EUROLIGA | FENERBAHÇE 100 - REAL MADRID 99

Las seis claves que rompieron la 'perfecta' Euroliga del Real Madrid

La lectura de los errores que acabaron costándole a los de Chus Mateo un partido en el que llegaron a ir 14 arriba en el último cuarto.

Campazzo tira a canasta ante Motley. /GETTY IMAGES/TOLGA ADANALI
Campazzo tira a canasta ante Motley. GETTY IMAGES/TOLGA ADANALI
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

"Sólo es una derrota, la primera y hay que seguir trabajando", decía Chus Mateo tras caer en el Ülker Sports Arena (100-99), pero una derrota que se podía haber evitado. Porque, sin quitar mérito a lo que hizo el Fenerbahçe durante todo el partido -dio un recital de carácter y persistencia-, lo que al final le costó al Real Madrid perder el invicto de la Euroliga en Estambul fue algo de lo que, precisamente, siempre ha hecho gala el conjunto blanco: paciencia y cabeza. Aunque si hubiera que resumir lo que fueron las claves que hicieron al Real Madrid caer ante el conjunto turco estas serían seis.

Unas horas antes de que se jugase esta undécima jornada de Euroliga, hubo una frase de otro técnico que acabó en sentencia para el conjunto blanco. "En el baloncesto actual, 15 puntos de diferencia no son nada porque se pueden recortar con tres defensas buenas", decía el entrenador de Baskonia, Dusko Ivanovic, durante la rueda de prensa previa a su partido (este viernes a las 20:30 horas en Valencia). Y eso fue, justamente, lo que le acabó pasando al Real Madrid.

El primer cuarto fue un monólogo de Facundo Campazzo. El base argentino volvió loco a quien trataba de defenderle, pero en el segundo cuarto la película cambió. Aunque Campazzo continuó haciendo de las suyas, el Fenerbahçe empezó a cambiar sistemas. Dimitris Itoudis comenzó a meter cambios continuos de jugadores grandes y pequeños que le hicieron dar un paso más en defensa y desajustaron al Real Madrid. Primera clave.

Chus Mateo decidió apostar por los que han demostrado ser sus seguros de vida: Facu, Llull, Rudy (sobre todo para las defensas clave), Deck y Tavares. Es decir, la vieja guardia, su base de confianza, su '4' por excelencia ante la ausencia de Yabusele y su pívot titular. Y tras el descanso funcionó. Cada vez que Fenerbahçe trataba de acercarse, los blancos conseguían tirar otra vez del carro. Eso sí, notando cada vez que Campazzo y Tavares se sentaban. Ahí llegó la segunda clave.

Fenerbahçe fue consciente de ello, subió el nivel defensivo y aunque a menos de seis minutos para el final el marcador era de -14 para los de Itoudis, la eliminación de Tavares por faltas terminó por dinamitarlo todo. Porque aunque Poirier firmó un buen partido, su fuerte fue en ataque y la defensa que estaba aportando el caboverdiano no la asumió nadie. Y Wilbekin duplicó en esos minutos los puntos que llevaba hasta entonces (acabó el partido con 19). La tercera clave.

A todo ello hay que sumar que, otra vez, el Real Madrid no tuvo su día desde la línea de tres. Los únicos que realmente aportaron desde el tiro exterior fueron Sergio Llull (3/7) y Facundo Campazzo, pero los números del argentino desde triple tampoco fueron buenos: 2/10. ¿El resto? Probaron una o dos veces a lo sumo y sin fortuna (el Real Madrid acabó con 5/23 en triples y de ellos, 17 tiros los firmaron entre Llull y Facu). La cuarta clave.

Sin Tavares y sin la figura de Yabusele (que está lesionado), el Real Madrid se quedó con tan sólo Poirier y Deck para los puestos de 5 y 4, respectivamente, y con el argentino cargándose de minutos. Porque lo cierto es que con el partido así, Mateo no apostó como tal por Ndiaye, sino que volvió a la fórmula de Hezonja cayendo al puesto de ala-pívot cuando era necesario para dar algo de descanso a Deck -aunque apenas se dio: jugó 38:04 minutos- y apostando por Rudy como '3' más defensivo. Y si a esto, se le añade lo mencionado anteriormente de que tan sólo Llull y Facu buscaban el triple… Otra minutada también para los dos y un desgaste importante para la recta final. La quinta clave.

Y todo aquello acabó pesando demasiado en las decisiones finales.Campazzo, que había firmado un partido excelso -el mejor de su carrera en Euroliga: 33 puntos, 100% de acierto en tiros de dos (11/11), dos rebotes, siete asistencias, dos robos y un 32 de valoración-, terminó cometiendo un error impropio de él en los últimos segundos de la prórroga. La presión en el dos contra uno que ejercieron sobre él Calathes y Nigel Hayes-Davis le hicieron precipitarse en el pase durante una jugada que, de haber aguantado, hubiese sido favorable al Real Madrid (el marcador era 98-99). Y el Fenerbahçe, que por la inercia de cómo había sido el partido iba en dinámica ascendente, lo aprovechó. Guduric se mostró más lúcido que Deck y Hezonja, situados hacia donde iba el balón, y acabó haciéndose con la pelota y habilitando a Yam Madar para anotar pese al intento defensivo de Llull, que acabó llegando tarde al bloqueo. La sexta clave.