Las tres preguntas antes de competir que lanzan a Ana Peleteiro hacia una medalla: "Esa conexión le va muy bien"

Son las 12:20h. de la mañana, quedan exactamente ocho horas para el inicio de la gran final femenina de triple salto (20:20h.), y Rebeca López pasa el control de acceso a la Villa Olímpica. Ella es la coach personal de Ana Peleteiro y ha viajado desde Madrid hace unas horas para poder tener la última charla con la campeona de Europa antes de la Hora H. "Está muy tranquila, muy potente mentalmente y muy segura, aunque con la excitación propia del momento", cuenta Rebeca a Relevo en la puerta de la 'ciudad de los atletas' en París tras algo menos de dos horas de encuentro con Ana en su Día D.

Según nos desvela la propia coach, esta última sesión ha constado de tres preguntas y una visualización. La primera de las cuestiones era la más deportiva: "Alguien ajeno a tu equipo o entorno que sabe mucho de triple salto, ¿pensará que te mereces ganar el oro? ¿Sientes que lo mereces?". Y una Ana muy segura ha respondido que "Sí". La segunda de las preguntas ha sido si hay algo del éxito que puede lograr hoy que le puede provocar miedo. "Me ha dicho que no", desvela Rebeca. Y finalmente, la gran pregunta: "¿Tienes miedo ahora mismo?". Y una valiente y competitiva Peleteiro lo ha tenido claro: "No".

Después ha llegado el momento más mágico de cada uno de los encuentros entre Rebeca y Ana. "Hemos hecho una visualización en la que nos hemos conectado las dos con música clásica, que iba in crescendo, visualizando juntas toda su carrera deportiva desde la primera vez que pisó una pista. Al final, hemos visualizado que salta y gana". La responsable de jugar con la mente de Peleteiro no pierde la sonrisa porque, tras ver cómo estaba la estrella española, da por hecho que está más que preparada: "Creo que esta sesión que hemos hecho no hacía falta, porque está súper motivada".

Pero no es la primera vez que, previo a una gran cita, Rebeca y Ana se encuentran para preparar el asalto al oro. Hace unas semanas, antes del Europeo de Roma, la última charla tuvo lugar solo unas horas antes de coger el avión. Juntas fueron a su 'refugio de paz' en la Sierra de Guadalajara, donde la familia de Rebeca tiene una casa. Allí, solo escuchando el caer del agua de una cascada cercana, ambas focalizaron el objetivo y buscaron las sensaciones positivas que le lleven a la confianza para lograrlos. Viendo el éxito de Roma con Peleteiro subiendo a lo más alto del podio, la misma estampa y en el mismo lugar se volvió a vivir hace solo unos días antes de viajar a París: "Me lo pidió para conectar con la naturaleza, porque esa conexión le va muy bien".

Pero, en esta ocasión y siendo la cita más importante en la carrera de la triplista, han querido dar un paso más y hacer el último encuentro ya en suelo francés el mismo día de competición. "Por muy segura que se sienta, puede tener unos momentos en los que empieza a ver la presión. No imagináis la cantidad de mensajes que recibe. Hoy vas hablando por la Villa Olímpica con ella y gente de todos los lados le pide una foto deseándole suerte. Hoy tiene mucha gente esperando cosas de ella".

Una situación similar ocurrió en la última cita olímpica hace tres años, donde terminó logrando el bronce, pero donde la mañana previa fue de dudas: "Hubiese sido genial que yo hubiese estado en Tokio esa mañana porque tuvo algún momento de 'Rebe, necesito hablar contigo' y yo estaba en México. Ahora, en París, no merecía la pena estando tan cerca que me pudiesen necesitar hoy y yo no estuviese. Así que decidimos venir y vernos".

En largas y calmadas charlas durante los últimos años, López ha sido la encargada desde hace cuatro años de gestionar las emociones, trabajar la mente y mantener la calma de la atleta española más reconocida a nivel social. Dentro y fuera de la competición, pero también en las horas más importantes para una deportista en la previa de la competición. "El trabajo personal, de limpiar los limitantes, ya lo hicimos al principio; ahora, se trata de trabajar antes de las competiciones importantes".

¿De qué trata ese trabajo? Llevar la cabeza a un estado de seguridad y positividad antes de enfrentarse al gran objetivo: "La mente no distingue lo que imaginas de la realidad y, lo que imaginas, genera un estado físico en ti. Es decir, si yo voy por una estación de tren que está atestada de gente y pienso que puede haber un atentado, todo mi cuerpo se eriza. Es decir, mi cuerpo reacciona a algo inventado. Cuando los atletas se sienten inseguros al estar en una competición, hay que buscar otro momento de su vida donde todo esté bien y puedas con esa situación". Curiosamente, con Ana y otros deportistas no tiene por qué ser en un momento pasado relacionado con el deporte, sino un estado de felicidad mental de cualquier tipo: "A lo mejor es pintando un cuadro, abrazando a tus hijas o haciendo una tortilla de patatas...".

"Si tus propios pensamientos son más positivos contactando con momentos en los que has conseguido grandes cosas, es más fácil que te vayas pensando que todo va a salir bien y que puedes hacerlo", nos cuenta Rebeca, señalando que "si vas angustiado, estresado y sin parar, es más fácil que tus propios limitantes afloren".

La coach 'juega' con la mente de una Peleteiro que ya, de por sí, tiene un carácter ganador que suma a la preparación de élite junto a su entrenador Iván Pedroso. Esta conexión, que se ha convertido en éxitos deportivos, también lo es en lo personal. Solo hace falta preguntar a una sobre la otra para darse cuenta del cariño y necesidad mutua. ¿Qué existe entre ellas para que todo fluya tan bien? "Ana y yo tenemos una conexión muy buena desde que nos conocimos y ya está... no podemos buscar más porque solo se trata de algo energético", nos cuenta Rebeca. En la misma línea se expresaba la atleta a pregunta de Relevo hace unos días: "Mi conexión con ella es algo muy importante. Me hace conectar con mí misma, visualizar qué objetivos quiero, encontrarme...".

Antes de despedirse, una camino de la competición y otra para animarle desde la grada, Rebeca le ha transmitido un último mensaje para dejarlo como una semilla en su mente: "Ana, todo esto son solo reconocimientos, que son geniales y que todos lo queremos. Pero llevarte una medalla es solo un reconocimiento. Tú ya te lo has currado, eres una mujer increíble, eres una luchadora y lo mereces. Si esta tarde ganas el oro, sigues siendo lo mismo que ahora. Y si no lo ganas o va la cosa mal, y esto no lo quiero ni nombrar, seguimos siendo las mismas".