De dónde viene la rivalidad entre Jordan Díaz y Pichardo
Los dos saltadores, de origen cubano, no han ocultado su enemistad pública.
El deporte se nutre de grandes rivalidades. Son sin duda el principal motor que le hace avanzar. Cuando dos fuera de serie compiten directamente uno contra el otro, aumentan tanto la expectación y, por ende, el nivel de los deportistas. Ejemplos de ello los han habido muchos y muy variados a lo largo del tiempo. Una rivalidad no siempre ha de ser sinónimo de enemistad. Sin embargo, es inevitable que, cuando el triunfo está en juego, en más de una ocasión salten las chispas. El enfrentamiento entre los saltadores Jordan Díaz y Pedro Pichardo es de los encarnizados.
En la actualidad, Jordan Díaz representa a España y Pedro Pichardo a Portugal. Dos países vecinos, que comparten territorio en la península ibérica. Sin embargo, esta circunstancia no parece jugar ningún papel en su rivalidad. Lo suyo no es un asunto ibérico, ni mucho menos. Se trata de una disputa enraizada en el ámbito de lo personal.
De dónde viene la rivalidad entre Jordan Díaz y Pichardo
Resulta importante tener en cuenta que tanto Jordan Díaz como Pedro Pichardo nacieron en Cuba, país del que salieron para ejercer su carrera deportiva. Eso implica que los dos saltadores comparten unos orígenes, lengua y cultura comunes. También el deseo por ser, no solo los mejores del mundo, sino también los mejores de su país natal. Aunque no está confirmado si esta circunstancia es clave para su enfrentamiento, desde luego no ha servido como acicate ante una potencial unión.
Los orígenes de la rivalidad entre Jordan Díaz y Pichardo permanecen desconocidos para la opinión pública. Por el momento, ninguno de los dos atletas han querido desvelar un motivo exacto de la fricción manifiesta que existe entre los dos. Aunque es algo que viene de lejos y así lo dejó ver el español. "No nos llevamos nada. No hablamos nunca, es un poco peculiar y ya está. No tengo problemas con él, pero cada uno tiene su carácter. Yo no me llevo mal con nadie, pero él no quiere hablar conmigo… pues que no hable", declaró al respecto.
Igualmente, resulta relevante el hecho de que Pichardo es un personaje polémico dentro del atletismo. Ha tenido discrepancias públicas con Nelson Évora, estrella del atletismo portugués y saltador de triple salto como él, y se sabe que su relación con el grupo de Iván Pedroso, en el que entrena Jordan Díaz, tampoco es la mejor.
Todo estalló en el Europeo de 2024
Sin embargo, lo que hasta entonces era una guerra fría, se convirtió en un enfrentamiento público en el Europeo de 2024 celebrado en Roma. Todo comenzó de una manera un tanto inocente. Tras la sesión de clasificación, Pichardo quiso reivindicar su figura y le mandó un mensaje a Díaz a través de los medios de comunicación. Preguntado si el concurso quedaba reducido a un mano a mano entre el español y él, el portugués respondió lo siguiente: "Tenéis que preguntarle al chico, el campeón pasado fui yo", en referencia a su oro en Tokio 2020. Además, aseguró a los periodistas que iba a hacer un salto por encima de los 18 metros en la final.
Jordan no se amilanó y recogió el testigo. "Si él salta 18 metros yo saltarte 18,01", dijo. Algo que no sentó nada bien a Pichardo. Hasta el punto que ambos se enzarzaron en una acalorada discusión en el comedor del hotel de concentración, que estuvo a punto de llegar a las manos. "Que sea la última vez que hablas de mí en tu vida", le dijo Pichardo.
Durante la final, varios fueron los intercambios entre los dos saltadores. Finalmente, Pichardo cumplió su promesa y saltó por encima de los 18 metros, 18,04 metros para ser exactos. Jordan Díaz respondió con la mejor tercera marca de todos los tiempos: 18,18 metros y el oro continental en su cuello. "Nosotros somos elegantes", dijo Pedroso a su pupilo durante la celebración en un mensaje supuestamente privado, pero que se pudo oír con nitidez.
Acusaciones de trampas de Pichardo a Jordan
Decir que Pedro Pichardo no se tomó bien la derrota sería minimizar la situación. El portugués acusó a su gran rival de haber hecho trampas en la final del Europeo, asegurando que su salto de 18,18 metros no debería haber sido válido. Para ello se apoyó en el hecho de que la regla electrónica estaba apagada durante el intento del español. "En una competición de este nivel no es normal hacer una gran marca con la regla electrónica apagada, el atleta salió del arenero celebrando sin darse cuenta de dónde había aterrizado porque la marca ya estaba apagada, pero parece que él ya sabía que me había adelantado incluso antes de la medición y sin que la regla electrónica estuviera encendida", dijo.
En una entrevista con Relevo, Díaz despachó las acusaciones rápidamente. "El que sabe de atletismo, sabe que no se mide con esa regla electrónica. La regla es meramente formativa, como quien dice, y que no se mide con una regla. Y ya está, no tengo mucho que agregar, tampoco le quiero dar mucho el gusto", espetó.