tengo que estar serio con ellos, lo hago, y si no pues me uno a la fiesta. A veces te dan ganas de pegar un collejón cariñoso a más de uno, pero optas por darles consejos para que no cometan errores que tú has podido cometer o que has visto", asegura el portero.

Nacho Salgado con el BM Cangas.  CEDIDA
Nacho Salgado con el BM Cangas. CEDIDA

A Javi Díaz le ha tocado vivir todo tipo de cambios en el balonmano. Tanto con lo que ocurre dentro de la cancha como la preparación que existe fuera de ella. Aunque para él lo más relevante tiene que ver con el nivel individual de los jugadores. "El balonmano ha avanzado muchísimo, tanto en la preparación física, como en la psicológica. Ahora se juega mucho más rápido, pero creo que se ha perdido talento respecto a los que había a principios de los 2000. El balonmano ahora es mucho más físico", reconoce el portero, que no oculta que cada año le cuesta un poquito más encontrar su pico de forma. "Voy como los tractores, poco a poco. Por edad siempre voy de menos a más y tardo más en coger velocidad de crucero. Necesito más tiempo que los chavales de 25 años", explica.

Hoy volverá a defender la portería del BM Cangas en el derbi ante el Cisne. Lo hará tras conseguir una victoria "importantísima" la jornada pasada frente al Anaitasuna y lo hará en O Gatañal, que ya es su hogar. "Yo vine aquí con equipos rivales y era silbado. Pasar de eso a que ahora coreen tu nombre pues es un absoluto orgullo", reconoce Díaz. Y es que el público del equipo pontevedrés es único. "O Gatañal es algo espectacular y algo que nos hace únicos en España. Somos un club humilde y ves que podemos competir contra cualquiera gracias a nuestra gente", añade Salgado.

Lo que todavía no tiene claro el portero es qué pasará una vez se retire, pero sí sabe que le dará mucha pena dejar el balonmano. "Pasaré de hacer mi hobby a ponerme a trabajar y eso va a ser duro, no lo de ahora, que lo considero un privilegio. Seguramente seguiré ligado al balonmano de alguna manera para devolverle todo lo que me ha dado, aunque de entrenador sí que no me veo", concluye.