El 'hasta luego' de Laia Raventós que encierra la dura realidad del deporte de élite: "Necesitaba desconectar del baloncesto"
La base, que anunció que lo dejaba en mayo del 2023, vuelve un año después al Cadí La Seu.
A veces uno necesita parar para reencontrarse con uno mismo. Para volver a disfrutar de lo que hace y encontrar el camino que parecía haber perdido. Sin embargo, esto en el deporte profesional todavía resulta raro por la concepción que, seguramente, se tiene del mismo. Pero si alguien sabe bien lo que significa hacer esa pausa y lo importante que es a veces hacerla es Laia Raventós (Barcelona, 1997), la base que ahora ha vuelto al Cadí La Seu tras un año de "desconexión del baloncesto".
Laia Raventós.
— Luis Vallejo (@Lvallejocolom) May 2, 2022
Mejores jugadas 2021-2022.
El show de la #LFEndesa. pic.twitter.com/2cqrZlyO57
Con 26 años, Raventós tomo la decisión de parar, aprovechar el tiempo para estar con su familia, viajar y, en definitiva, plantearse su futuro. Pronto volvió a picarle el gusanillo de volver a coger la pelota naranja, así que usó ese retiro para "coger energías" y regresar con "ilusión" al deporte al que quiso dedicarse desde pequeña. Y de eso, de su trayectoria y de lo que supone ahora volver ha hablado en una llamada con Relevo.
Lo primero, preguntarte ¿qué tal estás y cómo está siendo la vuelta?
Estoy muy ilusionada, tengo ganas de competir, de jugar, pero sí que es verdad que llevo tiempo sin jugar y es todo un proceso. Está siendo un poco duro, pero con ganas e ilusión.
¿Tienes ya fecha de vuelta?
No, aún me queda coger un poco más de ritmo, esta jornada en principio no jugaré, así que después de Ventanas, en principio, debería estar preparada ya.
¿Por qué en mayo del 2023 decidiste 'retirarte' o, dadas las circunstancias, mejor dicho, parar?
Creo que necesitaba una parada, sobre todo mentalmente, desconectar del baloncesto un tiempo. Realmente solo fueron unos meses, pero yo creo que necesitaba eso, cambiar un poco mi rutina y coger energía de donde fuera para volver más fuerte y con la ilusión que ahora tengo.
Al hilo de eso, ¿crees que a veces es necesario parar para reencontrarse y volver de la mejor forma a nivel mental?
Creo que depende un poco de cada persona, pero si se siente, pues no debería haber ningún problema, siempre y cuando sigas activa o haciendo algo de deporte, porque sí que es verdad que después de tantos meses, pues estoy notando que mi cuerpo necesita mucho trabajo ahora. Pero sí, yo lo recomiendo, realmente si sientes que lo necesitas, pues hacerlo y sin problemas, sin pensar en qué pensarán de nosotros… y coger energías de donde sean.
¿Has trabajado esto con algún profesional?
No, la verdad es que no, yo creo que volver a casa con mi familia, mis amigos, viajar un poco, eso es lo que necesitaba y tampoco descartaba hablar con ningún profesional, seguramente lo habría hecho, pero creo que estaba bien.
¿Qué ha hecho este año fuera del baloncesto?
Viajar, viajar bastante. Me gusta mucho, es una forma de conectar con otros países, con otras culturas, algo que me llena mucho y la verdad es que aproveché el tiempo y me lo he pasado muy bien.
¿Qué ha significado para ti este año alejada de las pistas?
Pues una experiencia inolvidable, sinceramente, creo que me ha dado la vida, volvería de cabeza si pudiera otra vez y creo que lo haré más adelante, pero me ha dado lo que necesitaba, que era eso, energía y las ganas de volver al baloncesto y encontrarme en este punto que estoy ahora.
¿Has seguido la liga desde fuera durante este tiempo?
Sinceramente, no mucho. Sí que veía cosas en Twitter, en Instagram y en las redes sociales, pero ahí televisión no tenía mucha y la verdad es que internet tampoco mucho. He intentado desconectar el máximo. Sí que es verdad que cada vez que me encontraba una cancha de niños jugando, me venían esas ganas de ir a jugar con ellos, pero creo que al estar desconectada casi totalmente ha hecho que viniera con ganas de saber más y de cómo había ido por aquí.
Entonces, ¿qué te ha hecho volver y cómo surgió la oportunidad de regresar al Cadí La Seu?
Creo que cuando tenía claro que no quería jugar aún, lo sabía, pero cuando volví del viaje hubo un momento que me lo pensaba mucho, que me lo replanteaba y eso me hizo que pensar en que si me lo estaba pensando sería por algo. Porque cuando sabía que no, era que no y entonces decidí que a lo mejor era una señal, que quería probar otra vez y ver cómo responde mi cuerpo y mi cabeza.
Antes de esa señal que te ha hecho volver, ¿te habías llegado a plantear a qué dedicarte?
A ver, me lo he planteado muchas veces, pero sinceramente no he conseguido aún saber qué haría. Es algo que tengo pendiente, que este año a lo mejor, si tengo tiempo, buscaré, al menos para mi futuro, para saber qué hay después del baloncesto, porque sinceramente nunca lo he sabido y no sé ahora mismo qué haría.
Volviendo un poco al pasado, ¿ese desconocimiento de una alternativa lo tiene porque siempre tuviste claro que querías ser jugadora profesional?
Sí, totalmente. Yo venía de La Blume [el centro de alto rendimiento para deportistas en Barcelona] y allí con el Seiglo XXI, la verdad es que mi objetivo era jugar baloncesto toda mi vida e intentar alargar este proceso lo máximo posible. Y básicamente el tener referentes por encima de mí, pues eso hacía que yo quisiera jugar sí o sí.
¿Quiénes eran esos referentes?
Hay mucha gente, pero fuera de La Blume obviamente Laia Palau, a mí me gustaba mucho, bueno, me sigo gustando todo lo que ha hecho y era y es una gran referente. Y en La Blume no hacía falta ir más allá, las jugadoras que tenía un año más que yo, dos, tres, ahí había un montón de jugadoras que iban a lo más alto y eso pues hacía que yo quisiera ser como ellas.
Antes de todo esto, ¿en qué momento cogiste la primera pelota de baloncesto?
Pues mira, a mí me encantaba el fútbol, yo jugaba siempre a fútbol de pequeña en el colegio, en el patio, con los niños y finalmente mi hermano empezó a jugar a baloncesto y me tenía que tragar todos sus entrenos y sus partidos. Así que finalmente me apuntaron, bueno, quise que me apuntasen a baloncesto y empecé así, jugando con mi hermano en casa y después creo que era pre-mini, jugaba en un equipo mixto del Vic.
En tu caso, apostaste por la opción de formarte en EE. UU., algo de lo que ahora se habla mucho en el baloncesto nacional por la 'fuga' de talento hacia allí. ¿Cómo fue tu experiencia y qué te parece a ti todo esto?
Yo estoy muy contenta con mi experiencia allí. Es verdad que el primer año fue un poco duro, pero como en todo, el salir de casa, irte a la otra punta del mundo, otro idioma, otra cultura… eso fue un poco difícil. Pero enseguida estuve bien en el equipo, con mi entrenadora, tenía minutos y creo que tuve suerte en la universidad a la que fui. Es verdad que a veces ves que tus amigas se van y decides irte sin saber muy bien si quieres ir o no, y sí que eso es un poco arriesgado, pero yo creo que si tienes ganas de ir y te pica la curiosidad de esta cultura y de este país, pues no pasa nada por ir y probar, porque siempre puedes volver. Si vuelves no quiere decir que has fracasado.
¿Qué consejo le darías a esas jóvenes que se encuentran ante la posibilidad de continuar con su formación allí?
Desde mi experiencia, sobre todo ir. Yo te comentaba al principio que a mí me encanta viajar y conocer otras culturas y ya solo por eso creo que vale la pena y además que aprendes un idioma al 100% casi, aprendes también otro estilo de baloncesto, otras maneras de entrenar, de ver este deporte… Yo recomiendo ir, pero sobre todo si se tiene claro.
¿Hay mucha diferencia entre el baloncesto y la forma de entrenarlo allí respecto a España y Europa?
Sí, yo creo que sigue habiendo una diferencia importante. Es verdad que hace años que estuve, pero creo que aparte de que ahí es todo un espectáculo, que todo el mundo lo dice, que es un espectáculo y tal, yo creo que es una cultura que cuida mucho los detalles. Los entrenamientos son muy diferentes realmente, y cuidan mucho el equipo, el respeto… Creo que tanto el nivel de juego, de árbitros, de físico, es bastante diferente que aquí. También creo que cada vez es más igual, porque obviamente hay muchas jugadoras de allí que vienen aquí, y muchas jugadoras españolas que están allí y que vuelven con ese estilo.
A título personal, ¿te has marcado algún objetivo?
Mi principal objetivo ahora mismo es tener paciencia, sé que no va a ser fácil empezar ahora otra vez. Y, sobre todo, ayudar al equipo a lo que necesite, marcar mi rol, y ya está. Pero básicamente eso, ayudar al equipo y tener paciencia yo personalmente, porque sé que no va a ser fácil.
¿Qué esperas de esta temporada?
Principalmente disfrutar. E intentar ganar el máximo de partidos. Sé que la liga no está fácil ahora mismo, hay un nivel muy equilibrado, pero intentar competir y sacar todos los partidos posibles.