EUROPEO DE ATLETISMO

El plan de Abel Jordán para sobrevivir a una 'maratón' de carreras a toda velocidad

Los fisioterapeutas de la RFEA miman a la joya de la velocidad española en un fin de semana con seis carreras de máxima exigencia en solo tres días.

Abel Jordán, durante las semifinales de la prueba de vallas del Europeo indoor 2025./RFEA
Abel Jordán, durante las semifinales de la prueba de vallas del Europeo indoor 2025. RFEA
José M. Amorós

José M. Amorós

Son un total de 48 horas y 6 minutos de tensión física y mental. O lo que es lo mismo, seis carreras de dos pruebas diferentes en tres días. Ese es el 'maratón' al que se está enfrentando  Abel Jordán (Madrid, 2003) en el Europeo indoor que se disputa este fin de semana en Apeldoorn (Países Bajos). La gran sensación de la velocidad española es bueno, buenísimo, tanto en 60 metros lisos como en 60 metros vallas y logró la clasificación continental en las dos. Y a sus 21 años, en ese momento de hambre voraz donde no quieres perderte ninguna oportunidad, eligió lanzarse a hacer doblete.

Preparar los músculos y la cabeza es un desafío para el madrileño, ahora residente en Estados Unidos donde cursa sus estudios universitarios en Fullerton, y también para los fisioterapeutas de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) desplazados a tierras neerlandesas. Y el reto es todavía más mayúsculo si le sumas que es su primera aparición internacional con los colores de España de manera individual tras su debut en el Europeo al aire libre de Roma con el relevo 4x100.

Jordán debutó en la tercera serie de los 60 metros vallas en la noche del pasado jueves [21:34 horas] pasando a las semifinales del mediodía del viernes [14:13h.] y se clasificó para la final de esa misma noche [21:53h.]. Es decir, tres pruebas de máximo nivel en 24 horas. Y todo, antes de este sábado, donde en un mismo día busca afrontar las tres rondas de los 60 metros lisos, donde llega como colíder europeo del año y teniendo su mejor opción de medalla. Las series a las 12:32h., las semifinales a las 19:10h. y cerrará su 'maratón' en la gran final a eso de las 21:40h.

"Parece fácil", responde a Relevo con ironía y una sonrisa 'jugona' de quien da sus primeros pasos entre los mejores. "Después de haber corrido seis carreras en un día y medio en el Campeonato de España, no parece tan complicado, pero lo es. Este es un nivel de dificultad distinto, porque en Gallur me pegué la paliza, pero todo se acabó en día y medio y ya pude descansar. Pero el problema de seis carreras en tres días es que el segundo día tienes las agujetas del primero y el tercer día tienes las agujetas del primero y del segundo. Esto es una gestión de esfuerzos y el problema del Europeo es que hay gente de mejor nivel y no puedes administrar energía".

Un plan de recuperación... sin apenas tiempo

Tras cada carrera, Abel acude con celeridad a los servicios de fisioterapia que la RFEA ha trasladado a Apeldoorn. "Para recuperarlo, repetimos lo que hicimos en el Campeonato de España donde también corrió seis carreras", nos explican los especialistas federativos ante la consulta de Relevo. "Después de cada carrera, viene y soltamos músculos. Hacemos un masaje con hielo para drenar todas las sustancias tóxicas que pueda generar y todo el desecho que se genera a nivel muscular, como el ácido láctico. A presión suave, porque tiene que volver a competir por la tarde y no es cuestión de perder tono. Hay que hacer para que solamente recupere antes, se sienta tranquilo y baje pulsaciones. El objetivo es relajar a nivel muscular y que se recupere cuanto antes".

La historia se repite cada día de este ajetreado fin de semana y el velocista madrileño, entrenado en Estados Unidos por Marques Barroso en Fullerton y Jorge Lozano en Madrid, le añade un último punto al plan antes de dormir: un baño de hielo. "Es algo que estoy acostumbrado a hacer en Estados Unidos para que, durante la noche, recuperar mejor y ayudar a la circulación. Mentalmente, también me ayuda y, si a lo mejor físicamente no ayuda tanto, mentalmente llego mejor preparado al día siguiente".

Al alba, cuando suene el despertador, "entrenamiento activo para despertar el cuerpo y que en todo momento esté activo, que no quiero que en ningún momento se me atrofien las piernas", nos cuenta Jordán. Corriendo al pabellón, donde los profesionales de la RFEA indican "un calentamiento de movilidad y crema de calor para alguna que necesite calentar".

Una cabeza al 100% durante tres días

Otro aspecto a tener en cuenta, más allá de dolores y cansancio, es la mente. Es decir, aguantar esa hambre voraz pese al paso de las pruebas y la carga en las piernas. "Yo creo que en este caso no es tan jodido porque es un Europeo y tengo ganas de correr todas las carreras. Es verdad que, cuando tú llegas a una competición como puede ser el Campeonato de España y, por ejemplo, una primera ronda no te puede apetecer tanto porque simplemente te la quieres quitar de en medio para poder ya llegar a casa y descansar. Cuando estás aquí, con este nivel en el que todo el mundo corre tus tiempos, quieres llegar a cada ronda queriéndolo dar todo y a tope".

Aunque sí sea por primera vez en un gran evento, no es la primera vez que Jordán se apunta a una 'paliza' de este tipo o incluso, mayor. Cuando viste los colores de los 'Titans', el equipo de atletismo de la Universidad Estatal de California, se le pide que también doble en los diferentes mítines de su división para sumar puntos para la universidad en el ranking NCAA. Y, aunque el nivel es evidentemente inferior, se encuentra con situaciones mucho más 'bestias': como pasó hace unas semanas en Nuevo México, donde en una misma tarde tenía un calendario con las mismas seis carreras en una sola tarde, pero terminó declinando disputar tres de ellas de manera voluntaria para evitar riesgos. Eso sí, volvió a casa con dos marcas personales en 60 metros vallas.

El esfuerzo de Abel Jordán, tirado por su juventud y por la pasión por competir, está siendo una de las historias del Europeo de Apeldoorn, pero también sirve como el mejor ejemplo para reconocer el trabajo de esos 'héroes anónimos', los necesarios trabajadores de los equipos federativos, que ayudan a los actores principales, los atletas, en su lucha por la gloria.