El secreto de la felicidad de Gianmarco Tamberi, el campeón de todo: "¿Realmente tengo opciones de ganar?"
El saltador de altura italiano atiende a Relevo tras lograr su título mundial en Budapest.
Budapest-. El reloj ya avisa de que solo quedan unos minutos para de la medianoche. El Centro Nacional de Budapest se va apagando y apenas unos pocos trabajadores y voluntarios siguen resistiéndose a marcharse a casa después de una gran tarde de atletismo. Hace algo más de dos horas, estas gradas estaban repletas de gente entregada a un hombre y su show: el saltador de altura Gianmarco Tamberi.
Un oro de mucha altura 🥇
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 22, 2023
Con este salto se ha proclamado campeón mundial el italiano Gianmarco Tamberi 🇮🇹, acabando con el reinado de Barshim#WaBudapest23 pic.twitter.com/Qrmr3EML6N
El italiano acababa de cerrar el círculo perfecto: campeón olímpico, campeón mundial, campeón mundial indoor, campeón europeo y campeón europeo indoor. Nadie nunca lo había conseguido antes y no sé si es por lo largo de la lista o su valor, pero deja sin aire solo repasarla. Un hito que bien vale una celebración por todo lo alto con los tifosi desplazados a Hungría, una hora de gritos y bailes, de fiesta poco habitual en el atletismo y que quizás incomode a los más puristas. Termina tirándose llevándose a medallistas de otras pruebas a la ría y pegándose un remojo ante la humendad de Budapest. Tamberi está desenfrenado, está feliz.
Y en ese estado de euforia más de dos horas después, atiende a Relevo con una sonrisa en la cara. "Yo hablo muy bien español", dice con un marcadísimo acento italiano mientras se parte de risa. Después de ver su alegría, quiero saber dónde está el secreto de su felicidad.
Gianmarco Tamberi celebrated his high jump victory with the medalists from the 3,000m steeplechase 😅💦 pic.twitter.com/2di1HCr7az
— Eurosport (@eurosport) August 22, 2023
El italiano de 31 años sigue teniendo mirada de niño y monta un festival cada vez que gana un gran campeonato, a pesar de tener un palmarés con todos los kilates. ¿Quiere ser demasiado protagonista? Ayer, incluso, su victoria se dio durante la prueba de 3.000 metros obstáculos y pidió una nuevo salto, a pesar de tener ya el oro, para generar la expectación en las gradas. ¿Tiene motivos para celebrar como si fuera la primera vez que gana algo en el primer nivel? Que sea él quien nos responda:
"La verdadera razón por la que celebro tanto es que antes de la competición nunca pienso que pueda terminar ganando y llevándome la medalla de oro. Dudo que eso pueda suceder. Muchas veces pienso en lo que soy capaz y veo a mis adversarios y pienso: ¿Realmente tengo posibilidades de ganar? Cuando sucede, me siento tan increíble que reacciono así".

Tamberi responde con la mirada de un niño con zapatos nuevos que, en su caso, son cada uno de un color. Un ying yang en sus pies que también se percata en su cara, con una media barba afeitada y otra media sin afeitar. Es un personaje que se lo pasa bien, lo disfruta y, de momento, se gana la simpatía del público con su show.

¿Y el secreto del éxito?
A pesar de que siempre tiene dudas cuando se presenta en los estadios para disputar las grandes finales (aunque no lo parezca, ayer se puso a tocar la batería antes del inicio del concurso aprovechando la presencia de un grupo de música), Tamberi termina ganando como nadie. Es el vigente campeón de todos los grandes títulos al aire libre y ni la Copa de Europa por selecciones perdonó hace unas semanas. ¿Cómo lo hace? Su respuesta:
"No hay ningún secreto. Creo que lo que me ayuda a conseguir este tipo de resultados es trabajar todo el año con la conciencia de dar un paso más respecto a mis rivales y entrar cada vez al estadio en la competición que cuenta con la conciencia de haber hecho más que nadie".
Dentro y fuera de la pista, Tamberi es un personaje fuera de la rutina y ahí reside su magia.