EUROLIGA | REAL MADRID 90 - BASKONIA 89

Mario Hezonja se viste de héroe y tumba al Baskonia con un triple descomunal

El Real Madrid se lleva un competido duelo ante un Baskonia que rozó la victoria.

Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Difícilmente haya habido una canasta esta temporada que haya puesto en pie al Movistar Arena (o WiZink Center hasta este diciembre) como el triple que se inventó Mario Hezonja para ganar el partido. Y es que, sin duda, la victoria del Real Madrid tuvo el nombre del croata, que fue el artífice de la gesta ante un Baskonia que peleó hasta el final y que rozó el triunfo con los dedos (90-89).

El Real Madrid comenzó marcando el ritmo de inicio, con Edy Tavares creciéndose en la pintura y Facundo Campazzo y Dzanan Musa encontrando buenas conexiones. Si bien, el Baskonia no se quedaba atrás, y bajo la batuta de Kamar Baldwin, los de Pablo Laso mantuvieron el pulso. Pese a que la realidad es que fue la entrada de Markus Howard -con un triple en la primera bola que tocó, casi en el ecuador del primer cuarto- el que terminó de reactivar a los suyos para empatar a 12.

Aunque, eso sí, los blancos le iban a contestar de la misma manera, esta vez con un triple de Eli John Ndiaye que, como está dejando claro cada vez más, no le tiembla la muñeca para el tiro exterior. A partir de ahí, el juego pasó a ser un tira y afloja con intercambio de canastas que acabó con Nikos Rogkavopoulos errando un tiro de tres, lo que hizo finalmente a los blancos irse por delante en el marcador (22-21).

El segundo cuarto empezó con Luka Samanic liderando el juego ofensivo del Baskonia y protagonizando un tira y afloja de cara a aro con Mario Hezonja. Y fueron precisamente los puntos del croata los que activaron al Real Madrid y obligaron a Pablo Laso a parar el juego. Y funcionó. Porque el cuadro de Vitoria logró un parcial de 7-2 con el que empataron el duelo a 35 y obligaron a Chus Mateo a pedir tiempo muerto para reorganizar a los suyos y firmar una de las jugadas del partido: un alley-oop entre Campazzo y Hugo González que hizo volar al canterano para poner el 37-36 en el marcador.

Si bien, a raíz de ahí, dos triples consecutivos de los de Laso, obra de Baldwin y Rogkavopoulos, volvieron a darle la vuelta al marcador. Y aunque Ibaka respondió de la misma manera, fue de nuevo el griego el que sumó tres más al sacarle una falta a Hugo González y no errar desde la línea del tiro libre. El Baskonia estaba logrando que el Real Madrid no terminara de encontrarse y, de hecho, los cambios defensivos que estaban planteando los de Laso estaba siendo clave en ello.

Así se vio, por ejemplo, en Kamar Baldwin, centrado en los bases blancos que marcaran la jugada, que acabó incluso evidenciando la frustración de Campazzo cuando, tras una pérdida de los blancos, Chus Mateo pidió tiempo muerto al ver el 40-45 en el marcador y el argentino acabó arrojando la toalla contra el led de publicidad. Eso sí, precisamente fue él quien, después, anotó la canasta que hizo a los blancos irse a vestuarios sólo tres abajo en el marcador (42-45).

La realidad es que el acierto exterior no es que brillara en exceso. De hecho, para ningún equipo: 4/12 para el Real Madrid y 4/12 para el Baskonia. Y tras el receso tampoco es que mejorase mucho este aspecto. Por el Real Madrid sólo Mario Hezonja, que firmó 7 puntos consecutivos, tuvo acierto en una ocasión desde el exterior. Si bien, la realidad es que el Baskonia, en cambio, sumó uno más que los blancos (primero, Rogkavopoulos después de que Moneke cazase dos rebotes consecutivos y luego Markus Howard). Y esto, unido a algo más de fluidez en el juego en transición hizo que se mantuvieran por delante en el marcador prácticamente todo el cuarto.

Los blancos sólo estaban logrando sumar desde el tiro libre, mientras que Moneke seguía haciendo daño en el rebote para dar segundas oportunidades al Baskonia. Y esto hizo a Chus Mateo apostar por la pareja Garuba-Tavares para el juego interior... aunque no terminó de ser suficiente para evitar que los de Pablo Laso se llevaran también el tercer parcial (64-67). Si bien, la historia cambió nada más empezar el último cuarto.

Garuba aprovechó la ayuda de Tavares para hacerse fuerte en la pintura y anotar. Y tras ello quien apareció fue Dzanan Musa con un triple que volvió a poner a los blancos por delante (69-67) y obligó a Laso a parar el juego. Aunque de primeras no sirvió de mucho. Porque los blancos, liderados por Campazzo y sumando esfuerzos colectivos en ataque seguían dominando el marcador ante un Baskonia más errático que, eso sí, no bajaba los brazos.

Palabras de Campazzo tras derrotar a Baskonia. Relevo

Y precisamente esa persistencia hizo que con dos jugadas consecutivas los vitorianos volvieran a darle la vuelta al marcador. Primero con el mate de Samanic y después con la canasta de Forrest por encima del aro, superando a Garuba, que volvió a darle la vuelta al electrónico provocando el tiempo muerto de Chus Mateo (74-75). Y llegó la reacción del Real Madrid. Primero, con una canasta de Hezonja; después, con Campazzo sacando (y anotando) tres tiros libres; y luego, con un gran robo de Alberto Abalde, que sigue excelso atrás, el cual acabó con Musa poniendo el +6 (81-75).

Pero el Baskonia seguía haciendo la goma. Tanto que, con un juego rápido en ataque, aprovecharon la ausencia de Tavares sobre el parqué para anotar dos canastas consecutivas tras penetrar en la pintura y cerrar un parcial de 7-0 con un triple de Rogkavopoulos que les hizo ponerse a dos. Chus Mateo paró el juego, pero algo en el Baskonia había hecho clic y Chima Moneke se sacó de la manga un 3+1 que hizo darle la vuelta por completo al marcador (84-86) y obligó al técnico blanco a devolver a Tavares a pista.

El partido estaba totalmente abierto. Si uno anotaba, el otro también. Y a 27,4 segundos del final, Hezonja hizo a Laso parar, otra vez, el juego al ver que, de nuevo, el Real Madrid se ponía a sólo un punto. Con una presión prácticamente a toda cancha, Campazzo acabó mandando a Kamar Baldwin a la línea de tiro libre y el base no tuvo fina la muñeca, errando los dos tiros. El rebote lo cazó Samanic, al que Abalde lo volvió a mandar a la línea del 4,60 anotando solo el segundo lanzamiento.

Quedaban 17,1 segundos para el final, el marcador lucía 87-89 y Chus Mateo pintó la jugada que tenían que hacer los suyos. Y lo cierto es que no salió porque estuvieron a punto de perder la bola, pero esta acabó en manos de Mario Hezonja, que se inventó un tiro brutal casi sobre la bocina y levantó absolutamente a todo el Movistar Arena. Y aunque al Baskonia le quedaron dos décimas para buscar el milagro... este no se dio (90-89). Los blancos suman una más y mantiene el pulso de cara a los playoffs en la competición continental, ante un equipo vitoriano al se le vuelve a escapar otro triunfo.