La sorprendente retirada de AJ Griffin a los 21 años ya tiene explicación: "Lo dejo para seguir a Jesús"

AJ Griffin quizás no suene a nombre especialmente mediático en España, pero sí ha pasado al primer plano gracias al anuncio de su retirada como jugador profesional a los 21 años. Una noticia sorprendente a todas luces, ya que firmó grandes números en su primera temporada en la NBA y se convirtió en el primer rookie desde Toni Kukoc en anotar dos canastas ganadoras. Méritos más que suficientes para hacerse un hueco durante años en el campeonato. No hay más que ver que, por ejemplo, Usman Garuba logró tres años de contrato en Estados Unidos sin tener apenas participación. Pues bien, ahora el mismo jugador es el que ha dado explicaciones de por qué abandona el deporte de su vida. Explicaciones sorprendentes, ya que se trata de una decisión tomada para seguir a Dios.

"Dejé el baloncesto para seguir a Jesús. Dejar el baloncesto me ha permitido dedicarme al ministerio (a la Iglesia) a tiempo completo y servir verdaderamente al Señor con todo mi corazón", revela el ya exjugador. Pese a que contaba con un gran futuro por delante y la posibilidad de continuar jugando, ha tomado una valiente decisión, siempre fiel a sus creencias. Una devoción incuestionable al renunciar a millones de dólares que le habrían garantizado tanto a él como a su familia un futuro asegurado.

El escolta, además, gozaba de un gran cartel en la mejor liga de baloncesto del mundo. Fue elegido en el número 16 del Draft de 2022 por Atlanta Hawks, un equipo ideal para crecer por su estilo alegre centrado en la anotación y por la juventud generalizada en su plantilla. Además, llegaba tras una experiencia universitaria gratificante, compartiendo equipo con Paolo Banchero, el que sería después número 1 de la lotería y actual estrella en ciernes del campeonato.

Griffin era un jugador destacado de aquella camada, jugando para una universidad de prestigio y formando parte del quinteto ideal de su conferencia. Su talento no cayó en saco roto. Con los Hawks no se consolidó como jugador de élite, pero sí como un complemento absolutamente válido. Mostró sangre fría, capacidad de anotación y un posible futuro como jugador clutch, gracias a sus dos tiros ganadores a Toronto Raptors y New York Knicks.

Ya no solo los metió, sino que su equipo le permitió tirarlos, algo que no está al alcance de todos. Pero quién sabe qué sucedió en su segundo año, donde desapareció de la rotación. Por supuesto, influyó la dupla Dejounte Murray-Trae Young, dos jugadores habituados a tener mucho balón en las manos. Aunque debe haber gato encerrado, más allá de lesiones, ya que sus estadísticas se redujeron exponencialmente y pasó a ser un fondo de banquillo residual.

No obstante, ese no ha sido su fin. A sus 21 años y tras un buen año, podría ser un fichaje interesante para decenas de equipos en la liga, desde los aspirantes a la zona baja para tratar de pescar un diamante en bruto como, incluso, para algún equipo de élite que quiera sumar talento a precio asumible. AJ Griffin ha decidido tomar otro camino y cumplir su voluntad: seguir la palabra de Dios y colgar las botas. Un servicio a la Iglesia a tiempo completo.

Los Hawks optaron este mismo verano por traspasar al jugador a Houston Rockets, que le ha cortado. Es algo que no es tan extraño: así actúan las franquicias en ocasiones para reducir masa salarial o preparar otros movimientos. El equipo texano le inscribió en la Summer League, donde disputó cinco partidos. Es decir, a priori, contaban con él. Más tarde, se reveló que su adiós se debía a "razones personales y familiares", como apuntó Shams Charania, nuevo gurú por excelencia de la NBA tras la retirada de Wojnarowski.

El jugador, que ahora ha revelado en su canal de YouTube que el motivo de su retirada es dedicarse a Dios, ya había dado síntomas de su absoluta devoción. El icono del canal de su plataforma es el nombre de Jesús junto a una corona y cuenta con vídeos titulados como "¿estás preparado para conocer al Rey?", estudiando la Biblia o anunciando la llegada de Jesús.