Boston y Miami, la batalla de nunca acabar en el Este: Tatum decide en la noche de la Super Bowl

Da igual que sea febrero, que queden todavía tres meses para los playoff y que la prensa mundial y nacional esté pendiente de la Super Bowl más que de cualquier duelo NBA. Si Boston Celtics y Miami Heat se encuentran, el encuentro promete ser digno. Una batalla que se remonta a 2020, a la burbuja, y que se ha repetido casi cada año en la postemporada. La de esta tarde, la tercera de la temporada regular, se la volvieron a llevar los Celtics que barren 3-0 la serie, aunque lo que de verdad importa es lo que suceda a partir de abril. El año pasado Miami ganó en siete, dejándose igualar un 3-0 a favor antes de llevarse el séptimo en el TD Garden. Y Boston ha hecho los deberes para no repetir la misma situación.

Porque apostaron por Kristaps Porzingis en verano. El letón llegó pensando únicamente en la serie ante los Heat, y como la telaraña defensiva de Erik Spoelstra había frenado las alternativas de una ofensiva muy plana de los Celtics. Con Porzingis ganan infinitas variables y el pívot lo sabe. En la primera parte metió 15 puntos, acabando con 25 pese a los problemas físicos que le hicieron perderse parte del tercer periodo, por unas molestias en la espalda. Porque si el duelo tuvo algo, fue dureza. No agresividad, ni juego duro, pero sí mucha intensidad. Y salieron perdieron los Heat en ese aspecto, que ya llegaban sin Jimmy Butler al partido, con permiso de Miami por el fallecimiento de un familiar.

En el primer cuarto Josh Richardson tenía que retirarse con una lesión en el hombro, y en el tercero, apenas dos posesiones después de las molestias de Porzingis, era el turno de Terry Rozier. Una mala caída del flamante fichaje de Miami le apartaba para los últimos minutos, dejando a los Heat huérfanos de generadores. Incluso Jaylen Brown y Duncan Robinson casi llegan a las manos tras un movimiento del jugador de los Celtics con el brazo del tirador enganchado. Una flagrante que pudo cambiar el rumbo del partido, porque de estar a 9 puntos, los Heat se pusieron a una sola posesión al ritmo de Tyler Herro (24 puntos). Por suerte para Joe Mazzulla, existe Jayson Tatum.

La estrella de los Celtics, que se quedó a una asistencia del triple-doble, se puso el mono de trabajo en las últimas posesiones. Defendió a Bam Adebayo, la gran amenaza de Miami, cerró el rebote defensivo y sentenció con sus asistencias primero y desde la línea de tiros libres. Acabó con 26 puntos, 10 rebotes y 9 pases de canasta, además de 2 tapones. Y los Celtics siguen ampliando la diferencia con el segundo, Cleveland, a cinco partidos de distancia. Todo apunta a que serán el mejor récord de la temporada, y la. Solo 33 equipos en la historia, incluyendo Boston este año, han llegado a las 41 victorias en 52 partidos; 15 ganaron el anillo y 27 acabaron con al menos 60 triunfos. ¿La realidad de estos Celtics? No tienen que demostrar nada en temporada regular, el reto viene después.

Solo un partido más en la noche más importante del año para el fútbol americano. Mientras Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers se preparaban para decidir el ganador de la Super Bowl, Oklahoma se lleva el triunfo ante los Sacramento Kings. Tras dos derrotas seguidas para los Thunder, la pareja Shai Gilgeous-Alexander y Jalen Williams lideró al equipo de Mark Daigneault al triunfo. El canadiense metió 38 puntos, al grito de MVP de su público, y Jalen aportó otros 32 para poder así de rápido olvidar la paliza ante los Mavericks. El triple-doble de Domantas Sabonis de casi cada noche, 21 puntos, 14 asistencias y 11 rebotes, no hizo mucho y los Kings caen a posiciones de play-in, con solo medio partido de ventaja sobre los Mavericks, octavos.