Los Clippers siguen buscando su identidad a 20 días de los playoff
7-7 en marzo y la defensa del equipo desaparecida. Tras dominar la liga entre diciembre y febrero, los Clippers se han dado un baño de humildad.
Primero fue Paul George, tras la derrota ante Atlanta el 17 de marzo. Anoche fue el turno de James Harden, tras caer en Indiana, y el mensaje era el mismo. "No hay una identidad, tenemos que encontrarla" decían las dos estrellas de los Clippers. Y al ser preguntado Ty Lue por ello, fue todavía más claro: "Sí tenemos una identidad, somos blandos", explicaba en rueda de prensa. La derrota contra los Pacers es la sexta en los últimos 10 partidos, una que les mandó a la quinta posición perdiendo el factor pista, y que levanta un sinfín de dudas alrededor de los Clippers, una vez favoritos al anillo en febrero, y que tienen trabajo que hacer en lo que queda de temporada regular.
"Esa puede ser nuestra identidad, ser blandos" hacía énfasis Lue, que era muy crítico con su equipo. "Hemos de ser más duros mental y físicamente, y sobre todo, no podemos elegir cuándo tener una identidad", indicaba en referencia a los Clippers previos al All Star. El equipo de Kawhi Leonard, con su alero sano, llegó a liderar la conferencia Oeste tras enlazar 26 triunfos en 31 partidos. "No puedes elegir cuando hacer las cosas bien, hazlas bien cada noche y lo demás caerá por su propio peso", insistía Lue tras ver a su equipo perder por hasta 23 puntos y estar con un balance de 7-7 en el mes de marzo. No es una crisis de juego, pero sí identitaria, y que se está reflejando en los resultados.
En el mes de marzo, los Clippers siguen siendo un ataque diferencial, pese a la baja de Russell Westbrook, quien volvió este lunes, y las breves ausencias de Norman Powell o James Harden. Los 118,6 puntos por 100 posesiones en el mes es la séptima cifra más alta de la NBA, por delante de equipos en forma como New Orleans Pelicans o Houston Rockets, pero es la defensa el principal sangrado del equipo, siendo la segunda peor de la NBA. En los últimos 14 partidos solo han podido dejar por debajo de 110 puntos a Chicago (102) y Portland (103), además de un caótico duelo ante Minnesota que finalizó 89-88. La defensa ha desaparecido del mapa.
"Nos anotan fácil, y eso influye, porque nos hace atacar más complicado" decía Harden. Y no le falta razón al base de los Clippers, que anotan 1,14 puntos por jugada tras canasta recibida, por un 1,46 tras pérdida o 1,21 tras rebote defensivo. "Es frustrante y tenemos que averiguar qué es lo que nos está pasando", protestaba Harden. Históricamente, los Clippers son un equipo al que le cuesta responder ante la adversidad, que suele llegar cada año, y sumando a Harden a su plantilla no atacaron ese problema, más bien al contrario. Pero es momento de recuperar esos Clippers de final de 2023 que dominaron en el Oeste. Y así les ha retado Lue.
"Siempre hablamos de sacrificio, de esfuerzo, pero le he dicho al equipo que voy a eliminar esa palabra de nuestro vocabulario", decía Lue, para sorpresa de todos. "Voy a empezar a llamarle inversión, como invertir en este equipo, en lo que tenemos que hacer para ganar partidos". Y ponía el ejemplo perfecto, para evitar egoísmos en el vestuario. "No será sobre lo que un jugador haga, y cómo lo haga, sino sobre lo que el equipo consiga. En vez de sacrificarte por el equipo, inviertes en él", ilustraba. Algo que van a necesitar de aquí al final de temporada si quieren mantener vivas las aspiraciones y recuperar el factor pista. Y por debajo vienen fuertes.
Los Clippers duermen cuartos otra vez tras la derrota de New Orleans ante Oklahoma, pero tienen a Dallas a solo partido y medio, además de dos duelos directos contra Phoenix, Denver y otro contra los Kings por el camino. En las próximas tres semanas se decide el futuro del Oeste y los Clippers se juegan el futuro. Y necesitan que toda la plantilla invierta en este equipo o no encontrarán su identidad.