PACERS 129 - CAVALIERS 109 (3-1)

Unos Pacers sin piedad someten a los Cavaliers, que necesitan de una gesta 'Lebronesca' para resucitar

Indiana, que llegó a ganar por 41 puntos, deja a los Cavs al borde del abismo. Los de Ohio ya saben lo que es remontar un 3-1 en contra tras hacerlo ante los Warriors en las Finales de 2016.

Ben Sheppard deja una bandeja en la canasta de los Cavaliers./Reuters
Ben Sheppard deja una bandeja en la canasta de los Cavaliers. Reuters
Agencia EFE

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Los Indiana Pacers humillaron este domingo por 129-109 a los Cleveland Cavaliers, líderes del Este, que quedan al borde del abismo con un 3-1 en contra en su serie de semifinales de conferencia.

Un resultado prácticamente imposible de remontar, ya que que solo se ha logrado en 13 ocasiones de 293 en la historia de la NBA. Pero una de ellas fue protagonizada por los Cavs. Y terminó con el anillo en sus dedos. Fue en 2016 cuando, liderados por LeBron James, dieron la vuelta a la final de la NBA ante los Warriors para conquistar su único título de la NBA.

Los Pacers iban 41 arriba al descanso, un auténtico baño que se plasmaba en un 80-39 en el marcador.

Las malas noticias se acumularon al descanso para unos Cavaliers gafados, que perdieron a su estrella, Donovan Mitchell por una lesión en el tobillo sufrida mientras salía a calentar.

Pascal Siakam anotó 21 puntos para los Pacers, Myles Turner aportó 20, los mismos que Obi Toppin. Tyrese Haliburton, que había tenido un último partido funesto, anotó 11 puntos con 5 rebotes y 5 asistencias.

Para Cleveland, Darius Garland, en su segundo partido tras volver de la lesión en el pie, anotó 21 puntos. Isaac Okoro hizo 13 y Donovan Mitchell 12.

El quinto partido de la serie se jugará el martes en Cleveland. Si fuese necesario, el sexto sería el jueves en Indianápolis.

Los 'Cavs' habían ganado el duelo anterior en Indiana tras caer en los dos primeros en Cleveland, una victoria que dio aire a uno de los favoritos al anillo después de terminar como el mejor equipo del Este en la temporada regular.

"Fue un dominio absoluto por su parte, esa es realmente la historia", dijo Atkinson en rueda de prensa tras un partido marcado por la tangana entre Bennedict Mathurin y Hunter y que terminó con el jugador de los Pacers expulsado por una falta flagrante tipo 2.

"Nos superaron en todos los aspectos. No fue una cuestión táctica ni nada por el estilo; nos dominaron en cada faceta del juego. Por eso el marcador refleja una diferencia de veinte, o más bien treinta puntos", añadió. "Llevaron su juego a otro nivel y nosotros no estuvimos a la altura. Sabíamos que podía pasar, lo habíamos hablado, tratado de preparar al equipo mentalmente, pero por la razón que sea, ellos subieron una marcha más", dijo.