NBA

Ibou Badji, el talento forjado en el Barça que ha pasado de la LEB a la NBA en sólo cinco meses

El pívot senegalés acaba de fichar por los Portland Trail Blazers tras jugar la pasada temporada en el Força Lleida.

Ibou Badji el día de su debut en la Liga Endesa con el Barcelona./ACB MEDIA
Ibou Badji el día de su debut en la Liga Endesa con el Barcelona. ACB MEDIA
Guillermo García

Guillermo García

8.806,35 kilómetros. Esa es la distancia que, según Google Maps, separa Lleida de Portland, Oregón. Un camino entre dos puntos que parece imposible de recorrer. Y menos en sólo cinco meses. Sin embargo, para Ibou Badji ni la longitud ni el tiempo son medidas que le impidan hacer su propia senda hacia el estrellato.

Entrevista con Ibou Badji, nuevo jugador de los Portland Trail Blazers.MICHELE NOVOVITCH

Una ruta que la temporada pasada le llevó al Força Lleida, con el que en junio alcanzó la Final Four de la LEB Oro y que ahora ha desembocado en la NBA, en la capital del estado Oregón tras su fichaje por los Portland Trail Blazers con un contrato dual (alternará la franquicia de la NBA con su afiliado de la G League). Ha cumplido el sueño que tenía en su cabeza desde que era niño.

Bueno, quizás no tan temprano. Porque la historia de Ibou Badji no comienza en una cancha de baloncesto. Empieza en un campo de fútbol de arena en un suburbio de Dakar, en su Senegal natal. De hecho, el hoy jugador de los Blazers no quería saber nada del baloncesto ni de los consejos de su padre. "Pero un día, hablando con un amigo que vivía cerca de mi casa, me dijo que probase. En un primer momento no quería", recuerda Badji en conversación con Relevo. "Y luego mi padre insistió y le dije que sí, que me gustaría probar".

No sólo la charla con un amigo tuvo que ver en su cambio de opinión. Su madre también le pedía que escuchase a su padre y la altura, por la que empezaba a destacar por encima del resto de sus compañeros, hizo el resto. Badji comenzó a entrenar con asiduidad y a trabajar a conciencia, sabedor de unas posibilidades físicas que le podían abrir las puertas del éxito si se lo tomaba en serio. Y lo hizo.

Primero en su país natal, donde despuntó casi desde el primer momento en el que agarró un balón. Luego, dio el primer paso hacia las siglas que hoy le abren las puertas. "Empecé en una academia de mi país y desde ahí pasé a la NBA Academy que hay en Thies, en mi país, donde permanecí un año aprendiendo fundamentos", rememora un Badji que ya se ha acostumbrado a hacer la maleta y cambiar de destino constantemente.

Badji en su etapa en los Wisconsin Heard. INSTAGRAM
Badji en su etapa en los Wisconsin Heard. INSTAGRAM

Senegal, Australia (tres meses en un training camp), Estados Unidos y Barcelona como primera parada en el camino hacia el baloncesto profesional. Badji aterrizaba en el Barça con apenas 18 años. Su única compañía eran un balón y sus 2,15 de estatura. Sin embargo, la recompensa mereció la pena, como él mismo reconoce: "Lo llevé bien. Estaba muy contento por la oportunidad de jugar en un equipo así. Sabía que tenía que pasar por eso, pese a estar solo, si quería jugar como profesional. Fue muy divertido y no lo pasé mal". El baloncesto lo ocupaba todo en ese tiempo en La Masía. Tanto, que ni siquiera había tiempo para la morriña.

Para lo que sí hubo tiempo fue para debutar con la camiseta del primer equipo del Barcelona en la Liga Endesa. Ocurrió el 20 de diciembre de 2020 frente al Joventut de Badalona. Sarunas Jasikevicius miró al banquillo y llamó a Badji, que no se lo creía. "Fue un sueño. El debut fue muy bien. No tuve muchos nervios", recuerda el jugador senegalés, que aquel día estuvo en cancha cuatro minutos, anotó dos puntos y capturó otros tantos rebotes. Luego vendrían otros tres partidos más con la elástica azulgrana antes de marcharse cedido a Lleida.

"Fue mi mejor año como profesional. Y no sólo en la cancha. También fuera de ella con mis compañeros de equipo y con los entrenadores", señala el pívot africano que promedió 8,4 puntos y 10,3 créditos de valoración. Números que empezaban a mostrar el potencial de un jugador que llamó la atención de los Milwaukee Bucks el pasado verano y que le valió para hacerse un huevo en los Wisconsin Heard de la G-League, donde ha promediado 7,4 puntos, 6,6 rebotes y 2,4 tapones.

"Soy un jugador muy físico. Destaco por la altura, por la defensa y por jugar duro". Así se define Badji y con estas características ha llamado la atención de unos Portland Trail Blazers que le han dado la oportunidad de cumplir ese deseo que tenía siendo un preadolescente en Senegal. Un sueño que todavía sigue incompleto. Falta la guinda: "Ganar anillos y ser como LeBron". Queda mucho para eso, pero por algo se empieza.