Nigel Hayes-Davis fulmina a un inconsistente Real Madrid
El equipo de Chus Mateo firma su tercera derrota consecutiva en cinco días.
Al Real Madrid se le atragantó la doble jornada de Euroliga. Tanto que ha firmado tres derrotas consecutivas en sólo cinco días desde que cayese el pasado domingo en la Liga Endesa en Badalona. Ni en Lyon ante el ASVEL, que cayeron por sólo un punto, ni en el WiZink Center ante el Fenerbahçe, los blancos lograron mostrar la solidez y consistencia necesarias para llevarse la victoria. Y eso que el quinteto de garantías -el de los de siempre- pelearon con uñas y dientes para intentarlo. El borrón de la segunda unidad y la falta de acierto fueron los protagonistas ante un Fenerbahçe liderado por un Nigel Hayes-Davis que terminó con 33 puntos, 4 rebotes y un 30 de valoración.
El Real Madrid salió de inicio con un quinteto que se conoce a la perfección (Campazzo-Musa-Hezonja-Deck-Tavares)… y eso se notó demasiado. Durante los primeros compases, las defensas se impusieron a los ataques en un combate de poco acierto a ambos lados de la cancha. El trabajo defensivo de Edy Tavares, Mario Hezonja y Dzanan Musa -por no hablar de los intangibles de Gaby Deck- se notaba ante un Fenerbahçe algo frustrado por su apagón de cara a aro. Y con la entrada a pista de Sergio Llull en el ecuador del cuarto, Chus Mateo logró que se desatascase algo más el acierto gracias a sus dos triples. Sin embargo, la renta de ocho puntos (20-12) con la que cerraron los blancos el primer cuarto no tardó en saltar por los aires nada más comenzar el segundo.
Chus Mateo apostó por la segunda unidad y el equipo hizo aguas por completo. Tanto, que el Fenerbahçe logró enchufar un parcial de 8-0 para igualar la contienda ante la nula defensa blanca. El tridente Serge Ibaka, Eli Ndiaye y Hugo González de '3' no funcionaba y el tiempo muerto de Chus Mateo no fue suficiente para frenar lo que empezaba a ser una sangría. Nada más volver a pista, triple de Nigel Hayes-Davis para poner, por primera vez, a los turcos por delante (20-23).
Hubo que esperar hasta que Facu Campazzo y Edy Tavares volvieran a pista para ver al Real Madrid reaccionar. Sin el argentino, que no estuvo durante la primera parte con la finura que acostumbra, el equipo estaba perdido. Sin el caboverdiano, desprotegido. Y ahí comenzó una leve reacción blanca que terminó con todo el quinteto inicial en pista y sólo seis puntos de diferencia, después de que la renta hubiera llegado a ser de ocho a favor del Fenerbahçe (31-37).
La actitud de los de Chus Mateo tras el paso de vestuarios fue diferente (y mejor). El Real Madrid volvió a apostar por los de siempre, con sólo un cambio, esta vez fue Eli John Ndiaye el que saltó a pista en vez de Hezonja, y fue un acierto. El joven ala-pívot insufló de un plus de energía a los suyos y bien plantados en defensa, antes de cumplirse el tercer minuto de juego, los blancos ya estaban a sólo dos puntos.
A raíz de ahí llegó un intercambio de canastas que acabó con algo de polémica. Primero, por unos dobles no pitados a Artur Zagars. Y, justo después, tras la contra del Real Madrid, con una dudosa falta en ataque señalada a Facu Campazzo que acabó con Hayes-Davis (quién si no) devolviendo el +6 al marcador y obligando a Chus Mateo a pedir tiempo muerto en el ecuador del tercer cuarto.
El Real Madrid estaba algo atropellado y con las ideas poco claras. Tanto, que el Fenerbahçe terminó poniendo el +11. Mateo optó por dar descanso al Facu, tras varias acciones erráticas del argentino, en búsqueda de algo de frescura con Andrés Feliz. Y volvió a apostar por Ibaka y Garuba para el juego interior, para que Tavares y Deck cogieran algo de aire. Y lo cierto es que parece que se le vio algo más de fluidez al equipo en ataque... aunque sin terminar de ser suficiente a nivel de acierto y menos aún para frenar a un Hayes-Davis que seguía haciendo de las suyas. +13 /y máxima ventaja hasta el momento) para el Fenerbahçe (47-60) a falta de jugarse los últimos diez minutos.
Y aunque el parcial empezó como terminó el anterior (con Hayes-Davis haciendo daño desde el exterior), un triple de Campazzo y una canasta de Tavares lograron reducir la renta a 11 puntos, algo que hizo a Saras Jasikevicius para el partido ante la más mínima duda de que pudiera llegar una reacción blanca.
Musa desde el tiro libre logró bajar la renta a nueve puntos de diferencia. Pero Baldwin no tardó en responder inventándose una canasta que volvía a poner el +11. Y ahí, Mateo volvió a mover blanquillo y devolvió a pista a Deck por Usman Garuba. Otra vez el quinteto por excelencia en pista... y otro tiempo muerto de Jasikevicius tras una maravilla de canasta de espaldas de Hezonja que volvía a dejar a los suyos a nueve puntos y los hacía creer que era posible la remontada a 5:10 del final (58-67).
Pero la falta de acierto seguía siendo un lastre blanco ante un Fenerbahçe que no baja ni de acierto ni de intensidad. Parcial de 5-0 para los de Jasikevicius que ahora ponían un +14 en el marcador, obligando a Chus Mateo a frenar el juego y tirar de pizarra en busca de una solución con un quinteto defensivo: Hezonja, Deck, Ndiaye y Tavares a pista junto a Campazzo.
Un triple de Hezonja los dejó a once y una bola bien peleada que acabó en posesión para los blancos pareció hacerles creer. Pero una falta en ataque señalada sobre Tavares (la cuarta del pívot) desató la indignación blanca y del croata, que acabó eliminado por dos técnicas consecutivas al protestar la acción señalada sobre el caboverdiano. Tras ello, Campazzo, desde el tiro libre, logró bajar a diez la diferencia que acabó en nueve después de que Tavares lograse transformar uno de los dos tiros libres tras una falta a favor. Pero el triple de Guduric a 40 segundos del final devolvió el +12. Y aunque Musa sacó un 2+1 que volvió a dejarlos en nueve, ya era demasiado tarde. Tanto, que incluso sobre la bocina, Hayes-Davis enchufó otro triple para firmar el 70-82 final.
Tercera derrota consecutiva de los blancos en cinco días... esta vez en casa, el que era su fortín, siendo la segunda vez que caen en lo que va de temporada tras el batacazo ante Anadolu Efes. Y todo ello justo antes de un partido de altos vuelos como es el del domingo ante el Unicaja.