ATLETISMO

Quique Llopis recibe el alta tras su terrible caída y vuela mañana a España

El atleta asegura que está bien después de su accidentada participación en la final de 60 valals del Europeo.

Los servicios médicos atendieron a Quique Llopis sobre la pista./REUTERS
Los servicios médicos atendieron a Quique Llopis sobre la pista. REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

La final de 60 metros vallas del domingo 5 de marzo trajo el gran susto del Europeo de atletismo. El español Quique Llopis, uno de los grandes candidatos a la medalla, sufrió una durísima caída en la última valla y cayó a plomo sobre el tartán. Con una gran preocupación en los primeros instantes, los servicios médicos de la organización acudieron a toda prisa a la pista para atenderle. El atleta se había quedado aturdido y aparentemente inconsciente.

Lo más importante: a pesar del gran susto de los primeros segundos, el atleta de Gandía salió consciente de la pista, retirado en camilla y en dirección al hospital más cercano, donde se le realizaron las pruebas oportunas para conocer su estado. Este lunes ha recibido el alta y volará a España mañana.

Anoche, la Federación Española de Atletismo colgó en sus redes un vídeo en el que el valenciano mandaba un mensaje tranquilizador. "Está todo bien, ha salido todo bien", señaló desde la cama del hospital. "Ahora, a recuperarse y ya". Llopis estuvo en el hospital junto al médico de la Real Federación Española de Atletismo, Miquel Cos, su entrenador, Toni Puig, y su padre.

Llopis, de 22 años, es una de las grandes sensaciones del momento en el atletismo y llegaba a Estambul como una de las principales opciones de medalla junto a Adel Mechaal y Adrián Ben.

Llopis dejó el fútbol para dedicarse al atletismo

El valenciano acabó en el atletismo porque con 14 años se hartó del fútbol y del ambiente que había en los campos en los que jugaba, con constantes broncas e insultos entre padres. Hubo un día que, de hecho, se quitó la camiseta, la tiró al suelo y dijo que ya no volvería a jugar al fútbol. Tenía 14 años.

A las 48 horas, sus padres le apuntaron a atletismo y allí encontró un nuevo mundo, con rivales que eran compañeros y amigos, con fair play. Fue el comienzo de una fulgurante carrera, aunque todavía no ha brillado en los grandes campeonatos que ha disputado por diversas caídas, lesiones, gastroenteritis, choques con rivales... El Europeo de Estambul debía ser el momento de redimirse, pero en vez de una medalla se ha llevado un buen susto. Su calvario de problemas parece no tener fin.