El paseíllo cabizbajo de Pablo Laso que mostró la frustración (y crisis) de un Baskonia sin Copa: "Es una decepción"
El correctivo en Girona evidencia la debacle del equipo de Vitoria, que sigue sin encontrar regularidad.

Final del partido en Fontajau. El marcador luce 96-67, un correctivo que roza los 30 puntos del Bàsquet Girona de Moncho Fernández sobre el Baskonia de Pablo Laso. Y entonces, tras los pertinentes saludos postpartido, mientras que la afición gironí celebra con los suyos la que ya es su tercera victoria consecutiva, se ve a Pablo Laso, cabizbajo, emprendiendo el camino a vestuarios sin levantar en ningún momento la vista del suelo. Algo que ya se le vio hacer sentado en el banquillo, frustrado por lo que veía de los suyos. La situación en el equipo vitoriano es compleja. Lo que unas veces parece un equipo unido y sólido, otras muestra una imagen muy pobre que evidencia lo contrario. Y esa falta de regularidad ya le ha costado su primer revés de forma oficial: la Copa del Rey de Gran Canaria.
Por segundo año consecutivo, el Baskonia no estará en el torneo del KO, ese que este febrero tendrá lugar en Las Palmas de Gran Canaria y que para seguir en la pelea necesitaba una victoria que, no es que no llegase, sino que ha sido un correctivo de los que hace a un equipo tocar fondo. "A mí hablar de fracasos no me gusta mucho. Es una decepción. No hoy, porque al final entran en Copa o playoff los equipos que se lo merecen, como también desciende el que lo merece por más que gane los últimos 6 partidos. La Copa nos la dejamos el día de Andorra, en Zaragoza, este… Los objetivos te lo marcan el trabajo de la temporada, no un partido, eso en una final", mantuvo Pablo Laso tras el partido en una rueda de prensa que, por cierto, se hizo de rogar.
Por lo general, las ruedas de prensa postpartido funcionan de la siguiente manera: unos 15 minutos aproximadamente después de que termine el partido, el entrenador visitante es el primero en atender a los medios, mientras que el local lo hace el último. Pero esta vez en Fontajau no fue así. Pablo Laso se quedó hablando con los suyos tras el partido y fue Moncho Fernández el que salió primero a valorar lo que había sido el duelo. Primer síntoma de que, pese a las palabras de Laso, la situación en el equipo vitoriano no es buena. Más allá de la decepción aceptada que hay en la plantilla y que aunque el ánimo no es bueno, deben reponerse porque este martes tienen una dura cita de Euroliga ante el Olympiacos.
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— Liga Endesa (@ACBCOM) January 12, 2025
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"Los objetivos a medio y largo plazo no son fracasos porque son parte de un tiempo. Es una decepción porque creo que hemos estado cerca y lejos y debemos ser de alguna manera positivos y críticos, las dos cosas. El porqué sí o no es algo que debemos valorar. Debemos pensar en que tenemos un partido el martes. No nos debemos hundir por lo de hoy ni decir que vamos a reaccionar. Tengo que trasladar a los chicos la preocupación de por qué se ha entrado al partido tan frío. A principios de noviembre se lo dije. Hoy entramos aquí en una situación en la que podíamos tener buenas situaciones para al menos luchar hasta la última jornada. El partido de hoy es uno más de una serie que nos ha dejado fuera de la Copa", analizaba Laso. Y esa última frase resume a la perfección lo que ha sido el Baskonia esta primera vuelta. Tanto en Euroliga como en la Liga Endesa.
Cuando a principios de verano el club lanzó en redes sociales una montaña rusa, como aviso previo al fichaje de Pablo Laso como nuevo técnico, nunca hubieran imaginado que finalmente ese habría acabado siendo el resumen perfecto del equipo en el ecuador de la temporada. Un equipo que va y viene, sube y baja, y que sin Tadas Sedekerskis (lesionado), la magia de Markus Howard (intermitente en estos meses y en Girona apagada por lesión) y el impulso de Donta Hall desde el juego interior, parece no termina de encontrarse como equipo, más allá de mostrar algunas individualidades.
De hecho, lo que en ocasiones parecía unión, en otras era una falta de química que hacía al equipo cometer errores propios que daban alas a sus rivales. Y si a eso se le suma esa imagen colectiva en la que parece que la actitud no termina de ser la acertada, como les ocurrió en Fontajau, el resultado acaba siendo contrario al que se quiere.
"Creo que el encarar así el partido y que ellos cojan ventaja tan pronto te pesa mucho, sobre todo cuando pesa el aspecto mental y físico de haber jugado cuatro partidos en seis días. No hemos prestado atención, nos han sobrepasado físicamente. Mi obligación es trasladar eso a los jugadores porque esto no para. Un paso adelante mental, es obligatorio prestar más atención a detalles que pueden ser más importantes para hacernos reaccionar", mantuvo Laso. Y eso es lo que no termina de tener continuidad en su equipo, que está décimo en la Liga Endesa con siete victorias y nueve derrotas y decimoquinto en la Euroliga con un balance de 8-12, a tres victorias de los puestos del playin.
Además, los altibajos en algunas posiciones también les pasó factura. De hecho, la llegada de Luka Samanic les ha venido como anillo al dedo al juego interior porque, aunque todavía le falta terminar de adaptarse, ya ha ido dejando pinceladas de lo que puede aportar. Y luego, la necesidad de tener más lucidez desde el exterior es otro aspecto clave que necesita mejorar el Baskonia a partir de ahora. Y esto es algo que está en la hoja de ruta de un Pablo Laso que, como mantuvo, su prioridad es recuperar a los jugadores que no están (Howard y Sedekerskis por lesión, Samanic que jugó con un esguince de tobillo y Kamar Baldwin que recibió permiso del club "por un problema familiar y tener que irse a EE. UU.").
"A mí ahora mismo lo primero que me gustaría es recuperar a los jugadores que no han podido estar, son tres titulares que son muy importantes para nosotros y eso es lo más inmediato. Si me dices qué pienso del futuro de cualquier jugador, tengo mi idea, porque es obligatorio, hay que pensar en el tiempo, porque la confianza no se gana o se pierde en un día, sino que se juzgan las trayectorias y el compromiso por el equipo, que es muy importante. Las cosas pueden salir bien o mal, pero tienes que estar comprometido. Creo que lo que hay que mirar es hacia delante, aunque en días como hoy estás más jodido", explicó Laso. Y ese "compromiso" es el que deben mostrar a partir de ahora para reconducir su situación.