BALONCESTO

Un ex NBA llega a Israel y lo tacha de "paraíso": "Un compañero me dijo que en cada casa hay una habitación para bombas y él la usaba para la ropa"

El base Patrick Beverley, recién llegado a Tel Aviv tras hacer carrera en Estados Unidos asegura que "es el paraíso", tal como le han comentado.

Patrick Beverley, con Luka Doncic. /Agencias
Patrick Beverley, con Luka Doncic. Agencias
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

Son muchos los jugadores que tras escribir su propia historia en la NBA han emigrado este verano a Europa para vivir sus últimos años de baloncesto. Uno de ellos, el base Patrick Beverley, que después de pasar por Houston Rockets, Los Angeles Clippers, Minnesota Timberwolves, Lakers, Chicago Bulls, Philadelphia 76ers y Milwaukee Bucks, ha decidido volver al viejo continente de la mano del Hapoel Shlomo Tel Aviv israelí.

No es su primera experiencia europea, de hecho su carrera empezó en el Dnipro ucrniano, continuó el Olympiakos griego y siguió en el Spartak de San Petersburgo ruso antes de cruzar el charco durante más de una década. La ligera diferencia es que vivirá en guerra en esta nueva etapa.

Israel permanece en guerra con Palestina desde bastantes hace décadas, cuando se fundó el Estado israelí en mayo de 1948, y aunque la tensión se concentra desde el año pasado en la Franja de Gaza, los precedentes demuestran que nunca se sabe cuándo puede ampliarse en alcance un conflicto armado. Teóricamente, Tel Aviv está fuera del radar (a 82 km de distancia), según tiene entendido Breverley: "No tengo conocimiento de ningún lugar peligroso en la ciudad".

El estadounidense, a sus 36 años, ha valorado como "importante" su seguridad en La Ciudad Blanca en The Pat Bev Podcast (su propio programa). Ya ha comenzado los entrenamientos con el Hapoel Shlomo, con quien prepara el inicio de Eurocup que lo hará viajar a España el 24 de septiembre para medirse al Joventut de Badalona. Mientras tanto, se acostumbra a una vida diferente.

"Un antiguo compañero de equipo me dijo que en cada apartamento hay una habitación para bombas y que él la usaba para colgar la ropa. Dice que es el paraíso, iba a la playa todos los días y no tuvo ninguna mala experiencia". Sin embargo, avisa: "Si explota una bomba, me voy".

Asegura haber sido duramente criticado por un movimiento realizado justo al borde del retiro, solo por el destino: "Dicen que acepté dinero ensangrentado". Pero él argumenta que sus decisiones se basan siempre "en el baloncesto" y contraataca exponiendo la dura realidad que se vive en el país norteamericano: "Tengo familiares y amigos que mueren en Chicago todos los días y nadie habla de ello. Ahora todo el mundo es experto en lo que está pasando en el mundo".

Demasiado jugador para lo que la NBA quería pagarle

Con 666 partidos en la NBA a sus espaldas, Beverley descartó seguir en casa por una oferta que consideró insuficiente, de ahí su movimiento. "No creo que sea un jugador para pagarle el mínimo. Lo soy si Kyle Lowry y Russell Westbrook lo aceptan, no es justo para mí porque trabajo más duro que muchos jugadores y me queda mucho baloncesto".

Una vez terminada esa etapa (aunque no cierra las puertas al regreso) guardará un grato recuerdo: "Tuve una carrera fenomenal en la NBA, pero no quiero quedarme en un rincón esperando que me llegue el balón".