LIGA ENDESA

El misterio Hezonja, la defensa y el rebote: los interrogantes que deja el Madrid en el Clásico

Las derrotas ante Baskonia y Barcelona en los últimos dos partidos vuelven a dejar dudas en el camino blanco.

Kalinic anota ante la oposición de Cornelie./ACB Media
Kalinic anota ante la oposición de Cornelie. ACB Media
Guillermo García

Guillermo García

Llevamos ya unos cuantos partidos, tanto en la Liga Endesa como en la Euroliga, y aunque todavía no hay motivos para pulsar el botón de alarma, sí que hay signos preocupantes en un Real Madrid que no termina de mostrar una imagen regular. Y no tanto en sus resultados como en su juego. El conjunto blanco sigue líder en la Liga Endesa, empatado con el Barça, y es sexto en Euroliga pero a un solo triunfo del trío de cabeza: Baskonia, Barcelona y Monaco. Sin embargo, los de Chus Mateo han sumado dos derrotas consecutivas ante vitorianos y culés que han vuelto a proyectar la sombra de la duda en su camino.

Son sólo dos encuentros más, pero a la vez son mucho más que eso. Son dos pruebas que certifican algunos de los problemas que ya venían mostrando los blancos con anterioridad y que golpean especialmente en defensa. El equipo de Chus Mateo cuenta con uno de los mejores arsenales ofensivos de Europa, pero atrás la cosa cambia. Ausencias como las de Rudy o Hanga están lastrando a un equipo que en ambas derrotas ha encajado 89,5 puntos. Demasiados para un conjunto que aspira a todo y que se ha convertido en tónica general esta temporada.

El misterio Hezonja, la defensa y el rebote: los interrogantes que deja el Madrid en el Clásico

En el campeonato doméstico el Madrid ha encajado 85 puntos ya en cinco ocasiones (Girona, Baskonia, Zaragoza, Manresa y Barcelona) con tres derrotas en esos encuentros. Y los datos no mejoran en la máxima competición continental. El Madrid ha recibido más de 85 puntos en seis partidos de los cuales ha caído en cuatro. Una prueba de que el conjunto blanco necesita subir un punto la intensidad defensiva para conseguir sus objetivos.

Una defensa que en ciertos momentos fue mal entendida tanto por Chus Mateo como por sus jugadores. Es cierto que con el marcador en contra los nervios son un enemigo más contra el que jugar. Y más cuando queda poco tiempo en el luminoso. Pero los blancos cayeron en el error de la precipitación y pusieron el clavo definitivo de la derrota cuando decidieron presionar en toda la cancha y Laprovittola anotó solo después de que sus compañeros salieran con facilidad de la trampa de los blancos. Nueve abajo a falta de menos de un minuto y todo se volvía imposible para el Madrid.

Otro de los aspectos que preocupa a los aficionados madridistas tras la segunda derrota de la temporada ante el Barcelona es la lucha por el rebote. A pesar de contar con una pareja de pívots con centímetros de sobra, los interiores azulgranas sacaron ventaja en los tableros y en ella cimentaron su triunfo. El Madrid perdió la batalla en ambos tableros, pero estuvo especialmente generoso a la hora de permitir rebotes ofensivos a su rival (16), que supo aprovechar esas segundas oportunidades concedidas por su rival para abrir hueco en el marcador.

Mario Hezonja durante el calentamiento del Clásico. ACB Media
Mario Hezonja durante el calentamiento del Clásico. ACB Media

Durante algunas fases de los partido al Madrid le falta un patrón de juego y deja todo a la inspiración ofensiva de sus estrellas, que no es poco. Sin embargo, sorprende que en esas fases en las que el conjunto blanco no encuentra soluciones tácticas no entre más en juego una de las estrellas fichadas el pasado verano. Mario Hezonja empieza a ser un misterio para el madridismo, que se pregunta porqué ante el Barcelona fue el tercer jugador menos utilizado o porqué ante el Baskonia sólo estuvo ocho minutos en cancha. El talento ofensivo del croata es una solución cuando el ataque se atasca y apenas entra en el esquema de Chus Mateo.

Un rol secundario que también está teniendo Sergio Rodríguez. El Chacho disputa 16 minutos en ACB y poco más de 11 en Euroliga y su papel apenas está teniendo trascendencia en la película de una temporada en la que al Madrid se le achaca la falta de bases.

Ante el Barça tampoco funcionó la pizarra. Muy estática por momentos y más preocupada por el reparto de minutos que por encontrar las soluciones que demandaba el choque. Todo lo contrario sucedió con Jasikevicius, que tuvo más cintura y que incluso reconoció tras el choque que la clave había estado en un cambio que no llegó a hacer tras un triple de Higgins. Una decisión a la postre acertada, porque sería el estadounidense quien dinamitó un choque que ha vuelto a plantear diferentes interrogantes en el camino del Real Madrid.