EL VESTUARIO

Calderón y las manzanas podridas de los vestuarios en la NBA: "Oye mira, este tío es un… pero es muy bueno"

El base legendario del baloncesto español reflexiona en 'El Vestuario' sobre su papel en los diferentes equipos de la NBA en los que ha militado.

José Manuel Calderón reacciona durante un partido de la NBA con los Cleveland Cavaliers, durante 2018/Getty Images
José Manuel Calderón reacciona durante un partido de la NBA con los Cleveland Cavaliers, durante 2018 Getty Images
Guillermo García

Guillermo García

En un mundo tan igualado, la gestión de grupo en la élite del deporte es a veces igual de importante o incluso más que el nivel de los protagonistas. Un rookie con aires de estrella puede destruir su carrera y la temporada de su equipo en un abrir y cerrar de ojos, mientras que un 'currito' que temple gaitas puede llevar a sus compañeros a lo más alto. De esto sabe mucho José Manuel Calderón, leyenda del baloncesto español. Tras 14 años en la NBA vive más que ocupado con un montón de proyectos, entre los que se encuentra su trabajo como consejero de los Cleveland Cavaliers. Para José Manuel el rol de compañero de equipo siempre debe estar por encima del de una estrella, y se ha encargado de dejarlo claro junto a Quique Peinado en la última entrega de 'El Vestuario'.

Puedes ver aquí la entrevista completa de Quique Peinado a José Manuel Calderón en 'El Vestuario'

La primera pregunta de 'El Vestuario' de Relevo siempre es la misma. Para ti, ¿qué significa la palabra 'vestuario'?

Pues para mí es un sitio sagrado, seguro en el que sabes que estás tranquilo, que no pasa nada, que estás protegido. Ese sería para mí el vestuario. Sería mi sitio de donde iría a estar sin que nadie me moleste.

¿Lo echas de menos o no?

Quizá eso es lo único que echo de menos del baloncesto. Y ya no el hecho de por lo que llevas, sino por el hecho de esos momentos, ese día a día con tus compañeros, que los conoces, de saber de un día malo que tiene uno, otro día son bromas... creo que no hay sitios en otros sectores que puedan igualar a lo que es un vestuario.

Hace años leí una columna de Miguel Ángel Paniagua cuando volvió Michael Jordan; decía que Jordan vuelve porque quiere ser parte del equipo, no porque quiera jugar ni por la gloria ni por nada, porque quiere ser uno más de los chicos. Es un poco esa movida, ¿no?

Sí, exactamente. Yo creo que es ese momento en el que al final pasamos muchas horas que sí, que luego todos tenemos un objetivo común, que es el tema de jugar, de competir, de ganar. Pero ahí pasan miles de cosas, ¿no? Yo siempre he dicho últimamente que al final un vestuario es un poco una mini sociedad de lo que está pasando. O sea, tenemos a 12, 15, 18 jugadores, cada uno de un país distinto, con diferentes religiones, con diferentes pensamientos, pero que todos lo hacemos que funcione con un objetivo común. Si lo llevas al día a día sería lo que todos quisiéramos, que no somos capaces de hacer luego muchas veces en la sociedad, por diferentes cosas, sea en política, sea en religión, sea lo que sea.

Una de las cosas que toda la gente que ha jugado contigo destaca es que tú eres un buen compañero. Pero, ¿cómo se soluciona cuando hay malos compañeros? No sé cuántos te has encontrado tú.

Yo creo que es teniendo muy claro el tema de los roles y teniendo muy claro cuál es el objetivo. Y el objetivo es el equipo, por mucho que por supuesto cada uno tiene que tener su ambición de querer ser mejor, de querer jugar más, de tener un rol más importante, pero eso es algo personal que tienes que dejar al lado. ¿Cómo he solucionado ese tipo de cosas? Siempre hablándolo y siempre diciéndolo que al final es oye, estamos los otros 11, tú estás jugando porque quieres firmar un nuevo contrato o porque la estás liando y aquí vamos a intentar ganar partido. Yo creo que cuando eres claro, transparente y capaz de conversar, todo el mundo entiende que al final, si todo va bien, va bien para todos. Siempre pongo el ejemplo de ¿quién fue el mejor jugador del partido del 2006 de la final? Da igual, ganó España, ¿no? Todos fuimos campeones, da igual quién jugara o quién anotara más.

¿Y eso se entiende? Es decir, tú te has pegado 20 años jugando en la NBA, donde hay una cultura más individualista de la que pueda haber en Europa. Eso tú, cuando ya eras un veterano y tenías algo que decir, ¿Eso se entiende?

Yo creo que lo entienden. Siempre hay un momento al principio en el que tú comentas algo y hay mucha gente que está queriendo proteger su espacio, que dicen, "¿A mí qué me va a decir este? Yo quiero jugar más y me da igual él, quien sea, porque yo soy yo y quiero mi próximo contrato y tal". Hasta que tú vas haciéndote ver que realmente lo que estás diciendo es, uno, para ayudarle y dos para ayudar al equipo. Entonces, conmigo la sensación siempre ha sido esa. Hay gente que le cuesta más, pero cuando realmente veía que iba en el buen sentido y que realmente le estaba diciendo: "Oye, no hagas esto, porque con esto vas a durar en la liga tres meses y tienes que cambiar el chip" y se dan cuenta de que realmente estaba intentando ayudar y no intentando decirle algo para mi éxito, creo que al final se va entendiendo. Luego, todos somos diferentes y hay gente que juega y sus egos son más difíciles de llevar dentro de un equipo. Y hay a veces que, aunque el tío sea lo que sea, igual aporta algo al equipo que el equipo dice: "Oye, mira, este tío es un... Pero es muy bueno, nos hace esto y nos ayuda,sabemos cuáles son las cosas negativas que nos trae, vamos a intentar estar aparte de esto y vamos a intentar nosotros arroparle tal, porque realmente le necesitamos. Bueno, pues también te adaptas a eso.

También es necesario, para eso, tener jugadores veteranos, ¿no? Es decir, cuando se habla mucho de la juventud de los equipos jóvenes, un equipo sin veteranos es bastante difícil de gestionar.

Es complicado por situaciones, por experiencias, por cosas que han visto, por no tener la experiencia de qué va a pasar. Muchas veces perder un partido parece que es el fin del mundo para mucha gente y depende dónde y cuándo lo pierdes. Yo creo que hubo una época en la que siempre había veteranos en el equipo, luego de repente empezó otra donde para tener un veterano que no va a jugar, pues traemos otro joven. Y te das cuenta de que eran demasiado jóvenes, que eso no acababa de arrancar por ningún lado, que no ganabas partidos, y al final, otra vez. Puedes tener jóvenes, pero tienes que tener a alguien que sea capaz de guiarlos y de decirles cuatro o cinco cosas en el momento que hay que decirlo.

En la NBA hay una figura legendaria, que es Udonis Haslem, que es un jugador que se quedó los últimos ocho años de su carrera sin jugar, y Miami le renovaba año por año para que estuviera ahí en el equipo, y al final era un jugador que no jugaba.

Totalmente, y no te digo que tenía el rol de entrenador, pero sí que es verdad que al final era alguien que sabes que te va a ayudar en momentos complicados, que muchas veces llega un momento siempre en la temporada que, si no van bien las cosas, siempre el entrenador es el primero, que, los jugadores piensan: ¿Por qué no jugamos de forma diferente? Y creo que tener a esa persona veterana que es capaz de ver esas situaciones es importante.

Oye, tú acabaste tu carrera, y al margen de todos tus triunfos y eso, yo creo que tú has dejado un legado. Cuando se piensa en José Manuel Calderón, a lo mejor no se piensa tanto en lo que ganaste, en lo que perdiste, en lo que conseguiste, sino que detrás de ti hay un legado, ¿no? Un sacrificio, humildad y una opinión generalizada de la gente sobre ti. ¿Eso te satisface? Porque hay muchas carreras que se acaban y dices, este chico ¿qué ha hecho?

Sí, yo creo que más que lo del ganar, sinceramente. Para mí una de las cosas que dije desde el principio es que el cariño que yo recibí, o el haberme ido del baloncesto sin enemigos me ayudó muchísimo. Para mí eso es realmente de lo que estoy orgulloso. Lo de ganar o no ganar... he estado con compañeros increíbles, hemos tenido equipos en los que hemos ganado, hemos tenido equipos en los que no hemos ganado. Al final, creo que tanto en Estados Unidos como en España, mis compañeros o rivales se han llevado de mí una imagen, sobre todo como persona, que era para mí lo importante. Tengo buenísimos amigos y creo que eso es realmente lo que a mí me hace ilusión.

Y luego profesionalmente te ha venido muy bien porque tú, después de dejar el baloncesto, has trabajado en el sindicato de jugadores, evidentemente porque sobre ti hay una buena opinión... Y luego trabajas para los Cavaliers. También entiendo que por lo mucho que conoces la liga y por la labor que haces, pero porque también la gente tiene una buena opinión de ti. Si tú ahora mismo vieras a un jugador joven o lo tuvieras delante, ¿qué le aconsejarías? En plan: «Piensa que esto a lo mejor hoy te va a quitar 3.000 en el contrato y dos puntos más, pero a lo largo de tu vida te va a venir bien»

Sí, yo creo que es importante. Siempre lo hablamos muchas veces, que nuestras carreras son cortas, y a veces no tenemos claro porque da la sensación de que es para siempre. Yo creo que ese saber también es muy personal, pero conocer a gente de verdad, preocuparte por el qué quieres hacer, en qué quieres estar involucrado, que no tiene que tener claro qué vas a hacer, pero empezar a crear algo que realmente te pueda ayudar luego en el futuro. Yo tuve la suerte de que me llamaran, fue el representante de jugadores en Nueva York, siendo extranjero, por decirlo de alguna forma, que esté allí con la directora ejecutiva o lo que sea, para mí ha sido algo muy especial. Pero sí que es importante. Yo creo que tenemos que pensar que al final, por mucho que creamos, una lesión se te acaba mañana. Entonces hay que tener una cabeza, una mente muy tranquila, muy abierta, en el sentido de: "¿qué pasa si...?". Porque al final tienes que estar preparado. Y luego tienes una familia y no te vale el decir, pues ahora me siento y no hago nada. Es imposible, son muchos años, necesitas que tu cabeza haga otra cosa. Y normalmente la gente que no hace nada es cuando echas de menos al baloncesto, porque es lo que llevas haciendo durante 20 años. Entonces mi consejo sería ese de: "Oye, empieza a pensar, no tienes que hacerlo mañana, pero qué te gustaría hacer, en qué cosas te gustaría estar involucrado, de qué sector te gustaría aprender, porque al final yo he hecho cursos porque tenía tiempo en los aviones y en los viajes, iba haciendo cursos para educarme, para saber más, para ir conociendo y luego, pues esto no me gusta demasiado. Esto me llama la atención y puedo ir más y eso ha sido un poco mis últimos años lo que iba haciendo.