Roger Grimau, psicología de jugador para el banquillo del Barça
Un exjugador, que conquistó una decena de títulos y que aplica esa experiencia como técnico, asume las riendas del equipo de su vida.
Un hombre de la casa. Una leyenda culé que levantó diez títulos. Y un entrenador que no pierde de vista la perspectiva de lo que hace no mucho era él: jugador. Roger Grimau (Barcelona, 1978) asume las riendas del banquillo del Barça. Y lo hace a sabiendas de que se trata de un reto mayúsculo para un técnico que como profesional sólo ha ejercido en categorías inferiores y desde hace dos años. Pero, ¿quién es y cómo es realmente Grimau?
La pregunta se contesta de una forma sencilla. Grimau es un exjugador de baloncesto, que llegó a ser capitán del Barça, que levantó la última Euroliga culé en el año 2010, y que, incluso antes de decir adiós al parqué, ya tenía claro que quería formarse para seguir cerca de este. O, al menos, sentarse al filo de él.
"No sé si en el futuro seré entrenador de baloncesto pero sí sé que me ilusiona afrontar el reto del Curso Superior", reconoció en una entrevista con la FEB en abril 2015, año en el que militaba en el Bruixa D'or Manresa, con el que sólo unos meses después conseguiría la salvación en la ACB. Quién le iba a decir que ocho años después de aquellas dudas iniciales acabaría sentándose en el banquillo de la que siempre consideró su casa.
Aquel 2015 fue su final como jugador en activo, pero su inicio como futuro entrenador. Un camino que inició a la par del ahora entrenador de Movistar Estudiantes, Pedro Rivero, o de nombres como el del mítico exjugador del CB Valladolid Stephane Dumas o del ex del Real Madrid Lucas Victoriano. Y en el que tuvo como maestro a un técnico que esta temporada tendrá como rival en el banquillo: Porfi Fisac.
"Amigos, compañeros, entrenadores, me han hablado muy bien de esta experiencia y quiero vivirla. Me han explicado que es duro, muy duro y exigente pero que es interesante para adentrarse en un mundo y en una forma de ver el baloncesto que no es la que hemos vivido como jugadores", prosiguió Grimau en aquella entrevista. Y lo cierto es que su forma de ver el baloncesto es de esas que saben muy bien entender a la otra parte, a esa a la que se dirige, a lo que él no hace mucho fue: jugador.
Aunque no cuenta con una dilatada trayectoria en los banquillos, Grimau comenzó su andadura como técnico una temporada después de poner fin a sus 19 años como jugador. Dos décadas en la que este escolta catalán logró una decena de títulos con el Barça (tres Ligas ACB, tres Copas del Rey, cuatro Supercopas de España, tres Ligas Catalanas y una Euroliga), pero en las que también logró colar su nombre en la Eurocup. Y lo hizo vistiendo la camiseta del Caprabo Lleida, el 22 de octubre de 2002, cuando al anotar 19/19 en tiros libres se convirtió en el jugador con más tiros libres lanzados sin fallo en un partido en Eurocup.
Fue en la temporada 2016-2017 en la que se estrenó como técnico principal del JAC Club Sants en Liga EBA del que, tras dos temporadas, dio el salto como entrenador ayudante al filial del Barça. Entre 2018 y 2020, estuvo en el segundo asiento del banquillo para finalmente hacerse con las riendas del equipo como entrenador principal en 2021, con la pérdida de la categoría y la caída del equipo a Liga EBA, donde milita actualmente, pero al que hizo campeón de liga esa misma temporada de su debut. Y esta labor la compaginaba con el júnior, formando tándem en el banquillo con Víctor Sada, con quien ya había compartido pista y con quien conquistó la que fuera la última Euroliga del Barça hasta la fecha.
🏀@Rogergrimau y Victor Sada, los entrenadores del Barça B y junior, que será un único grupo de trabajo
— Barça Basket (@FCBbasket) August 26, 2021
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Su conocimiento de la cantera es palpable. Y su buena relación con Juan Carlos Navarro, también. De hecho, su promoción al primer equipo ha sido una apuesta del director general del Barça. Una decisión que, aunque haya sido fruto de un desacuerdo principalmente económico con Saras Jasikevicius, también demuestra la apuesta por la cantera que quiere aumentar el Barça.
Por eso, no sería extraño ver cómo jugadores como Rafa Villar (cedido este año al Força Lleida), Agus Ubal (cedido al Bilbao Basket), Gael Bonilla (que salió de la disciplina culé, se enroló en las filas del Capitanes del Ciudada de México y es considerado la promesa del baloncesto mexicano) o Michael Caicedo, al que entrenó durante un par de temporadas y que ha firmado una gran campaña con el Covirán Granada en ACB, puedan ser parte del que será su nuevo proyecto. Uno en el que la psicología va a ser clave, porque así es su forma de entrenar.
"Siempre cuida el pequeño detalle y está pendiente de la comunicación fuera de pista con los jugadores"
"Se nota que fue un exjugador no hace mucho tiempo por la forma de dirigirse a los jugadores", comentan a Relevo personas del mundo del baloncesto que lo conocen. "Siempre cuida el pequeño detalle y está muy pendiente de la comunicación fuera de pista con los jugadores", prosiguen. Y es que la forma de entender el baloncesto de Roger Grimau pasa primero por entender a los jugadores que tiene, más allá de la pista. Porque su filosofía siempre ha sido ayudar al jugador a seguir avanzando, como ha hecho durante estos años con la cantera del Barça en la que, por cierto, también entrenó al pívot culé, recientemente elegido en el pick 31 del draft de la NBA por los Charlotte Hornets, James Nnaji.
"En todo caso creo que es un título que vale la pena tener por lo que te pueda deparar el futuro", dijo en aquella entrevista de 2015 Roger Grimau. Y lo cierto es que no se equivocó al tomar aquella decisión. Lo que ahora le depare el futuro -al menos cercano, pues ha firmado por dos años- dependerá de su camino como técnico del equipo que, para él, lo fue todo.