NBA

Los Phoenix Suns se convierten en la segunda venta más cara del deporte: 4.000 millones de dólares

Mat Ishbia, empresario inmobiliario, compra la franquicia de Arizona tras el escándalo que apartó a Robert Sarver.

Chris Paul y Devin Booker, las dos estrellas de los Phoenix Suns./Reuters
Chris Paul y Devin Booker, las dos estrellas de los Phoenix Suns. Reuters
Guillermo García

Guillermo García

La NBA se ha convertido en una fuente inagotable de recursos económicos y de negocio. El campeonato estadounidense sigue siendo la gallina de los huevos de oro y como tal atrae a un gran número de inversores que sigue apostando por ella, como se ha demostrado con la venta de los Phoenix Suns.

El escándalo que salpicó a Robert Sarver y que le valió un año de suspensión en sus funciones como propietario de una franquicia de la NBA ha precipitado la venta del equipo de Arizona. El accionista mayoritario del RCD Mallorca, acusado por sus empleados de abuso de poder y uso de lenguaje sexista y racista contra trabajadores de la franquicia, ha aceptado la oferta de Mat Ishbia para traspasar los Suns y las Mercury por un total de 4.000 millones de dólares.

Las 10 ventas más caras del deporte

  • Denver Broncos: 4.650 millones de dólares
  • Phoenix Suns: 4.000 millones
  • Brooklyn Nets: 3.300 millones
  • Chelsea 3.100 millones
  • New York Mets: 2.400 millones
  • Carolina Panthers: 2.275 millones
  • Houston Rockets: 2.200 millones
  • Los Angeles Dodgers: 2.150 millones
  • Los Angeles Clippers: 2.000 millones
  • Manchester United: 1.500 millones

"Estoy entusiasmado con ser el siguiente dueño de los Suns y las Mercury", explicó Ishbia a través de un comunicado. "Ambos equipos tienen una base de aficionados dinámica y me ha encantado la energía del valle estos últimos meses". El banquero, que mantiene una gran relación con Adam Silver, ha hecho su fortuna a través de préstamos hipotecarios y fue parte de los Spartans de Michigan State que conquistaron la NCAA en el año 2000.

La venta de los Suns supone un nuevo récord para la NBA. Sarver, que compró el equipo en 2004 por 401 millones de dólares, ha multiplicado por 10 el valor de venta de la franquicia de Arizona y sólo se sitúa por detrás de los Denver Broncos, que fueron vendidos el pasado verano por un montante de 4.650 millones de dólares. Hasta ahora la mayor cifra pagada por una franquicia de la NBA eran los 3.300 millones que Joe Tsai pagó por los Brooklyn Nets en 2018.

 

Se trata de la novena franquicia en la historia de la NBA cuya venta supera los mil millones de dólares. Además de los mencionados Nets, Houston Rockets (2.200), Los Angeles Clippers (2.000), Utah Jazz (1.600), Minnesota Timberwolves (1.500), Toronto Raptors (1.300) y New York Knicks (1.100) completan el listado de las mayores ventas en la liga y que ahora quedan superadas por la compra de los Suns por parte del ex jugador de Michigan State.

"El baloncesto está en el centro de mi vida, desde mis días de instituto hasta ganar el título nacional con el honor de jugar para el entrenador Izzo en Michigan State", explicaba él mismo Ishbia en el comunicado que envió a los medios de comunicación. Ahora sólo queda que la NBA haga oficial la compra de los Suns y que podría llegar el próximo martes 27 de diciembre.

Fin a la era Sarver

La venta del equipo de Phoenix se produce apenas dos meses después de que Robert Sarver fuera sancionado por la NBA con 10 millones de dólares de multa y la suspensión de sus funciones durante un año como dueño de la franquicia de Arizona, así como de las Phoenix Mercury. La liga decidió castigar al multimillonario tras una investigación de ESPN en la que se revelaba el tóxico ambiente laboral vivido por los empleados de la franquicia, que incluye abusos verbales, maltrato de empleadas embarazadas y casos de amenazas por parte de importantes directivos.

"Palabras de las que ahora me arrepiento profundamente manchan casi dos décadas en las que he construido unos equipos que unieron a la gente"

Robert Sarver Ex propietario de los Phoenix Suns

Entre las revelaciones de la investigación se concluyó que Sarver usó en al menos cinco ocasiones un gravísimo insulto racista contra la población afroamericana. La liga también determinó que Sarver hizo muchos comentarios sexistas y derogatorios sobre mujeres. En este contexto, Sarver decidió vender las franquicias de baloncesto.

"Palabras de las que ahora me arrepiento profundamente manchan casi dos décadas en las que he construido unos equipos que unieron a la gente, e hicieron más fuerte la zona de Phoenix", afirmó entonces, tras una de las páginas más oscuras del baloncesto estadounidense y que ahora toca a su fin.