Mimbres de dinastía: el futuro de los Nuggets está atado y bien atado
Denver tiene a sus estrellas con contrato por dos años más, solo dos agentes libres importantes y a Nikola Jokic para soñar.

Cada movimiento que los Nuggets han hecho en el último lustro ha sido pensando en este momento. En cómo trabajar tras ganar el primer anillo. Desde el traspaso de Aaron Gordon, la elección de Michael Porter Jr y su posterior extensión pese a los problemas de lesiones en la espalda o las firmas en agencia libre de Jeff Green y Bruce Brown. Cada llegada, salida, firma y renovación ha sido pensando en cómo poder proteger un proyecto que tarde o temprano iba a estar compitiendo por el anillo, y en qué pasaría después de ganar. Porque lo difícil no es ganar uno, es crear una dinastía, pero Mike Malone ya avisaba: "Hemos ganado uno, ganaremos otros".
Tienen todo a favor para intentarlo. Para el año que vienen mantienen en la plantilla a casi toda la rotación: Nikola Jokic, Jamal Murray, Michael Porter Jr, que juntos suman 114 millones de dólares, además de Aaron Gordon ($22 millones), Kentavious Caldwell-Pope ($14.7) y Christian Braun, en contrato rookie. De los ocho jugadores que más minutos han disputado con Denver, solo dos son agentes libres: Bruce Brown Jr, que tiene una opción de jugador para extender su contrato que rechazará en los próximos días y seguramente salga al mercado a buscar una oferta mayor, y Jeff Green, una pieza sustituible en la pista pero importante en el vestuario. También Zeke Nnaji, Peyton Watson y Vlatko Cancar tienen contrato para el año que viene además de dos picks de segunda ronda: #37, recién conseguido, y #40.
Y es que en mitad de las finales, la gerencia de los Nuggets estaba buscando moverse en el mercado. Salió la oportunidad de convertir un pick de 2029 de primera ronda en tres elecciones a corto plazo (#37 este año, primera ronda de 2024 y segunda ronda de 2024) y apretaron el gatillo. Porque el momento es ahora, cuando Nikola Jokic está en el pico competitivo de su carrera, amarrado bajo contrato por al menos cuatro temporadas más junto a Jamal Murray, MPJ y Gordon. El núcleo del equipo tiene contrato hasta el final del curso 2025. Se tiene que usar la ventana para ganar de un grupo que ya ha demostrado que puede, y que quiere más. Y van a tener, como principal enemigo, el nuevo convenio colectivo.
Porque los Nuggets serán uno de esos equipos que a partir de 2025 van a tener que tomar decisiones importantes para la franquicia. El nuevo acuerdo entre asociación de jugadores y propietarios será muy estricto con los equipos que gasten por encima del impuesto de lujo y de un recientemente creado segundo escalón taxativo. En caso de superar los $181 millones de dólares en salarios este año, los equipos pierden oportunidades de mejorar la plantilla usando excepciones, traspasos o rondas de draft a futuro. Los Nuggets están en 170 millones con nueve jugadores, y necesitan firmar al menos cuatro más: van a estar por encima casi seguro si quieren competir, y no es un problema a corto plazo, pero en caso de repetir, se vuelve un castigo mucho mayor.
La NBA ha intentado por todos los medios buscar equidad en la liga. Entre los jugadores, entre los propietarios y también en la pista, y será mucho más complicado ver superequipos, estrellas aglutinando talento en una misma ciudad y dinastías. La ventaja para Denver es que los contratos ya están firmados, que la mayoría de normativas entrarán completamente en vigor el próximo verano y que tienen a Nikola Jokic, el mejor jugador del mundo. Y si Stan Kroenke quiere una dinastía, teniendo en cuenta que su fortuna supera los diez mil millones de dólares, le tocará rascarse el bolsillo. Porque los anillos de la NBA son caros, Golden State bien lo sabe, pero cambian la historia.