Un imparable Charlie Moore desajusta al Barça para dar la segunda victoria al Río Breogán

"Vamos a intentar dar la sorpresa", decía Veljko Mrsic, entrenador del Río Breogán este sábado cuando hablaba del partido ante el Barça... y vaya si la dieron. Pero desde el principio. Porque un recital del base Charlie Moore, una buena actuación de Darrun Hilliard, y la implicación defensiva del resto lograron dominar a un conjunto culé que estuvo haciendo la goma... pero que salió mal de inicio y no tuvo la concentración necesaria para afrontar lo que fue el duelo (77-70).

La realidad es que el Barça salió demasiado blando ante un Río Breogán que le puso muchas más ganas. Los culés fueron a remolque todo el primer cuarto (27-17) ante un equipo lucense que aprovechó todos los errores de los culés para castigarles. Y el inicio del segundo cuarto no fue muy diferente. Los de Mrsic llegaron a poner el 30-17 en el marcador ante un Barça al que le faltaban una o dos marchas, en el que sólo Youssoupha Fall destacó antes del descanso (se fue a vestuarios con 20 de valoración).

Aunque lo cierto es que los de Peñarroya lograron subir un poco el ritmo y reengancharse al partido hasta el punto de ponerse sólo dos puntos abajo antes del descanso (38-36). Diferencia que recortaron con una de las acciones de la jornada, un gran mate de Justin Anderson ante su exequipo que levantó suspicacias en la grada lucense.

El ritmo del partido lo mantenía el Río Breogán gracias a la dupla formada por Moore, que estuvo absolutamente excelso y supo leer a la perfección el partido, y Hilliard, que fue su escudero y otro de los más lúcidos de cara a aro. Aunque lo cierto es que la permisividad culé hizo también que Eric Vila se sumase a esa fiesta, en ataque con 12 puntos y en defensa con siete rebotes.

La realidad es que la versión que se vio del Barça en la segunda mitad fue mejor... pero no fue suficiente. El Río Breogán no cedió en ningún momento y la incomodidad culé se reflejaba en forma de errores que los lucenses no perdonaban (19 pérdidas para los de Peñarroya). Y aunque en la recta final del duelo los azulgranas tuvieron la victoria a tiro de tres (73-70)... la ansiedad por ganar les acabó pasando factura.

En una defensa de Abrines a Moore, el base lucense buscó el triple y en el salto, tuvo contacto con el jugador culé que fue sancionado como falta. Tres tiros libres para Moore... y uno extra. Porque ante ello, Abrines protestó al entender que había sido el base quien no había saltado en su cilindro y había abierto las piernas en busca del contacto y acabó recibiendo la técnica. Moore (acabó el duelo con 22 puntos y 8 asistencias) no falló y sentenció con ese 77-70 con el que el Breogán ha sumado su segunda victoria de la temporada.