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El Oeste domina la NBA en la mayor dictadura entre conferencias en 60 años

Ha ganado el 70% de los duelos directos entre franquicias de ambas conferencias.

Imagen del último Cleveland Cavaliers - Golden State Warriors./AFP
Imagen del último Cleveland Cavaliers - Golden State Warriors. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Se cumplen algo más de tres semanas de NBA. La mejor liga del mundo arrancó el pasado, alrededor de 13 partidos para cada franquicia. Los hay, como Cleveland, que todavía no han perdido. Los hay, como Philadelphia y Milwaukee, que han empezado peor de lo que todo el mundo esperaba. Y ahora mismo el común denominador es que la conferencia Oeste es superior a su vecina. Superior es un eufemismo que se queda corto: cada vez que se enfrentan, el Oeste aplasta a sus rivales. Y con los números en la mano, hay una diferencia que no se veía desde 1960, cuando no existían las conferencias todavía.

En lo que va de curso, ha habido ya 50 duelos entre un equipo de cada conferencia. Franquicias de arriba, de mitad de la tabla, y de abajo, todas se han visto con todas. Y hasta la fecha, el Oeste se ha llevado 35, lo que equivale a un desproporcionado 70%. Los equipos de la conferencia Este han podido ganar solo 15 encuentros, y únicamente Cleveland (3-0) y los Nets de Jordi Fernández (3-1) tienen balance positivo ante rivales de la otra conferencia. Otra medalla para lucir de Brooklyn y el primer año del entrenador español. Al contrario, ocho equipos tienen un récord negativo contra el Oeste, y eso incluso al campeón, que perdió su único partido ante los Warriors.

Al otro lado del espectro, doce de los quince equipos del Oeste tienen balance positivo contra equipos del Este y otros dos, Portland y Utah, un récord del 50%. Solo los Pelicans (2-4) son la oveja negra de una tendencia que viene de largo, pero que se ha exagerado de una manera en los últimos años. Desde 1999, el Oeste ha dominado cada temporada salvo en 2009, 2022 (donde la diferencia fue literalmente un partido) y 2023. Y en las tres acabó ganando el equipo uno de la conferencia Oeste: Lakers, Warriors y Nuggets respectivamente. Pero si bien la gente puede pensar que la costa del Pacífico ha sido la mejor, la historia dice lo contrario.

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Desde 1950, cuando empezó la NBA con ese nombre, hasta 1970, la división Oeste solo ganó tres temporadas por 18 de la rival. Eso incluye el 70.8% que lograron en 1960, la desigualdad más alta nunca vista. Y tras repartirse la siguiente década con un 7-2 para el Oeste, el Este volvió a dominar en los ochenta con 10 temporadas consecutivas. El efecto de Larry Bird y los Celtics y los Pistons, además del inicio de Michael Jordan y sus Bulls. La retirada de MJ coincide con el final del Este como potencia y el inicio de una revolución que se mantiene. Hay que analizar muchos motivos detrás, pero la tendencia es clara, y cada vez más desequilibrada en lo que va de milenio. Y entre los factores, la nueva NBA, los impuestos, el sueño americano y la ineptitud de gerencias y propietarios. Todo desde la implementación de la agencia libre.

Para empezar, el tamaño de los mercados respecto al pago de impuestos. El Oeste tiene ahora mismo tres franquicias en Texas, sin impuestos por salario, y se viene una más en Nevada. Dos en mercados mayúsculos, como Dallas y Houston, y otra con muchísima historia reciente como San Antonio; ¿el Este? Miami y Orlando, fin de la lista. Los Heat son atractivos, pero Orlando nunca ha sido un destino de agentes libres. En parte por el segundo punto: la capacidad de gestión.

A la hora de pensar en los peores general managers o propietarios, la mayoría de nombres salen en el Este. Equipos que no saben salir del pozo. Entre los ocho peores récords en el siglo, siete son del Este, y el octavo, Minnesota. Malas elecciones del draft, movimientos precipitados y arriesgados, poca paciencia con entrenadores y un sinfín de decisiones sin sentido. En esa lista se pueden colar Sacramento o los Suns pre-Devin Booker, pero son anomalías. Y eso sin entrar en los Sixers del proceso, con algo más de un lustro perdiendo por hobby. Once de los quince equipos con balance negativo son del Este, ocho de los diez mejores del Oeste. En parte porque tienen mejores jugadores. 

En los últimos 26 años, desde 1999, el Oeste ha tenido cada temporada como un reloj más jugadores en los quintetos All NBA. El récord son doce, en 2015, cuando Pau Gasol en Chicago, y LeBron y Kyrie en Cleveland, fueron los únicos representantes del Este. El año pasado fueron solo 11. ¿Cómo puede ser que el Oeste siempre consiga mejores jugadores? Bueno, si los impuestos y la gerencia no son suficientes, California representa el sueño americano, y el estado tiene cuatro franquicias NBA. Dos están en Los Angeles, Lakers y Clippers, y los Warriors se mudaron a San Francisco en 2019 tras décadas en Oakland. Suena más atractivo que jugar en Detroit, Cleveland o Milwaukee.

Las ciudades del Este, salvo las cuatro más recientes (Charlotte, Miami, Orlando y Toronto), representan historia de Estados Unidos, nombres como Boston, Atlanta o Chicago. El Oeste es la expansión modernista en Portland, el crecimiento de Denver y Phoenix o incluso la revolucionaria New Orleans. El clima es mejor, la vida es mejor, las oportunidades de negocio son mejores, y solo New York puede competir contra ello. Y además, tienen ese pedacito de suerte necesario: los Spurs tienen el pick #1 y sale Wembanyama; le toca a los Hawks, y el elegido es Zaccharie Risacher. Si uno de los dos tiene que ayudar a que la balanza se mueva, todo parece indicar que será el alien que continúe con la dictadura del Oeste.