Jordi Fernández, la esperanza española en los banquillos NBA debuta como entrenador en jefe
Con la expulsión del primer entrenador de los Kings, Mike Brown, Jordi Fernández se convirtió en el primer técnico nacido en España en dirigir un equipo NBA
Por primera vez en la historia de la NBA, un entrenador nacido en España ha dirigido un equipo. Previamente, lo habían hecho Kenny Atkinson, casado con una española y con pasaporte, y Sergio Scariolo, italiano de nacimiento y español de adopción. El caso de Jordi Fernández fue el del primer técnico de origen español que estuvo al mando de un equipo NBA. Aunque fuera por 20 minutos y nueve segundos de la segunda parte. Aunque fuera temporal y circunstancial, sigue siendo historia.
Al inicio del tercer cuarto en el duelo entre Toronto y Sacramento, el entrenador de los Kings Mike Brown fue expulsado. Una doble técnica con 9:09 por jugarse de periodo tras protestar de manera airada y en la cara de los colegiados dejaba a los Kings sin su entrenador en jefe. Su sustituto, quién fuera nombrado en verano associate head coach, Jordi Fernández. Tras 14 años en la NBA, entre Cleveland, la G-League, Denver y ahora Sacramento, el de Badalona tenía su primera oportunidad al frente de un banquillo. Y muy difícil hacerlo mejor.
En el momento de la expulsión de Brown, mentor de Jordi, y tras cinco tiros libres anotador por Fred VanVleet en la jugada (hubo también técnica a De'Aaron Fox), los Raptors se iban por ocho puntos, 73-65. En su segunda noche consecutiva, sin el entrenador y perdiendo por dobles dígitos en la segunda parte, algunos hubieran tirado la toalla. Jordi no. Apostó por un quinteto bajito, le dio minutos a un Holmes que no había participado y para inicio del último cuarto, los Kings dominaban.
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— Sacramento Kings (@SacramentoKings) December 15, 2022
Acabaron ganando gracias a Sabonis, 21 puntos, 20 rebotes, 7 asistencias, y la efectividad y plasticidad de Fox en el clutch, autor de 27 puntos, 10 asistencias y 6 rebotes. Son una de las mejores parejas y Jordi confió en ellos: "Les he dado calma y les he explicado dónde tenían que estar y quién queríamos que se la jugara, pero el partido lo han cambiado ellos", explicaba en la rueda de prensa tras la victoria. "Orgulloso, pero para mí lo más importante es poder darle la victoria a Mike y al equipo".
«Muy pesado»
Jordi se ha querido quitar peso en la remontada. "Yo no tengo una varita mágica, he hecho mi parte del trabajo y han sido ellos los que han terminado el partido con la victoria". Y ponía el foco especialmente en dos de ellos: Fox y Sabonis. "Grandes jugadores como Sabonis o Fox son los que te resuelven al final. Mi trabajo es darles esa calma y ayudarles a resolver". En su primera experiencia como entrenador en jefe su labor ha sido quitarle madera a la expulsión y que los jugadores se enfocaran en lo que mejor están haciendo: atacar. "Hoy ha sido un ejemplo de no buscar excusas, no quejarse y acabar los minutos que nos quedaban y conseguir para luchar por la victoria". Ha funcionado.
"Yo no tengo una varita mágica, he hecho mi parte del trabajo y han sido ellos los que han terminado el partido con la victoria"
Entrenador español de los Sacramento KingsY el resto del equipo lo valora. Al ser preguntado por Jordi, Domantas Sabonis lo ha definido, con una sonrisa y un perfecto español de Málaga, como "muy pesado". Parte de la respuesta es porque el principal rol del entrenador español es coordinar la defensa, la tarea en la que más pueden mejorar estos Kings. "Está haciendo un trabajo muy duro, en defensa, diciéndonos donde estar. Nos ayuda mucho. Es el primer entrenador en defensa y así es cómo vamos a ganar partidos", decía Sabonis.
El último en hablar de Jordi ha sido el principal culpable de que haya debutado hoy como primer entrenador, Mike Brown. Han compartido aventuras en Cleveland, con la selección de Nigeria y ahora en Sacramento y su relación va más allá de los banquillos. "He is f***ing great" gritaba Brown desde el pasillo a la salida de los vestuarios. "Apúntalo, f***king great". Palabra de Mike Brown. Ahora toca esperar que la próxima vez que tenga un equipo en sus manos, no sea ni temporal ni circunstancial.