WNBA

Comienza el reinado de Caitlin Clark en la WNBA: número 1 del draft, un sueño y una fiesta para 17.000 personas

Las Indiana Fever cumplen con el pronóstico y eligen a la mejor jugadora en la historia de la NCAA como número 1 del draft.

Caitlin Clark con la comisionada de la WNBA Cathy Engelbert como número 1 del draft de la WNBA./USA Today Sports
Caitlin Clark con la comisionada de la WNBA Cathy Engelbert como número 1 del draft de la WNBA. USA Today Sports
Atiga Suleiman

Atiga Suleiman

Nueva York.- Caitlin Clark ha roto todas las barreras en la NCAA y se ha convertido en un fenómeno de masas. No vamos a repetir ahora todas las cifras de precios, venta de entradas y audiencias televisivas que han caído a su paso. Ni tampoco todos los registros estadísticos que ha batido hasta llegar a convertirse en la máxima anotadora de la historia de la competición universitaria, incluidos los hombres. Todos esos méritos los tenían apuntados en la WNBA y sólo quedaba dar el paso natural que se ha completado esta noche en Brooklyn.

Así fue el momento de la elección de Clark como número 1 del draft.Relevo | Atiga

Hasta allí hemos viajado para ver en directo la coronación de la jugadora de Iowa como la nueva reina de la WNBA. Las Indiana Fever han cumplido su pronóstico y han elegido a Clark como el número 1 del draft más previsible de todos los tiempos. "Estaba un poco nerviosa antes de la elección, pero estoy sobre todo agradecida", declaró Clark en rueda de prensa tras su elección. "Había soñado con este momento desde que era pequeña".

Vestida de Prada para la ocasión, la nueva jugadora de las Fever ya ha comenzado a transformar Indianápolis antes siquiera de aterrizar en el estado de Indiana. Un territorio tradicionalmente relacionado con el baloncesto gracias a los Hoosiers de la Universidad de Indiana y a un tal Larry Bird. Prueba de su pasión por el baloncesto fue la fiesta que organizaron las Fever para seguir la ceremonia del draft en directo y en la que se congregaron hasta 17.000 personas.

"Me encanta jugar al baloncesto desde que era una niña y eso no va a cambiar", aseguró Clark con una sonrisa nada más escuchar su nombre, tal y como preveían todos los pronósticos, como número uno del draft. "Lo más importante es ser yo misma y pasármelo bien. Si hago eso, el resto irá todo sobre ruedas. Siempre he creído en mí misma. Fui a Iowa con la meta de llegar a la 'Final Four' y fuimos dos veces a dos campeonatos nacionales. Mis padres siempre me dieron mucha confianza desde que era una niña y eso es algo que las niñas pueden aprender. Le dije a mi madre antes: 'Me lo he ganado y por eso estoy tan orgullosa de esto'", añadió.

Y lo ha hecho con las audiencias que se esperan y con la locura que ha desatado entre sus rivales. A falta de ver la adaptación de Caitlin Clark en la WNBA, tanto la liga como las franquicias ya están explotando la imagen de la jugadora de 22 años. Las Indiana Fever, franquicia que tenía los derechos del número #1 del Draft WNBA 2024 y que han cumplido eligiendo a Clark, se han encargado de promocionar la venta de abonos para la próxima temporada durante el último mes y medio… antes siquiera de hacer oficial su elección.

Las Fever apenas tuvieron un partido televisado a nivel nacional la pasada temporada. En la próxima, en la del estreno de Clark, la televisión emitirá 36 de sus 40 encuentros a todo el país. Su estreno, por ESPN 2, será en la madrugada del 14 al 15 de mayo ante Connecticut Sun, que ha visto aumentar el precio de las entradas para ese día un 91%. El precio para el primer duelo de las Fever en casa, en la madrugada del 16 al 17 de mayo, ante New York Liberty, ha crecido un 50% desde ese mismo día y la reventa de las entradas para ver a Indiana en su pabellón está actualmente en 182 dólares

Rivales como Las Vegas Aces, vigentes campeonas de la WNBA, han anunciado que su partido ante las Indiana Fever (2 de julio) no se disputará en el habitual escenario de la franquicia. Como ya ha sucedido en otras ocasiones especiales con el equipo de Becky Hammon, el encuentro será jugado en el T-Mobie Arena de Las Vegas, el más grande de la ciudad, con una capacidad que supera los 18.000 espectadores. Todo esto por una sola jugadora. Pero no una jugadora cualquiera.