Vacaciones, lunas de miel, viajes de estudio...todo para seguir a España en tierra hostil
La escasa presencia de aficionados españoles choca con la numerosa afición letona. Scariolo asegura que eso jugará a favor de los bálticos.

Yakarta.- Viajar a Yakarta es una odisea para cualquier aficionado español. Los billetes de avión no son excesivamente caros (los tienes desde 600 euros) pero el viaje no dura menos de 20 horas y el destino no es precisamente turístico… salvo que aparezca en la ecuación la Selección española y un Mundial de baloncesto. Aunque de momento, tampoco ha sido suficiente para ver mucho español en la grada.
Ese ha sido el reclamo de los pocos aficionados españoles presentes en la capital de Indonesia. Más allá de las familias de los jugadores (de momento están por aquí los Hernangómez, los Aldama y la pareja y el hijo de Dario Brizuela) en la primera fase del Mundial apenas ha habido una treintena de hinchas con la camiseta de la Selección o con banderas de España en las gradas. Normal, no es un viaje fácil.
De hecho, muchos de ellos aprovechan la circunstancia para pasar parte del viaje de novios que les lleva a Bali y hacen una parada en Yakarta para ver a la Selección, como confiesa un aficionado gallego a Relevo. Para otros la excusa es un viaje de estudios, que comienza unos días antes de lo que comienza el curso universitario con un par de entradas para un partido de España.
"Vengo de Huelva y hemos venido a pasar las vacaciones. Como no sabíamos dónde pasarlas, aprovechando el Mundial hemos venido aquí para visitar también el país. No había un sitio más cercano", apuntaba un hincha español antes del partido ante Brasil. "Los vuelos han sido unos 1.000 euros y después dormir aquí y demás llevaremos unos 400 euros".
"Su competitividad está reforzada por la presencia de miles de aficionados en la grada que les animan"
La misma 'excusa' es la que ha utilizado un grupo compuesto por canarios, catalanes, valencianos y murcianos que llevan años siguiendo a la Selección y que en esta ocasión tampoco han querido dejar solo a los jugadores, aunque entre medias también ha caído alguna excursión a Bali para pasar por la playa. Otro grupo de malagueños, amigos de Alberto Díaz, reconocen que tomaron la decisión apenas unos días antes y 30 horas más tarde estaban en Yakarta.
Ellos no estarán hoy contra Letonia. El trabajo manda. Y su baja se notará en unas gradas donde España parte en clara desventaja. Si los aficionados de la Selección se cuentan por decenas, los bálticos lo hacen por miles. Ya en el Mundial de 2014 acudieron a millares y esta vez tampoco han querido dejar solos a los suyos. "La distancia nos da igual", asegura Dairis entre cántico y cántico de la afición más animosa de cuantas han llegado a Indonesia. "En Letonia gusta el baloncesto y vienen a apoyarnos", recuerda Roland Smits antes del partido ante España.
El factor ambiental es algo que no escapa a Sergio Scariolo. El técnico sabe que en ese sentido Letonia ha metido los primeros puntos del partido. "Su estructura te hace difícil jugar contra ellos tácticamente. Y su competitividad está reforzada por la presencia de miles de aficionados en la grada que les animan y que han sido un sexto hombre en los partidos", concluía el italiano en la previa de un choque que España disputará en territorio hostil.