MINICOPA ENDESA

Hermanos reunidos, un rapado colectivo, seis billetes para Málaga y los valores del basket del futuro

La Minicopa Endesa ya conoce a los ocho equipos que pelearán por el título en Málaga.

Los seis equipos que han conseguido el billete a Málaga en la previa de la Minicopa en Tarragona. /ACB PHOTO/MIGUEL ÁNGEL POLO
Los seis equipos que han conseguido el billete a Málaga en la previa de la Minicopa en Tarragona. ACB PHOTO/MIGUEL ÁNGEL POLO
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Dicen que es el torneo donde nacen las estrellas. Pero lo cierto es que es mucho más que eso. La previa de la Minicopa Endesa, que ha tenido lugar entre el 6 y el 8 de diciembre en Tarragona, ha dejado claro que el baloncesto es un deporte de valores. Pero, sobre todo, que el baloncesto en formación es un momento crucial para aprender más allá de los resultados.

Por eso, aunque sólo ocho equipos -Barça, Valencia Basket, Bàsquet Manresa, Joventut Badalona, Casademont Zaragoza y Bàsquet Girona, clasificados en este torneo, junto a Real Madrid (vigente campeón) y Unicaja (anfitrión)- disputen finalmente la fase final de la Minicopa Endesa en Málaga, lo que se ha visto estos días en Tarragona ha sido una puesta en común de principios para hacer del basket del futuro un baloncesto mejor.

Así se ha visto durante las "sesiones de peluquería" que han tenido lugar en el torneo. Tanto de los que han conseguido el billete para Málaga, como es el caso de Bàsquet Girona, como de aquellos que aunque finalmente no estén en la Costa del Sol el próximo febrero, como el MoraBanc Andorra.

Porque si uno cumplía la promesa de volver a casa rapado si se metían en la fase final, otros, aunque habían apostado que si ganaban algún partido también cogían la maquinilla, han acabado haciéndolo también al entender que el verdadero premio era simplemente haber podido estar en Tarragona.

Y por eso, los cambio de looks han sido un habitual estos días entre los distintos jugadores del torneo.

Por eso, tampoco resulta extraño que si uno de tus rivales ha hecho un auténtico partidazo, tú lo felicites y le cantes "MVP, MVP" si hace falta. Porque en eso consiste también el baloncesto.

En compartir y celebrar el deporte tuyo y de los demás, como han demostrado los jugadores del Andorra al homenajear en su bus al mejor del equipo rival, Abdul Subaru, de Bilbao Basket.

Si algo deja clara la Minicopa Endesa, en cualquiera de sus fases y ediciones, es que es un momento de reunión. Una convivencia, como por ejemplo han demostrado los jugadores del Fundación CB Granada y los de Obradoiro.

O aquellos jugadores de distintos equipos que han aunado fuerzas fuera de la pista para resolver el Escape Room de la competición.

También es un escaparate para el talento que viene por detrás. Como por ejemplo, el de Arnau Cortijo, de Bàsquet Manresa, que se ha alzado con el MVP en Tarragona tras cerrar su fase con un promedio de 21 puntos, 15 rebotes y 33 de valoración.

Y al que también se verá en Málaga después de haber conseguido el billete para la fase final del torneo con su equipo.

Y un punto de reencuentro donde los sueños vuelan (y a veces se hacen realidad). Como el que han protagonizado los hermanos Maker Bol, tres jugadores que en las ediciones de 2019, 2022 y esta 2023-2024 han disfrutado de la experiencia y que esta semana han podido reencontrarse gracias al baloncesto porque cada uno juga en una ciudad distinta.

En la actualidad, Ater juega en Manresa y fue MVP de la fase previa en 2019, Juom en Baskonia y el menor, Deng, ahora ha disputado el torneo con el Barça. "Le digo a mis hermanos que tenemos que trabajar mucho para llegar a ser los nuevos Antetokounmpo", explicaba Ater, con el objetivo de que, en el futuro, "ojalá algún día quieran ser como los hermanos Maker Bol".

Pero, sin duda, lo que ha sido (y es) la Minicopa es un torneo para aprender, ya no a jugar, sino a ser mejor jugador de baloncesto. En todas sus facetas. Tanto en entender mejor el deporte (y si eso supone tener que consultar con los árbitros, aprender a hacerlo) como en entender que para ser mejor hay que creer en uno mismo, como enseño el entrenador del Obradoiro a uno de sus jugadores.

Porque al final, la Minicopa Endesa, más allá que una competición, es un torneo para aprender y formar el baloncesto del mañana. Y así se verá también en Málaga, durante la Copa del Rey, donde los ocho equipos clasificados disfrutarán de la pelota naranja y lucharán por ser los campeones 2024.