¿Puede Aday Mara ser número 1 del draft? No es tan imposible como parece

Que Aday Mara era carne de NBA era algo que no escapaba a nadie en el planeta basket desde hace dos años. Su nombre comenzó a circular poco antes de que el mundo se paralizara por culpa de un virus. En el Adidas NGT de Estambul, los ojeadores de la mejor liga del mundo comenzaron a apuntar y subrayar su nombre de cara a un futuro que prometía ser brillante.
Ese mañana se ha convertido en hoy y el exjugador de fútbol maño apunta cada vez más alto en una carrera a la que no se vislumbra fin. Incluso a un hito que ni siquiera Pau Gasol pudo alcanzar como es el número 1 del draft. En apenas dos años Aday ha dejado de ser el hijo de Francisco Javier (exjugador ACB) y de Geli (internacional con la Selección española de voleibol) para convertirse en el gran proyecto de futuro del baloncesto español y hacer que todo el mundo hable de él.
Primero fue en Huesca, donde debutó en LEB Oro. Más tarde, llegó su presentación internacional en primera línea con su estreno en Eurocup ante el Reggio Emilia. Y hace apenas cinco meses llegó su consolidación como profesional con su primer partido con el Casademont Zaragoza en la Liga Endesa. Y desde entonces 19 encuentros más en los que se ha ido convirtiendo en un fijo para Porfirio Fisac.
Entre medias llegaron la plata en un Mundial U17, en el que formó parte del quinteto ideal, y su presencia el Basketball Without Borders, donde participó el pasado mes de febrero junto a los mejores adolescentes del planeta. Si alguien quedaba por descubrir a Aday Mara, lo terminaría por hacer en un fin de semana en el que su nombre estuvo en boca de todos y le colocó en todas las quinielas entre las primeras elecciones del draft de 2024.
Sin embargo, Aday aspira a romper cualquier techo y por ello se ha decidido a dar un paso crucial en su carrera, como es elegir marcharse a Estados Unidos antes siquiera de que le reclame la NBA. No parece una mala decisión. Cambiar Zaragoza por California, si finalmente se decide por UCLA, es un paso clave para terminar de poner su nombre en el mapa y colocarse en el radar de las 30 franquicias casi cada noche.
Con este paso dado por el pívot maño, ver a un español ser número 1 del draft ya no parece imposible. Aday tendrá la oportunidad durante una temporada entera de aclimatarse a un baloncesto tan físico como el estadounidense. Podrá moldear su cuerpo, todavía en fase de crecimiento, para ganar el músculo que necesita para pegarse con los pívots estadounidenses. Y su nombre aparecerá más en la prensa norteamericana, facilitando la labor de los ojeadores.
La altura (220 centímetros), el juego (su visión y su tiro exterior) y la progresión de Mara ya le colocaban entre las primeras elecciones del draft. Pero ahora, su viaje a Estados Unidos le puede hacer adelantar bastantes posiciones en las quinielas.
Una buena temporada en un equipo con aspiraciones (este curso fue eliminado en el Sweet Sixteen por Gonzaga) le haría subir puestos en un draft en el que ahora aparece el lituano Matas Buzelis como el principal candidato en las quinielas (mock drafts) para encabezar la clase de 2024. Y si no, siempre puede esperar hasta 2025, que tampoco sería mal movimiento.