BALONCESTO

Chus Mateo genera las primeras dudas en el Real Madrid

Ante el Barcelona sorprendió con algunas decisiones que no dieron resultado en el Palau.

Chus Mateo, en un partido con el Real Madrid esta temporada. /GETTY
Chus Mateo, en un partido con el Real Madrid esta temporada. GETTY
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El Real Madrid se plantó ayer en el Palau en pleno estadio de euforia. El equipo blanco llegó a Barcelona con un balance de cinco victorias en los últimos seis clásicos, incluidas unas semifinales de Euroliga, una final de ACB y la reciente final de la Supercopa. Muchos de esos triunfos llegaron con Chus Mateo en el banquillo. El sustituto de Pablo Laso solo conocía la victoria esta temporada, mientras que su homólogo en Barcelona, Sarunas Jasikevicius, estaba ofreciendo dudas en el rendimiento mostrado en este inicio de temporada. Pero ayer le dio la vuelta a la tortilla.

Sorprendió o intentó sorprender Mateo desde el salto inicial. El técnico dejó en el banquillo a su jugador más determinante, Walter Tavares, para dar entrada en el puesto de pívot a Petr Cornelie, que había jugado cuatro minutos en el primer encuentro de Euroliga frente a Panathinaikos y que no se había vestido en el duelo frente a los blaugranas en la Supercopa. El experimento no tuvo el resultado deseado.

Otra de las decisiones que tuvo que tomar ayer el entrenador madridista fue en el puesto de base. Con Campazzo quedándose en Estados Unidos y todavía con Alocén y Goss lesionados, Sergio Rodríguez es el único base puro de la plantilla. Ni siquiera Hanga, que por momentos ha jugado en ese puesto, está disponible. Pues con todo, el canario se quedó ayer en 8 minutos en pista, asumiendo su rol compañeros que son más ejecutores que directores como Musa o Causeur. El resultado fue el mejor partido en lo que va de temporada de Satoransky. 

"Hemos sido blandos atrás, poco contundentes y hemos permitido muchas canastas fáciles"

Chus Mateo Entrenador del Real Madrid

Otra de las claves de la victoria culé llegó en la batalla por el rebote, donde el Real Madrid suele mostrarse intratable con la presencia de Tavares. Ayer la perdió (32-27) y Mateo deslizó falta de intensidad de los suyos. "Hemos sido capaces de volver, pero la puesta en escena no ha sido la esperada. Hemos sido blandos atrás, poco contundentes y hemos permitido muchas canastas fáciles que han marcado el resto del partido", apuntó el técnico en sala de prensa.

La última decisión que suscitó polémica llegó en la última jugada del encuentro. Pese al mal partido de los visitantes, el vigente campeón de la ACB tuvo posesión para igualar o incluso ganar el partido. Con muchos segundos por delante, la pizarra de Mateo dibujó una jugada para que Llull amasase la pelota y se lanzase un triple casi a la desesperada que finalmente no entró. Mientras, compañeros como Deck, Musa o Hezonja se quedaron mirando la ejecución del capitán.

La gestión de minutos también fue discutida. Llull, por ejemplo, se fue hasta casi 24 minutos en pista, más que Causeur (19'), Musa (20') o Hezonja (16'). Poirier jugó cuatro minutos menos que Cornelie y muchos de los mismos llegaron en el puesto de ala-pívot al coincidir con Tavares en la zona. Ayer no salió nada, sobre todo desde el banquillo.