Cristina Ouviña, sobre su futuro: "Creo que queda, pero voy a hacer 34 años y los dolores pesan"
La base de Valencia Basket habla sobre cómo encaran el torneo, sobre su rol en la Selección, las lesiones y su carrera.

Hay decisiones que te marcan de por vida, por pequeña que una sea al tomarla y por insignificantes que parezcan. Pero sea cosa o no del destino estas acaban por hacer historia. Porque quién le iba a decir a Cristina Ouviña (Zaragoza, 1990) que aquella elección entre el tapiz y la pelota naranja que tomó cuando tenía siete años iba a ser tan importante para ella... y para el baloncesto español. La base de Valencia Basket es una de las jugadoras más importantes a nivel nacional. Un ejemplo, como para ella lo fue Laia Palau, para aquellas niñas que sueñan con llegar a la élite. Y uno de los pilares del equipo taronja que esta tarde, a las 18:00 horas, inaugura la Copa de la Reina de Huelva ante el IDK Euskotren.
A sus 33 años, la jugadora maña ya acumula tres lustros en la élite, pero el "hambre" por seguir peleando por ganar un título como la Copa de la Reina sigue intacto. Más cuando es el título nacional que todavía le falta a Valencia Basket. "Parece que la batería se va cargando en ganas e ilusión cuando llega la Copa porque nunca hemos tenido la suerte de traérnosla", confiesa a Relevo durante una charla en la Fonteta en la que también habló de su trayectoria, la "suerte" que tiene de defender la camiseta de la Selección, del crecimiento del baloncesto femenino y de su futuro.
La Copa es el título nacional que os falta... ¿Eso supone una presión extra?
La Copa es súper especial, todo el mundo la quiere. Es un trofeo súper bonito. Es verdad que los dos años de jugarla aquí en Valencia parecía que había muchas expectativas hacia nosotras y eso te puede pasar un poco factura, pero es verdad que cada año que la hemos jugado sabemos la importancia que tiene ese título, lo difícil que es conseguirlo y al final todo el mundo juega, todo el mundo va a lo mismo y el deporte es así, a veces se gana y a veces se pierde y no hemos tenido todavía la suerte de ganarla.
Parece que ya es un habitual que se dispute a finales de marzo. ¿Os habéis acostumbrado ya a esta fecha u os sigue pareciendo raro que la Copa sea en la recta final de la temporada?
Creo que siempre hemos sido conscientes de que en otro momento sería mejor. Hay equipos que ahora mismo no están entre los ocho primeros y la Copa se supone que son los ocho primeros, entonces es un poco extraño. Pero al final es una fecha que está puesta desde verano, desde que se hace la planificación, entonces se sabe, se acepta y es verdad que igual cuando se termina la primera vuelta sería el momento ideal, pero es así y hay que aceptarlo.
El calendario parece estar este año en el punto de mira por los cambios de horario... ¿Qué está fallando para que equipos como Valencia o Girona hayáis tenido que alzar la voz?
Es un arma de doble filo. Queremos que se nos impulse y visualice el deporte femenino, Teledeporte está apostando por ello y al final da un partido a la semana y eso es ayudarnos, pero es verdad que esos cambios a veces no favorecen y entonces ahí nos quejamos porque es normal el quejarse. Es una cosa que nos están ayudando y también hay que valorarlo.
¿Y qué crees que falta por hacer para que se impulse de verdad?
Nosotras tenemos la suerte de que aquí en Valencia Basket estamos en unas condiciones buenísimas, nunca nos falta de nada, tenemos todo en regla, todo el mundo tiene el salario mínimo… Todo ese tipo de cosas que son primordiales, porque en el baloncesto femenino faltan todavía muchas cosas, pero bueno, es primordial el salario. Estamos a la espera de hacer ya oficial ese deseado convenio y creo que estamos cerca de hacer algo grande, así que estamos contentas por ello.
Eres una de las jugadores referentes en el baloncesto nacional. Si ahora echas la vista atrás, ¿cómo valoras todo ese camino que has recorrido?
Muchas veces me he preguntado que cómo he estado tanto tiempo en el extranjero. Muchas veces lo pienso y digo: no sé cómo has podido, pero la Cris de ese momento podía. Creo que, como la vida misma, hay etapas y en la etapa en la que yo me fui, me fui con mucha ilusión, con muchas ganas y la Cris de ahora diría que ni de coña. Yo estoy muy contenta y orgullosa de la carrera deportiva que estoy teniendo y ojalá pueda seguir sumando experiencias y vivencias a esta carrera.
La etapa que corresponde a esta temporada parece que te está resultando algo más compleja por las lesiones, como la que te dejó fuera de la convocatoria de la Selección. ¿Cómo lo estás llevando?
La edad pasa para todos (ríe). Obviamente no tengo el mismo cuerpo que cuando era más joven, como te decía, y las lesiones son parte del día a día. Siempre pienso que poco nos pasa para la intensidad a la que jugamos. Al final las lesiones son parte y hay que aceptarlo. Siempre cuesta más a raíz de los años el volver a estar en forma, el sentirte al 100%, pero es parte de esto y mentalmente tienes que saber sobreponerte a estos altibajos. A veces tienes más energía y otras menos, pero es lo que hay.
Sabiendo que cada vez parece que hay más nivel entre las bases nacionales, ¿te genera eso más presión o miedo de perder tu puesto en la Selección?
No. Cada vez que me llaman con la Selección siento la suerte que tengo de que sigan contando conmigo para estar porque entrar en un grupo de 12 jugadoras y más en la posición de base que sólo hay que ver cómo está la liga y el nivel de las bases, es muy difícil. Así que yo me siento muy contenta de ello.
¿Qué consejo le darías a esas niñas que, igual que hubo un día que quizá tú soñabas con ser como Laia Palau, ahora sueñan con ser como Cristina Ouviña?
Que no pierdan la ilusión, que yo creo que en la vida hay que vivir con ilusiones y si la tienen por el deporte, por el baloncesto, que lo disfruten, que es súper bonito.
Valencia y Ouviña son un tándem desde hace cuatro años que parece que ha casado a la perfección, queda todavía un año más de contrato, pero más allá de eso, ¿queda Cristina para rato en el baloncesto?
Para rato no sé. Por ahora, con los años de contrato que tengo, creo que queda, pero es verdad que voy a hacer 34 este año y los dolores pesan muchas veces. Vivo un poco el día a día porque eso es con lo que hay que vivir.