BALONCESTO

El primer jugador con esclerosis múltiple de la NBA aterriza en un Zaragoza en plena revolución

El base estadounidense Chris Wright, nuevo fichaje del conjunto rojillo tras la salida de Ferrari. Continúan los cambios de la 'era Fisac'.

Chris Wright, durante su etapa NBA con Dallas. /
Chris Wright, durante su etapa NBA con Dallas.
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Adiós, Frankie Ferrari. Bienvenido, Chris Wright. Y hola al nuevo Casademont Zaragoza de Porfi Fisac. Cuando hace poco más de tres semanas el entrenador segoviano aterrizó en la capital maña, el trabajo de la directiva en cuanto a la planificación de la plantilla de la presente temporada aún no había terminado. Así se ha demostrado ahora con el aterrizaje del que será el nuevo director de juego, un base estadounidense que hizo historia en la NBA. ¿El motivo? Fue el primer jugador con esclerosis múltiple en debutar en la mejor liga del mundo. Pero, ¿cómo ha llegado ahora a la ciudad maña y qué consecuencias trae su fichaje? Vamos a explicarlo.

Casademont era el farolillo rojo de Liga Endesa. La destitución de Martin Schiller como técnico a mediados de octubre había traído consigo la dimisión de Toni Muedra como director deportivo. Y, por ende, el club se quedaba sin la persona que había confeccionado la plantilla para una temporada que no había empezado con buen pie. Solo habían transcurrido cuatro partidos de competición, no había ganado ninguno y, peor aún, las sensaciones no eran buenas.

Así, la directiva apostó por Porfi Fisac para liderar el banquillo. Pero su llegada se sabía que no era suficiente... Y que él tampoco iba a asumir una plantilla considerada insuficiente para mantener la categoría ACB.

Las consecuencias de la llegada de Porfi Fisac

Su primer partido al frente de Casademont Zaragoza no fue bien. Los rojillos cayeron por 79-82 ante un Fuenlabrada también con problemas en el arranque de temporada. Pero Porfi Fisac, más allá de la derrota, tenía abiertos varios frentes dentro de la plantilla. La ecuación era fácil: si no había nivel suficiente a ojos del técnico, había que hacer cambios. Y esos cambios llevaban consigo nuevas caras, pero también algunas despedidas.

Porfi Fisac da una indicación durante el Casademont Zaragoza-Real Madrid.  EFE
Porfi Fisac da una indicación durante el Casademont Zaragoza-Real Madrid. EFE

Primero, Fisac anunció que los dos canteranos Lucas Langarita y Aday Mara pasaban a formar parte del primer equipo. Después, que los cambios y las nuevas llegadas no tardarían en aterrizar. La fecha prevista para ello era sencilla: el parón por las Ventanas FIBA fijado para esta segunda semana de noviembre. Pero las despedidas comenzaron un poco antes.

Primera salida y primera reacción positiva

El pasado 5 de noviembre, el club anunciaba que el letón Rihards Lomazs era el primer jugador en abandonar la disciplina aragonesa. El escolta, que ya había reconocido previamente que no terminaba de adaptarse y encontrar su sitio en Zaragoza, no había firmado buenos números. Seis puntos, una asistencia y 2,4 de valoración en cinco jornadas era un promedio totalmente alejado de lo que se esperaba de él cuando el pasado julio fue anunciado como el primer fichaje del club.

Apenas unas horas después del adiós al internacional letón, Casademont tenía una dura cita en liga. El Real Madrid visitaba el Príncipe Felipe y la debacle podía ser mayor. Pero no fue así. Los movimientos de Fisac y la directiva habían activado a una plantilla que hasta entonces no había terminado de cuajar ningún buen partido... Hasta el pasado domingo 6 de noviembre.

Los de Fisac, encomendados a un coloso Jessup (hizo 28 puntos, cogió seis rebotes, dio tres asistencias y firmó un 31 de valoración), firmaron una victoria de quilates ante el vigente campeón de la liga (94-89). Pero seguía sin ser suficiente. En Casademont, conscientes de ello, ya tenían previsto que más jugadores abandonarían la entidad para que llegase savia nueva. Así ha sido.

Adiós a Ferrari

Había sonado su nombre desde hacía días como posible salida. Frankie Ferrari no tenía la confianza del técnico segoviano. Y aunque se presuponía como uno de los jugadores clave del proyecto para esta temporada, el base era pieza angular para la plantilla confeccionada por los dos hombres que ya no estaban en la entidad. Finalmente, este sábado 12 de noviembre el club hacía oficial su salida.

"Final de mutuo acuerdo de la etapa de Frankie Ferrari en Casademont Zaragoza", anunciaba el club en redes sociales y en un comunicado en el que confirmaba la salida del jugador tras haber llegado a un acuerdo por ambas partes. Eso sí, tan solo unas horas después se confirmaba que el base se incorporaba a las órdenes de Pedro Martínez en el Baxi Manresa.

Pero la noticia de la salida del base estadounidense con pasaporte italiano. Zaragoza necesitaba de un sustituto en la dirección de juego y ese repuesto solo tardó tres minutos, de reloj, en llegar.

Chris Wright, refuerzo referente dentro y fuera de la pista

Chris Wright se ha convertido en la nueva incorporación de Casademont Zaragoza y cuenta con la confianza absoluta de Fisac. "Es un jugador que siempre antepone los intereses del grupo a los suyos, no sólo en la cancha sino también fuera de ella. Es capaz de anotar y defender con garantías y tiene experiencia en Europa a buen nivel. Es un jugador que nos va a ayudar en las necesidades principales del equipo. Domina los tiempos que necesita el grupo", aseguraba el técnico en el comunicado emitido por el club.

Y, precisamente, Wright es también un referente dentro del mundo del deporte de la canasta. En 2013, el base estadounidense fue diagnosticado de esclerosis múltiple. Y solo tres meses después de aquello, firmó un contrato con Dallas pasando así a convertirse en el primer jugador de la NBA con esa enfermedad.

Chris Wright durante su etapa en el Bertram Derthona.  MATTIA RADONI/GETTY IMAGES
Chris Wright durante su etapa en el Bertram Derthona. MATTIA RADONI/GETTY IMAGES

La historia de superación de Wright

La vida de Chris Wright estaba ligada al baloncesto desde que era pequeño. Tanto, que incluso tras su formación en la universidad de Georgetown, dio el salto a la liga turca tras fichar por el Olin Edirne. Fue allí donde recibió la noticia que lo cambió todo.

Durante un partido, perdió el equilibrio y cayó al suelo. Parecía algo sin demasiada importancia. Un simple resbalón al que no había que hacer mucho caso. No era así. Horas más tarde, Wright comenzó a perder la sensibilidad en la parte derecha de su cuerpo. Mano, brazo, pierna... Y con ello llegó la preocupación. Una consulta médica en Turquía, un regreso a EEUU y un diagnóstico final, aunque ya se lo habían adelantado, y definitivo: esclerosis múltiple.

Su vida había dado un giro de 180 grados. Él, acostumbrado a cruzar la cancha, a armar las jugadas de su equipo, a vivir del baloncesto, recibía la noticia más cruel: el final de su carrera deportiva acababa de llegar de forma prematura y repentina. Al menos, eso creían los médicos... Y su alrededor.

Mensajes de pésame, lo siento, ánimo... Eran la tónica general. Todos lo daban por perdido, menos él. Su fuerza y amor por el baloncesto era más fuerte que el pesadumbre de su alrededor. Y aunque pareciera que las puertas se habían cerrado, Wright supo abrir todas las ventanas posibles para seguir ligado al deporte de su vida.

Era la temporada 2012-13, y los Iowa Energy le dieron una oportunidad. No la desaprovechó. Con esfuerzo y tesón, logró un promedió 16,1 puntos y 6,8 asistencias por partido. Todo ello mientras controlaba su dieta y visitaba mensualmente el hospital para continuar con su tratamiento.

Tras ello, esa misma temporada logró hacer historia. El base se hizo con un contrato de corta duración con los Dallas Mavericks en 2013, con los que disputó tres encuentros en la NBA. En ese momento acababa de convertirse en el primer jugador de la mejor liga del mundo diagnosticado con esclerosis múltiple y, por supuesto, en ejemplo para todos.

La pasada campaña, Wright militó en el Derthona Basket de Italia, país que ya conocía tras su paso por el Victoria Libertas de Pésaro, el Varese, el Torino, el Reggio Emilia y el Trieste. Mientras que también conoce Francia, tras su paso por el Asvel; Israel, al haber vestido la camiseta del Hapoel Holo; y Polonia, tras haber jugado en el Torun. Una dilatada trayectoria que ahora recala en Zaragoza y que sirve de ejemplo de superación.