Los fantasmas del Real Madrid reaparecen entre el perímetro y la soledad defensiva de Edy Tavares
El caboverdiano volvió a verse solo a nivel defensivo y los blancos volvieron a sufrir ansiedad en ataque.
Habían sido cuatro partidos en los que, poco a poco, se había ido alejando el runrún. Ese con el que el Real Madrid arrancó la temporada y que, en teoría, había ido disipándose conforme pasaban las jornadas, sobre todo, gracias a la defensa. Hasta que llegó el Olympiacos. El rival que hizo reaparecer todos los fantasmas que los de Chus Mateo habían tratado de ahuyentar en las últimas semanas. Porque si algo volvió a verse en El Pireo fue una defensa insuficiente -"la clave ha sido el rebote", admitió el técnico blanco-, otra minutada de los de siempre, falta de concentración y de recursos desde el perímetro y ansiedad en ataque.
"Hemos defendido al nivel que queremos estar y hemos dejado al contrario en porcentajes bajos, que es algo que estamos buscando", admitió Chus Mateo el pasado domingo, tras la que fue la cuarta victoria consecutiva, esta en Liga Endesa, ante el Baxi Manresa. La realidad es que el conjunto blanco había logrado rebajar la media de puntos encajados hasta una media de 66 en los tres últimos partidos, 21 puntos menos de la que tenía hasta entonces. Y esto se había traducido en más confianza, menos nerviosismo ofensivo, más oportunidades de probar nuevos sistemas y hasta más minutos para los jóvenes.
Sin embargo, la visita a Atenas -la primera que se daba tras una racha de cuatro partidos en el WiZink Center- volvió a desajustarlo todo y evidenció los 'peros' que parecían haberse tapado en las últimas semanas. "Ha sido un partido muy duro desde el principio, hemos conseguido tener una buena ventaja en el tercer cuarto que luego hemos perdido en el último, seguramente por el rebote. Eso es un problema, no hemos estado concentrados. Ellos han tenido muchos tiros, 41 de dos y nosotros 24. Eso al final hace la diferencia, sobre todo en el último cuarto. No hemos jugado mal, pero hemos perdido este importante aspecto del juego", dijo Chus Mateo. Y aunque lleve razón y las sensaciones no hayan sido las mismas que en las derrotas anteriores, por suerte para los blancos, los problemas sí siguen siendo los mismos.
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43 rebotes de Olympiacos, 15 ofensivos y 28 defensivos, por los 31 en los que se quedó el Real Madrid, 27 de ellos en defensa y sólo 4 ofensivos. Y ahí volvió a verse la Tavaresdependencia defensiva, algo que aprovechó Olympiacos para convertir el rebote ofensivo en su principal arma y generar segundas oportunidades que el equipo blanco no logró frenar. Además, volvió a notarse la falta de recursos en el perímetro, donde el conjunto blanco sigue acusando la falta de un tirador. Y esta vez, es que ni siquiera probó suerte Rathan-Mayes, que no pisó el parqué, como tampoco lo hizo Hugo González o el canterano Sidi Gueye.
Junto a ello, también quedó claro que sin Facu Campazzo el Real Madrid no termina de funcionar. Y que su conexión con Tavares también es algo clave. El apagón en el segundo cuarto llegó, precisamente, cuando el argentino tuvo que sentarse tras hacer la segunda falta, coincidiendo además con el caboverdiano también fuera de la pista. ¿Y cuándo llegó la reacción del tercer cuarto? Cuando ambos volvieron a estar juntos en el parqué.
Además, ante un partido ajustado, las rotaciones volvieron a ser escasas. Chus Mateo volvió a apostar por sus hombres de confianza: Mario Hezonja sólo descansó cuatro minutos en todo el duelo, mientras que Gaby Deck estuvo en pista 32:39 minutos. Un desgaste para ambos y también para Tavares, que jugó 31:46 minutos, mientras que Dzanan Musa superó los 25 minutos y Campazzo los 23. Todo ello cuando en menos de 48 horas tienen otro duelo de Euroliga, otra vez fuera de casa.