OPINIÓN

Markus Howard, entre Guadarrama y Somosierra

Markus Howard, en un partido con Baskonia./EFE
Markus Howard, en un partido con Baskonia. EFE

Las sierras de Madrid son muchos picos, pero entre todos ellos sobresalen Vincent Poirier y Edy Tavares, cada uno con sus análisis particulares de rendimiento y futuros, pero que se erigen en este playoff de cuartos de final entre Real Madrid y Baskonia como absolutamente diferenciales a la hora de enfrentar a "Los Siete Magníficos" de Dusko que tendrán enfrente a estos dos pero sobre todo una legión de estatura de los blancos. En cada posición.

Markus Howard es un río vivo de talento, que a veces encuentra escollos que parece que le estancan, pero acaba encontrando en su discurrir con la fluidez de una copiosa corriente de triples y bolas flotadoras. Sus recursos a la hora de ofrecer nuevos acuíferos de puntos (no le pidas más que anotación y amenaza) son enormes, al menos en estas semanas finales de liga regular y de playin ha sido el gran protagonista, la fuente de la vida del Baskonismo. Presidente de la Confederación Hidrográfica de los anotadores en Europa. Los grandes motivos del baskonismo pasan por mejores bloqueos, paciencia para que el balón llegue en buenas condiciones a sus manos. Temprano o tarde va a superar o empatar el récord de triples de Shane Larkin. Parece poco probable que lo haga en post temporada, en las eliminatorias más exigentes físicamente posible. Pero si alguien lo va a hacer, es Markus Howard en estado de gracia. Y llega muy bien. Pero atravesar Madrid desde las sierras norte hasta pasarla entera es largo y complejo. Como un buen playoff de Euroliga.

Claramente Chus Mateo está pensando en una batería de secantes, no solamente en Fabien Causeur, que le tocará pasar muchos bloqueos pegado al pequeño escolta americano. La motivación de otros exteriores del Real Madrid será grande para bajar sus porcentajes pues aún están recientes las trazas de adn que dejó el tirador anotando hace un par de semanas 35 puntos en el WiZink Center. Abalde estará preparado, Hezonja como versión XXL de nuevo puede que lo emparejen con él y por qué no Rudy Fernández en el penúltimo reto defensivo de su carrera en Euroliga, además de su instinto defendiendo lejos del balón, aún puede pasar bloqueos con sus pasos de esgrima. Los minutos que juegue tratará de impactar en el partido y qué mejor forma. El mismo Campazzo, podrán mirarse a los ojos sin ningún complejo de Napoléon. En definitiva, en las riberas de sus tiros habrá un bosque de ramas altas por donde tratará de buscar la luz. Muchas veces la encuentra pero la exigencia que impone el Real Madrid no es la de los dos partidos de una Virtus que se hundió en últimos cuartos las dos veces. El golpe contra Maccabi fue minimizado por la clasificación a las eliminatorias, pero debería ser recordado. El equipo de Chus Mateo está programado para estos partidos.

Ivanovic sabe que depende de tiradores interiores para ganar algún partido y alargar la serie hasta la sorpresa. Pero la sorpresa y la larga distancia son el gran poder a encontrar. Una plantilla mínima contra un banquillo larguísimo.

Matt Costello es siempre el gran tapado. No sabes que es el 7º máximo taponador de Euroliga, pero si sabes que Poirier y Edy son 1º y 2º. Costello tratará de sacar a ambos dos de la zona con aciertos. Si no hay la promesa de caramelo no pasarán tan alegremente del quicio de la puerta de la pintura. Con los problemas de Moneke aún será más importante.

El baloncesto actual tiene que ver con el número de cuerpos que puedes usar en la batalla del rebote y tiros cortos. Eso lo tiene asimilado el Real Madrid, eso y el calendario. Hay ligas nacionales que agendan los partidos de los fines de semana de playoff en otro momento. La franquicia blanca diseña su roster para meses como el de abril y mayo. No se entrena porque no se para de jugar partidos importantes y viajes para esos partidos o de vuelta a casa. Así todo el rato. Físicos y mentalidades que no endurecen esos físicos.

Si hablamos de físico, hablamos de Codi Miller-McIntyre, apellido compuesto con ortografía que te hace dudar, juego directo con toma de decisiones que no le hacen vacilar. La gran sorpresa del curso en el Buesa Arena, siempre con el recuerdo de Elmer Bennett. Base titular con los galones del libreto de Ivanovic. Tiene el mando absoluto. Un base sin gran tiro de tres al lado de un super tirador. Pero con valentía y determinación para ganar partidos al filo del bocinazo.

Se va hablar esta semana y la que viene mucho del tema de la longitud de ambas plantillas pero es que el Baskonia de Dusko y Querejeta se fundó, triunfó y pervivió gudianescamente en sus distintas etapas con la firme creencia de ello. Para que jugadores con poca o nula experiencia en Euroliga pero con talento puedan ponerse al nivel de los grandes fichadores, tienen que perder el miedo al error que les lleva al banquillo. En esta plantilla los que están así son el 9º, el 10º y el 11º. Lease Rogkavopoulos, Chiozza y Theodore. El 12º es Dani Díez, a este le da igual, saldrá metido el tiempo que le toque. Del 1º al 8º en minutos, todos van a muerte y por delante, el icono de saber lo que es el Baskonismo: Tadas Sedekerskis.

Él abrió el camino del playin al playoff con 3 de 4 en triples. Esa es la clave para el equipo gasteizarra, encontrar a metedores de tres menos habituales. Si sumas eso a lo que te da Markus Howard podemos hablar de igualdad o de posible sorpresa. En condiciones normales Real Madrid querrá imponer apisonadora de intimidación en pintura, de dominio de rebote defensivo y cambios defensivos entre bases y aleros.