La revalorización de Yankuba Sima tras la Supercopa: "Está claro que cuando tienes tantos recursos, te tienes que poner las pilas"

Murcia.- Cuando este domingo sonó el bocinazo final en el Palacio de los Deportes de Murcia, todo se tiñó de verde. La fiesta de Unicaja empezaba, de forma oficial, tras proclamarse nuevo campeón de la Supercopa Endesa. El segundo título (tras la Intercontinental) en menos de una semana; el cuarto, en sólo año y medio. Por eso que en ese momento hasta el presidente de Unicaja, Antonio López Nieto, diese saltos de alegría como uno más no resultaba extraño. Sin embargo, en medio de toda esa multitud, lo que también había era muchos abrazos. Y en eso, el protagonista era uno de los jugadores que, sin ningún tipo de duda, había resultado clave para que la fiesta tuviese acento andaluz. Yankuba Sima (Girona, 1996) había firmado un partido descomunal.

Su actuación fue inmensa ante uno de los rivales más difíciles (Edy Tavares) y se produjo en un momento clave para él. Y es que dada la plantilla de Unicaja, el pívot ha demostrado que sabe aprovechar a la perfección las oportunidades cuando le llegan. Aunque, como reconocía mientras atendía a Relevo sobre el parqué murciano, "ganar en conjunto es lo importante".

"Llevamos dos años muy buenos. Hemos jugado cinco finales y cuatro semifinales, o sea que estamos compitiendo por todos los títulos. Este equipo es especial y lo está demostrando y ojalá siga en esta línea", admitía el pívot, que consiguió minimizar el juego interior del Real Madrid durante la final, para acabar como el segundo jugador más valorado de los de Ibon Navarro: 14 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 3 robos, 2 mates, 18 de valoración y un +16 con él en pista (el mejor +- de todo Unicaja). Una actuación que, sin duda, llega en el mejor momento posible.

El amplio juego interior que tiene el equipo de Ibon Navarro (ya se sabe lo de la 'queja' por los siete pívots) hace que los descartes tengan que salir de este. Y ahí, Sima fue uno de los nombres que más se estuvo comentando desde la llegada de Balcerowsky. Pero si algo ha dejado claro el gironí es que se está ganando a pulso que su técnico siga confiando en él. "Está claro que cuando tienes tantos recursos, un equipo de 14 jugadores, te tienes que poner las pilas y ya está. Pero no es que ninguno tengamos un rol marcado aquí, los 14 jugamos, vamos rotando y eso es lo importante. Muchas veces ganamos partidos porque tenemos mucho fondo de armario y los 14 jugadores que tenemos, todos aportan mucho y cosas diferentes. Entonces creo que hay que seguir en esta línea", reconoció a Relevo.

Para Sima, el secreto de Unicaja tiene nombre y apellidos, "Ibon al final es el capitán del barco. Es el que nos guía y el que hace que esto funcione, así que mucho mérito para él", admite, pero la clave también está en que hay muy buen ambiente dentro del vestuario. "Es el buen rollo, nos conocemos mucho, somos muy generosos porque todo el mundo entiende que es un gran equipo y que el ganar en conjunto es lo importante. Creo que hay un grupo de tíos geniales, que nos llevamos superbién y eso es parte del éxito que tenemos".

Ahora, lo que tiene claro el pívot, más allá de lo "indescriptible" y la "alegría gigante" que supone para él "seguir ganando títulos" -"yo ya llevo cuatro en menos de dos años y es una locura", asegura-, es que lo más importante está en tener "los pies en el suelo". Y mantener el apoyo de la afición, que es un factor imprescindible para ellos: "Notamos mucho el apoyo de la afición en las redes sociales, en las calles, nos siguen en partidos cuando jugamos fuera… Creo que es muy importante que nos sigan apoyando. Estamos muy agradecidos y, ahora, pues a disfrutar con ellos".