GRAN CANARIA 63 - REAL MADRID 80

La reflexión en el banquillo tras cinco minutos de 'terror' que hizo volver a Facu Campazzo: "Intenté vivir ese proceso con tranquilidad"

El base argentino pasó de arrancar el duelo con un juego totalmente desacertado a ser clave para la victoria blanca.

Campazzo saluda a Ndiaye. /EFE
Campazzo saluda a Ndiaye. EFE
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Gran Canaria.- Rostro serio, concentrado. Como si quisiera reflexionar consigo mismo a la par que no quiere dejar de apoyar a sus compañeros que están sobre el parqué. Tras más de cinco minutos en pista, las cosas no han salido. Y entonces por su cabeza lo primero que pasa es que tiene que mantener la calma. Si se enfada, quien lo paga es el equipo. Y con el pase a una final en juego, eso no es una opción. La confianza en que tras unos minutos de pausa todo volverá a su cauce es primordial. Y vaya si fue así. Cuando a falta de 4:19 para que terminase el primer cuarto, con un pobre 5-2 en el marcador, Chus Mateo sacó de la pista a Facu Campazzo tras una actuación bastante pobre que incluso llamó la atención de compañeros de profesión y aficionados en redes sociales.

"Soy seguidor de Facu, pero nunca le había visto cometer tantos errores en un cuarto como este. Seguro que recuperará su nivel. Pero el Granca está jugando muy bien en defensa. Se lo está poniendo difícil al Madrid en cada posesión", posteó el jugador de UCAM Murcia Dylan Ennis… y no le faltaba razón. Campazzo había salido en el quinteto inicial y tras 5:41 minutos sobre el parqué, sus números eran -casi con total seguridad- los peores que había firmado vistiendo la camiseta del Real Madrid: 0 puntos, 1 rebote, 3 pérdidas y un -4 de valoración. Pero si algo caracteriza al argentino es su capacidad de lectura -interna y externa- hasta el punto de ser capaz, como anticipaba Ennis, de rehacerse… y así lo hizo.

En esos minutos que estuvo en el banquillo, la reflexión que tuvo consigo mismo acabó haciéndolo resurgir, ya no sólo de la forma que únicamente él sabe, sino firmando acciones clave para que el Real Madrid acabase dándole la vuelta al marcador y llevándose el duelo que le dio el pase a la final de la Copa de este domingo. 13 puntos con un par de triples consecutivos cuando más falta hacían, 7 asistencias, 5 pérdidas y 4 recuperaciones para acabar finalmente con 12 de valoración, pero con un +23 suyo en pista (el mejor +/- del equipo blanco) fueron sus números finales. Unas estadísticas que logró después de hacer esa retrospección interna en el banquillo, que luego incluso reconoció el mismo cuando acompañó a Chus Mateo a rueda de prensa.

"Partido raro. Empezamos no tan certeros, perdiendo muchas pelotas... (levanta el dedo en señal de asumir la culpa), principal. No siendo claros en ofensivas, pero creo que el mérito del equipo fue que nunca dejamos de defender incluso cuando estábamos jugando mal en el primer tiempo. Ellos tampoco estaban certeros en ataque y creo que eso nos vino bien para agarrar confianza más adelante. Un segundo tiempo distinto al primero, creo que impusimos nuestro ritmo, nuestro ADN, nuestro juego que queríamos, nos pasamos bien la pelota, jugamos para el jugador que estaba en ese momento encendido, fuimos generosos, nunca dejamos de defender. Dejar un equipo como el Granca en 63 puntos es mérito de una defensa de mucha concentración. Al final veíamos que el equipo presionaba y eso contagia mucho y va por ahí el hecho de conseguir un título", valoró el argentino, para luego entrar de lleno en lo que fue su partido.

"Mañana (por hoy) intentaré hacer todo lo posible de que no pase (lo de este sábado), de que no suceda. Al final soy el base del equipo en ese momento y creo que después de las pérdidas si me iba, si me enfadaba conmigo mismo y me iba del partido no ayudaba al equipo. Entonces intenté mantener la calma. Chus me quitó, bien quitado, para estar más tranquilo, para enfriarme un poquito y Andrés Feliz hizo un trabajo increíble también. Intenté vivir ese proceso de la mejor manera, con tranquilidad, apoyarme en mis compañeros y sabía que más adelante, sin forzar nada, las cosas iban a salir solas. Intento agarrar la confianza de la defensa, de la intensidad, no forzar nada en ataque y eso es lo que más o menos procesé en mi cabeza en ese momento", admitió Campazzo.

Y esto fue absolutamente crucial para que pudiera volver al partido y liderar a los blancos como sólo él sabe. Porque aunque finalmente fuese Edy Tavares quien se alzó con el MVP, fue el argentino el que volvió a ser el termómetro del equipo para lograr el triunfo que les hará estar la tarde de este domingo en esa final por la Copa del Rey ante el Unicaja.