LIGA ENDESA

Los pasos a seguir por Ricky Rubio: "A lo mejor tenía que haber vuelto en un equipo sin tanta exigencia"

El tiempo y la presión son factores a tener en cuenta para ver la evolución del base en su vuelta a las canchas.

Ricky Rubio durante su primer entrenamiento con el Barcelona./EFE
Ricky Rubio durante su primer entrenamiento con el Barcelona. EFE
Guillermo García

Guillermo García

El primer día de entrenamiento de Ricky Rubio con el Barcelona tras volver a una cancha de baloncesto había unos 50 medios acreditados y los ojos de medio mundo sobre él. Algo con lo que lleva lidiando desde que tiene 14 años y que ha sabido llevar durante tantas y tantas temporadas. Una presión excesiva que terminó por pasarle factura cuando el pasado 5 de agosto anunció que daba un paso a un lado para cuidar su salud mental.

El dibujo apenas ha cambiado con respecto al verano y Ricky sigue concitando atención en cada uno de sus movimientos. Sin embargo, en esta etapa de momento lo hace sin afán competitivo. Su único objetivo es ir recuperando sensaciones con ese balón del que una vez se enamoró y que ahora vuelve a ver para darse una nueva oportunidad.

"Es una buena decisión volver poco a poco para que se vaya habituando a ese contexto que le estaba generando el malestar que él ha expresado". Quien habla es Rafa Mateos, psicólogo en TyM, especialistas en psicología deportiva, que arroja luz sobre la presión que puede sentir Rubio al volver a sentirse jugador. "Una de las variables a tener en cuenta es lo que en psicología llamamos exposición progresiva de la situación. Es importante que si él tiene en mente volver a competir, que no lo sabemos, hay que hacer una exposición progresiva. Y no sólo de lo que es jugar al baloncesto, que a nivel psicológico y físico tiene sus particularidades, sino a todo lo que rodea el baloncesto. Es la exposición progresiva a estar en el circo mediático, enfrentarse a fans, periodistas, directivos… y eso lleva tiempo".

Empezar por entrenar es el primer paso, aunque un club tan mediático como el Barcelona puede suponer un extra en la presión. "Siendo él quien es, no puede volver a un equipo, digamos, de segunda., pero es que a lo mejor sería lo bueno, por no tener tantísima presión, no tener tantas expectativas. Al final las expectativas que se crean a su alrededor por parte de la prensa, de los seguidores, de los patrocinadores, del club, y de todo eso, es una presión tan grande que él ha sufrido durante toda su vida, que el volver a sufrirla, pues, seguramente, no le ayuda mucho", apunta a Relevo Gema Sancho, psicóloga sanitaria y deportiva. Coordinadora del Servicio de Psicología y Coaching del departamento de Juventud del Ayuntamiento de Madrid.

No hay una pauta marcada ni un camino a seguir por Ricky para volver. Él marca sus tiempos, como recalca Mateos: "No existe en psicología algo así como pautas, como 'una vez que te recuperas, en dos semanas…'. No existe y por tanto cada caso es único. Hay que analizar todo el contexto de Ricky, su evolución estos meses que ha estado fuera y analizar si está preparado en función de cómo están las paredes psicológicas que se debilitaron en un momento, para decidir si vuelve a competir".

Ricky, arropado por los jugadores del Barcelona. Efe
Ricky, arropado por los jugadores del Barcelona. Efe

En lo que coinciden ambos psicólogos es tener clara la motivación y los objetivos que quiere ir consiguiendo poco a poco. "Ahora mismo su meta, yo creo que tiene que ser ver cómo se siente de nuevo entrenando y en un vestuario de un equipo de alta competición. Tener ganas y sentirse bien", asegura Sancho sobre los pasos a seguir por un Ricky que necesita de todo menos una mochila de presión como la que llevaba cargando desde los 14 años.

Y como apunta Mateos, ser consciente de que el base puede tener "altibajos. No quiere decir que ahora ya la evolución de Ricky, o de cualquiera, vaya a ser lineal. Nada nos lo asegura. Es importante que él no piense que esto va a ser una evolución lineal y que él contemple la posibilidad de aceptar que puede haber momentos en los que se puede sentir un poco peor y eso no sería un problema. Es parte del proceso".

"Ahora mismo su meta, yo creo que tiene que ser ver cómo se siente de nuevo entrenando y en un vestuario de un equipo de alta competición. Tener ganas y sentirse bien"

Una parte importante para Ricky será no sólo manejar las expectativas propias, sino que el resto no pongamos más expectativas de las debidas sobre los hombres del jugador de El Masnou. "Tenemos que fijarnos más en la persona", recalca Sancho, que conoce de primera mano el mundo del baloncesto tras trabajar durante años en el Movistar Estudiantes. "No nos damos cuenta es que para llegar a ser deportista de élite, desde muy pequeñitos sufren una presión muy importante, con muchas horas de entrenamiento, compaginando con los estudios, a veces alejándose de la familia, ¿no? De alguna manera su juventud o su infancia a veces la dejan porque tienen entrenamiento o porque tienen un partido. Entonces, esa presión inicialmente no se dan cuenta porque les encanta su deporte, pero está ahí. Y cuando ya llegan al deporte de élite, esa presión aumenta. Y aumenta porque todos los días tienes que estar al máximo nivel. Muchas veces tienes que seguir compitiendo y tienes que tragarte tus emociones. Y eso hace mella, porque al final es "¿cuánto valgo yo? ¿Mis medallas? ¿Valgo mis campeonatos? ¿Valgo lo que estoy ganando? ¿O valgo algo como persona?".

Ricky anotó una de las canastas más importantes de su carrera cuando dio luz a un problema, la salud mental, que había sido tabú hasta no hace mucho tiempo. "La labor que ha hecho de normalizar que ha tenido un problema de salud mental le hace mucho bien a la sociedad. Hay que agradecérselo", concluye Mateos sobre un jugador que ha trascendido la cancha en estos últimos meses.