La histórica racha de Emma Meesseman: ¡Invencible en Euroliga!
Bajo el dominio de la interior belga y sin los equipos rusos, Fenerbahçe busca construir la dinastía en Europa que tantos años se le resistió.

La MVP de la Euroliga en noviembre, la mejor jugadora de las vigentes campeonas (Fenerbahçe) y un seguro de vida durante los últimos años en la máxima competición europea. Emma Meesseman ha alcanzado la treintena de edad en uno de los momentos más dulces de su trayectoria, coronándose campeona en el Viejo Continente tanto a nivel de clubes como de selecciones.
En sus dos choques disputados en este pasado mes marcado por el parón FIBA, la jugadora belga promedió 18.0 puntos, 8.5 asistencias 7.5 rebotes y 2 robos por encuentro para irse hasta los 31 de valoración y, lo que es más espectacular, cosechar sus victorias número 51 y 52 de forma consecutiva que, con la última ante Valencia Basket, ya son 53. O lo que es lo mismo: Emma Meesseman lleva más de 4 años sin perder en la mejor competición continental.
🚨 FACT OF THE DAY 🚨
— EuroLeague Women (@EuroLeagueWomen) December 5, 2023
Emma Meesseman hasn't lost a #EuroLeagueWomen game since November 27, 2019. 🤯 pic.twitter.com/LN9g8D8q8F
Su última derrota en Euroliga: sorpresa histórica
En pleno otoño del año 2019, la interior de las Belgian Cats formaba parte del UMMC Ekaterinburg, una de esas plantillas que se asemejaban más a una constelación de estrellas que a un equipo cualquiera. Allie Quigley, Brittney Griner, Courtney Vandersloot, Jonquel Jones, Maria Vadeeva, Emma Meesseman... Lo mejor de lo mejor de la WNBA, reunido en un mismo conjunto en el que los egos se dejaban a un lado. Esa fue la principal razón para que el equipo ruso ganó tres títulos consecutivos y cinco en un periodo de ocho años. No era solo cuestión de talento, aunque este fuera la razón de que todo lo que no terminara en título se convirtiera en fracaso.
En ese contexto de exigencia máxima, en una fría tarde en Riga, saltó la sorpresa. Uno de los equipos más flojos de la competición logró derrotar al más grande, al que parecía invencible. Gracias a una actuación histórica de las jóvenes Marina Mabrey (24 puntos) y Binta Drammeh (25), las letonas se impusieron por 89 a 81. La última derrota del Ekaterinburg hasta su expulsión de las competiciones europeas y, a su vez, la última vez que Emma Meesseman hincó la rodilla hasta la actualidad.
La interminable racha
Desde aquella fatídica jornada en Riga, Meesseman no ha vuelto a estar involucrada en otra derrota. De los 26 años que tenía por aquel entonces hasta entrar en la treintena. En total, 53 triunfos a los que hay que añadir un anillo en la WNBA (2019), un MVP de las Finales (2019), un MVP en la Euroliga (2023) y un MVP de la Final Four (2018), así como un bronce y un oro en el EuroBasket en el que terminó siendo también la MVP.
Rodeada de estrellas siempre, Meesseman ha mostrado una gran virtud que ha convertido su figura en trascendental. Nadie puede negar que el talento de los equipos en los que ha estado ella ha sido inmenso, pero la cuestión es que ella siempre ha sido uno de los pilares centrales de los mismos. A ella la rodeaban y no lo contrario. Sobre ella construían. Y no hay mejor ejemplo que la Selección de Bélgica. La mejor de su historia.
La capacidad de Meesseman para hacer mejor a cualquier equipo en el que se encuentra se sitúa a la altura de las jugadoras más grandes de la historia. Por su humildad, saber estar y conocimiento del juego. Esa mezcla, sumada a su letal abanico de recursos en la cancha, es lo que han convertido a la interior belga en una referente absoluta de la Euroliga. Esa competición en la que solo hay dos clubes con mayor número de títulos en su historia que ella (5): Ekaterinburg (6) y Daugava Riga (18)
¿Dinastía en Estambul?
A pesar de contar con uno de los presupuestos más amplios de la Euroliga cada temporada, Fenerbahçe había sufrido entre 2013 y 2022 hasta cuatro derrotas en la gran final. El conjunto turco se convirtió en el equipo con más presencias en el partido por el título tras Ekaterinburg durante esa década, pero ni una sola copa había terminado en sus vitrinas. Sus aficionados ya culpaban a una extraña maldición por estas cuatro derrotas y la locura se adueñaba del club tras cada una de ellas, derivando esto en extrañas decisiones como el despido de Víctor Lapeña en 2022.
Poco después, sin los conjuntos rusos en la competición desde hacía una temporada, Estambul se preparó para recibir a las mejores jugadoras del mundo. Esta vez, bajo los colores azul y amarillo, de locales. Breanna Stewart, Courtney Vandersloot y Emma Meesseman se sumaron al tridente formado por Alina Iagupova, Kayla McBride y Satou Sabally. El resultado no lo pudo evitar ninguna maldición: campeonas de Europa con un +39 en la final ante el gran rival turco, Çukurova. Ese trono que buscan defender un año después con el gran papel de favoritas y, como no podía ser de otra forma, con la jugadora belga como eje central de todas las operaciones.