Una biblioteca llena para Ana Peleteiro tiene un lado bueno... y uno malo: "Estáis viendo lo que me está cayendo"
El revuelo por el cambio de entrenador y lugar de residencia de la saltadora gallega se ha convertido en una cuestión nacional.
Unos 40 periodistas se congregan en la abarrotada biblioteca de la sede de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) en Madrid a la espera de la llegada de Ana Peleteiro. El personal de la Federación se ha apresurado en las últimas horas en preparar una comparecencia en un lugar poco habitual para recibir tal número de personas y cámaras de televisión. Más bien, la imagen parece pertenecer a un anuncio relevante al estilo de una retirada de un deportista con una larga carrera o una dimisión de un alto cargo, pero lo cierto es que todos aguardan para conocer el cambio de entrenador y de residencia de una atleta. Un simple vistazo a tu alrededor te da para comprender que Peleteiro ya es mucho más que solamente deportista.
Por ejemplo, Benjamin Compaoré — marido, nuevo entrenador y, por lo tanto, protagonista de las declaraciones — debe seguir la rueda de prensa desde el pasillo estirando su cabeza hacia el interior de la sala repleta para escuchar las palabras y halagos que le dedica Peleteiro. "Quería explicaros que la razón de más peso en el cambio es personal...", comienza Ana.
Su perfil mediático ha logrado un poder de atracción y convocatoria que cualquier deportista español quisiera aspirar. "Tiene sus cosas positivas: si no fuese la persona que soy, mediática, no tendríamos esta sala aquí hoy llena de todos vosotros", afirma la propia Ana ante la prensa. Pero justo después, ella misma encuentra el lado negativo a esa sala normalmenten llena de libros y hoy de periodistas. Lo hace en una pregunta de las que obliga a reflexión: "¿Tengo la sensación de justificarme más que otros deportistas? No debería de justificarme de tomar las decisiones que yo considere que son las mejores para mí, pero sí que es cierto que ser una persona mediática tiene sus cosas negativas y que todos estáis viendo lo que me está cayendo".
"No puedo ser la Ana tan espontánea que era hace dos o tres años"
Ser una figura reconocida más allá del deporte que cruza la línea roja de la fama y, además, yendo sin complejos como Peleteiro, tiene su lado positivo en el que te llueven los patrocinios y los seguidores acérrimos. Pero, evidentemente, y haciéndose más notar, crece un lado negativo con una incesante lluvia de odio que rompería el escudo de cualquiera. Y es que pocos deportistas y, todavía, menos atletas pueden decir que casi cada movimiento, entrevista o publicación genera un ruido mediático que le lleva a ser uno de los temas más comentados del día.
"Tengo que pensar mucho las cosas que digo, ya no puedo ser la Ana tan espontánea que era hace dos o tres años", confiesa después de varias polémicas en los últimos meses que le ha hecho tener que apagar su actividad en sus cuentas durante los campeonatos, como hizo en el Europeo de Roma en junio y los Juegos en agosto. La de Ribeira cuenta con más de 500.000 seguidores en Instagram y otros tantos en TikTok, lo que hace superar el millón en sus dos redes sociales. En cambio, tuvo que cerrar su cuenta en 'X', más destinada a comentarios y, por consiguiente, a recibir ataques que llegaron a afectarla en muchos momentos.
Es más, la propia campeona de Europa de triple salto desvela que la decisión de cambiar el rumbo dejando a Pedroso llegó después de unas semanas de reflexión tras los Juegos y que estuvieron marcadas por su 'refugio' ante los ataques de sus detractores por su sexto puesto en los Juegos Olímpicos: "Tenía la decisión tomada tras volver de París, pero como soy una persona muy temperamental y estaba muy triste, me fui a Galicia para ver si me veía viviendo allí o todo era por un momento de debilidad. Y me sentí protegida en un mes tan duro, de tanto odio a través de las redes sociales y en el que me han juzgado tanto".
Si bien un cambio de entrenador habitual en el atletismo se solventa con una foto en redes sociales y que genera un mínimo análisis en el mundillo atlético, el cambio de Ana Peleteiro se ha convertido en un torrente de información y expectación casi sin precedentes. Quizás, habría que retrotraerse varias décadas en los tiempos donde el dinero corría por las pistas como ya no lo hace en la actualidad para buscar algo que se le pudiera acercar.
"Lo que soy hoy en gran parte es gracias a todos vosotros que escribís de mí. Entonces, es un poco esa relación de amor-odio", señala a la prensa. "Pero considero, aunque a lo mejor me raye la cabeza, que me hace también mejor persona, y lo que yo siempre digo, la gente que me conoce en persona sabe que soy buena gente. Con eso me quedo". Llenar una sala de prensa por un cambio de entrenador quiere decir que a mucha gente le importa todo alrededor del Universo Peleteiro, con sus cosas buenas y sus cosas malas.