NBA

Wembanyama y el arte de perder a propósito: ¿qué es el tanking y cuáles son sus peligros?

Con el francés en el horizonte, muchas franquicias NBA se plantean no ganar con el objetivo de conseguir al número 1 del draft.

Victor Wembanyama firma un autógrafo durante su gira por Estados Unidos. /GETTY IMAGES
Victor Wembanyama firma un autógrafo durante su gira por Estados Unidos. GETTY IMAGES
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

En el deporte, sea amateur o profesional, el objetivo siempre es el mismo al final: ganar. Competir por conseguir la victoria, demostrar quién es el mejor. La NBA es un ejemplo claro donde los 30 mejores equipos del planeta, compuestos por los mejores jugadores del mundo, se enfrentan noche tras noche con el propósito de llevarse el triunfo. Pero no siempre es así. Mientras unos luchan por ganar el anillo, otro sector de la liga practica el tanking.

¿Qué es el tanking? Es una práctica habitual en el deporte americano por la que los equipos no buscan victorias con el objetivo de caer en la clasificación. En ligas cerradas donde no hay ascensos ni descensos, ser último tiene premio. Cuanto peor quede una franquicia en la temporada regular, más opciones tiene de elegir en la primera posición en el siguiente draft, donde llegan las promesas que marcarán el futuro de la liga. Cuanto peor resultado, mejores posibilidades de tener una elección más alta.

Los tres peores equipos tienen las mismas opciones de conseguir el primer pick.

 En el caso de la NBA, el orden de selección del draft lo marca una lotería y las opciones de cada franquicia en dicha lotería están establecidas por la liga. Todos los equipos que quedan fuera de los playoffs, los 14, forman parte del sorteo con porcentajes descendiendo del primero hasta el décimo cuarto. Por poner un ejemplo, el equipo con peor récord tiene un 14% de opciones de elegir primero, se mueve entre el 13.4% y 12% entre el pick dos y el cuatro y es imposible que salga por debajo del cinco.

El tanking es una práctica que lleva años en la competición, y que seguramente alcanzó su cota máxima de popularidad con los Philadelphia 76ers de la última década, un equipo que llegó a ganar 19, 18 y 10 partidos en temporadas consecutivas con el objetivo de tener elecciones altas e iniciar un nuevo proceso. Los famosos Sixers y su logo Trust the Process. De sus selecciones llegaron Joel Embiid, Ben Simmons y Markelle Fultz. Solo el camerunés sigue en la franquicia y a día de hoy, todavía no han superado la segunda ronda de los playoffs.

¿Es el tanking la solución?

La NBA ha trabajado duro para que la respuesta sea simple y llanamente que no. Con los años ha ido mejorando el sistema de la lotería para que los equipos dejen de tankear tan descaradamente. En la actualidad, con el último cambio aplicado en 2019, los tres peores equipos tienen las mismas opciones de conseguir el primer pick y hasta cinco franquicias están por encima del 10%. Se han igualado las probabilidades para que no volvamos a ver a un equipo perder más de 70 partidos en una temporada.

Victor Wembanyama en una rueda de prensa. GETTY IMAGES
Victor Wembanyama en una rueda de prensa. GETTY IMAGES

En casos como este año, donde el objetivo es única y exclusivamente elegir primero, con Victor Wembanyama esperando como el gran premio, la diferencia entre ser el peor o uno de los peores no es tan alta. Sobre todo porque lo que importa en el próximo draft es tener el primer pick. Desde el nuevo formato, la lotería todavía no la ha ganado el peor equipo de la temporada: dos veces el segundo peor, una el tercero y en 2019 los Pelicans, con el séptimo peor récord de la liga.

O por ponerlo de otra manera, el peor equipo de la NBA tiene un 86% de opciones de no conseguir a Victor Wembanyama, una cifra que estadísticamente, parece muy alta. Por suerte, el premio de caer a la segunda elección es un premio de consolación bastante interesante en la figura de Scoot Henderson, e incluso el resto de elecciones en el top-10 apuntan a ser jugadores muy importantes en el futuro de la liga. ¿Pueden alguno de ellos llevar a un equipo al anillo? Solo el tiempo lo dirá.

¿Funciona el tanking para ganar?

Hagamos un ejercicio de retrospección. En los últimos 30 años, desde 1992, ha habido 150 jugadores elegidos entre los cinco primeros en su draft, que es el objetivo del tanking. De los 150, solo seis han conseguido ganar el anillo con su franquicia sin ser traspasados y solo cuatro de ellos eran titulares en el equipo: Tim Duncan, Dwayne Wade, Tristan Thompson y Kyrie Irving (los otros dos son Darko Milicic y James Wiseman). Hay 25 que siguen en su equipo todavía y podrían llegar a hacerlo, pero la lista es muy corta y exigente.

Thompson y Kyrie necesitaron a LeBron y Wade tuvo la ayuda de Shaquille O'Neal, dos de los mejores jugadores de la historia. Duncan lo hizo hasta en cinco ocasiones. Sea quién sea el equipo que draftee a Victor Wembanyama, siempre va a existir la duda de si van a poder rodearle con el suficiente nivel como para luchar por el anillo en la NBA más exigente de la historia. Porque para competir por el título ya no vale una superestrella, solo hay que mirar los últimos campeones.

Desde 2000, la mayoría de MVP de las finales de la NBA han llegado vía agencia libre o traspaso. Once de los 23 fueron agentes libres que decidieron firmar con una nueva franquicia (LeBron James en Los Angeles el último), y otros cuatro fueron traspasos, como Kawhi Leonard en Toronto. Y hay más jugadores elegidos fuera del top-5 (Steph Curry, Giannis Antetokounmpo, Dirk Nowtizki, Paul Pierce y Tony Parker) como dentro de él (Dwayne Wade y Tim Duncan en dos ocasiones). Elegir un top-5 no te asegura un anillo.

Tim Duncan, ganador de cinco anillos con los Spurs. GETTY IMAGES
Tim Duncan, ganador de cinco anillos con los Spurs. GETTY IMAGES

Los favoritos para hacerse con el francés son seis: Houston Rockets, Oklahoma City Thunder, San Antonio Spurs, Utah Jazz, Indiana Pacers y Orlando Magic. Algunos, como Thunder, Rockets o Magic, ya llevan algunos años en la parte baja de la tabla, mientras que San Antonio, Indiana y sobre todo Utah son nuevos en el arte de tankear y hasta hace poco competían por los playoffs. Eso sí, ninguno de ellos tiene, ahora mismo, un jugador del nivel de O'Neal o LeBron James.

El draft es una vía para construir un equipo, pero no se puede considerar ni la más rápida ni mucho menos la más eficiente. Hay otros factores que influyen, como el mercado en el que está situada la franquicia o la paciencia del propietario y aficionados a la hora de no competir por ganar, pero tankear no es siempre la solución. Aunque viendo jugar a Victor Wembanyama muchos se lo estén planteando.